Larva de Julián Ríos en Bestia Lectora

Tes Nehuén reseña en Bestia Lectora Larva, Babel de una noche de San Juan, de Julián Ríos

¿De qué están hechas las historias? Ésta parece la gran pregunta que subyace en Larva. Babel de una noche de San Juan, de Julián Ríos (Jekyll & Jill). Sé que no soy la persona más acertada para escribir sobre este libro enorme, enormísimo. Siento que me faltan conocimientos, que mis palabras son torpes y escasa mi conciencia literaria. Y, sin embargo, en esa falta de entendimiento también encuentro algo hermoso: la posibilidad de disfrutar de los libros como en la infancia. Y eso es lo que vengo a hacer. A recomendarte este librazo desde las tripas, deseando que te provoque lo mismo que a mí: una fuerte sacudida que te lleve a replantearte algunas cuestiones en torno a cómo lees y cómo cuentas lo que lees. Por otro lado, también creo que es una obra que viene a confirmarnos que en la humildad con la que miramos el mundo podemos descubrir cosas asombrosas y que, contra lo que muchos afirman como profetas, todavía existe mucha literatura que no ha sido revelada.

Un libro inclasificable

Larva es un libro inclasificable. ¿Es una novela? Tiene el ritmo de una novela. ¿Es poesía? Definitivamente sí; hace un uso extraño del lenguaje, poniendo por encima una indagación estética ambiciosa y descomunal. Pero es también una obra de teatro, donde se cruzan una serie de personajes curiosos. Caben en este libro toda la tradición literaria y toda la cultura recogida en la historia de la humanidad. De hecho, creo que podríamos leerlo como un cuento de hadas que se extiende y se vuelve casi parodia de sí mismo.

La Bella durmiente en el bosque. Todo es fuego. Todo puede ser destruido o autodestruirse. También el lenguaje. Ríos parte de un cuento de hadas para presentar un variopinto conjunto de personajes —máscaras que participan de un baile de disfraces en la noche más larga— y termina fundiéndose con el mito de don Juan, coincidiendo por momentos con cierto tono bufo de la obra de Mozart (Don Giovanni) y con un mestizaje de miradas al mito a través de diversos dramaturgos. Y ahora estoy pensando que en Larva cabe todo el mito: aparece, se reafirma y se reconstruye. El mito es la semilla de una obra espiralada que nos hipnotiza con la magia de la buena literatura.

Todo empieza con un baile de máscaras. La música nos envuelve. Vamos avanzando entre las sombras de los jardines donde criaturas irreconocibles se mueven. La escritura de Ríos nos lleva de la mano: el texto como una cámara realizando un paneo en medio de una fiesta. No hay tiempo para detenerse; hay que captar la esencia de la atmósfera donde los personajes son casi secundarios. El punto de partida es una escena que se va construyendo a medida que avanzamos en la lectura y que va armando en nuestra cabeza una maqueta de lo que está sucediendo. Y creo que aquí está el gran acierto de este libro. La noche se extiende y, poco a poco, minuto a minuto, beso a beso, va formándose el mundo. ¿Qué está intentando decirnos Ríos con este planteamiento narrativo; tal vez que toda historia nace de algo diminuto y que las posibilidades de la noche son infinitas?

La forma conduce a la palabra

Intento escribir algo sensato pero es un libro que te rompe todas las aristas. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra. Todo lo que sabes es insuficiente para entender el abismo al que te metes con esta obra. En la primera lectura me quedé paralizada. No entendía cómo debía leerlo para captar su verdadero sentido. No entendía esta necesidad de desorden estructural. Me volví loca dándole vueltas… Hasta que entendí que tenía su gracia y su encanto esta forma peculiar, donde dependiendo del orden de la lectura el sentido variaba, y ya no pude resistirme más. Estamos acostumbrados a leer de una única forma pero quién nos asegura cuál es el orden correcto. ¿De qué están hechas las historias que nos contamos? Como un uróboros este libro se abre ante nosotros para demostrarnos los infinitos caminos de la oralidad y de la escritura. Y lo hace aprovechando de maravilla las notas al pie. Mil historias alimentan al esquema principal a través de este recurso fabuloso. Sin duda, todavía queda mucho que hacer con este elemento de escritura casi nada frecuente en la narrativa. Ríos demuestra que con un buen uso de las notas al pie se puede diversificar de forma descomunal la historia. Pero va un poco más allá: las notas al pie pueden tener la voz cantante, no sólo sirven como anexo de la historia principal sino que con buen gusto y cabeza pueden servir para adoptar el protagonismo y plantear una deriva en el hilo argumental.

Larva es un tejido asombroso de historias donde no hay un sentido principal sino una trama que se apoya en esa deriva, en el dislocamiento del esqueleto. El humor y las referencias a la tradición literaria y cultural colaboran con la construcción de un mundo inolvidable. Un mundo que también es geográfico; encontramos fragmentos alucinantes propios de la literatura de viaje que acompañan ese hilo principal y nos llevan por una Londres olvidada. En esta edición hermosa de Jekyll & Jill no faltan tampoco un mapa ochentoso con letras anaranjadas y algunas fotografías tomadas por el propio autor en sus viajes a Londres. ¿Cabe algo más? Sin duda. Casi lo que se nos ocurra seguro que encuentra hueco y circunstancia de Larva. Pero ya he advertido, a mí se me queda corta la cabeza para hablar apropiadamente de un libro de escritura indescifrable, imposible. Y sin embargo, creo que todos los lectores caerán rendidos ante la magia de este panal, de esta torre de Babel de formas y lenguajes. SEGUIR LEYENDO

Canción para hombres grandes en La torre de Babel

Ana Segura entrevista a Rafa Cervera en La torre de Babel, Aragón Radio, con motivo de la publicación de su novela Canción para hombres grandes:

«Rafa Cervera, mítico periodista musical, firma en Canción para hombre grandes su tercera novela tras Lejos de todo, una fábula en la que David Bowie aparecía en Valencia y Porque ya no queda tiempo, en la que compartía con nosotros, en une suerte de libro de recopilatorio, recuerdos, música, palabras anotadas en cientos de libretas, en esquinas de periódicos, en el móvil y en servilletas de papel a lo largo de los años.  Ahora, en Canción para hombres grandes que publica como los dos anteriores en la editorial aragonesa Jekyll y Jill, comparte otra lista, esta vez de cuerpos.
Tras una ruptura traumática y un divorcio de todo inesperado, el protagonista de Canción para hombres grandes comienza a acostarse con hombres. Ninguno de ellos tiene nombre, son cuerpos que identifica por un número y por su trabajo, encuentros puntuales que el narrador, el valenciano, va describiendo con la objetividad del que observa desde fuera, sin implicarse, mientras reflexiona sobre grandes cuestiones como la honestidad, el amor o el placer.»

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Canción para hombres grandes de Rafa Cervera en CulturPlaza

Eduardo Almiñana reseña Canción para hombres grandes en CulturPlaza de Valencia Plaza.

Rafa Cervera, periodista de los que quedan pocos, va ya por su tercera novela en el fantástico sello Jeyill&Jill de Víctor Gomollón: tras toda una vida escribiendo en gran cantidad de medios de renombre, este escritor oriundo de esa isla extraña que es El Saler —que compagina turistas estacionales y una gran soledad—, se puso manos a la obra con otra vertiente de la literatura y comenzó a construir una obra que hoy escribe una nueva línea en la bibliografía con esta Canción para hombres grandes que comienza con una fantástica imagen de cubierta de Josep Ros, muy en la línea de eso a lo que nos tiene acostumbrados Gomollón y que hace de la lectura de un libro de su editorial una experiencia que combina con gran acierto lo literario y lo extraliterario.

En esta ocasión, el autor que comenzó escribiendo sobre Bowie, nos ofrece un relato de cambios profundos; una historia de autoconocimiento, de celebrarse a uno mismo poco a poco pero sin complejos, en una edad madura, tras una etapa larga, una etapa de esas que uno piensa que lo definen y que es ya para toda la vida. En esta canción, el protagonista sufre una ruptura que lo separa de la mujer con quien se veía para siempre: ella pincha esa burbuja de comodidad en la que a veces nos asentamos y de la que a veces también la otra persona sale sin que nos demos cuenta. El protagonista de la novela de Cervera, entonces, se encuentra con una sexualidad olvidada o reprimida, que mucho tiempo atrás, antes de todo lo femenino, la encarnaba un bañador Speedo mojado en una piscina. De nuevo a solas consigo mismo, e inmerso en un proceso de reconstrucción postraumático, el protagonista de Canción para hombres grandes decide —quizás no es propiamente una decisión, sino un episodio indefectible— retomar el hilo de una faceta de su sexualidad hasta entonces inexplorada, las camas de otros hombres a través de los cuales se conoce como hasta entonces no lo había hecho.  Seguir leyendo

 

NOLA y La canción de NOF4 entre los 10 libros del año para Miguel Ángel Hernández

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NOLA, de Antonio Jiménez Morato, y La canción de NOF4, de Raúl Quinto, entre los 10 libros del año de Miguel Ángel Hernández:

«5. Otro libro para leer en bucle es La canción de NOF4, de Raúl Quinto (Jekyll & Jill), quizá uno de los mejores de este año. Una indagación en los límites de la locura. Un libro extraño, inteligente y hermoso.

7. He disfrutado también como un crío con Nola, de Antonio Jiménez Morato (Jekyll&Jill). Un viaje a Nueva Orleans que es también una visión crítica del mundo académico y del mundo literario. Ácido y desencantado. Me ha recordado a ese Chirbes ácido de los diarios, pero en tiempo presente, sin guardarse nada y a pecho descubierto.»

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Abisal: entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en El Español

Gonzalo Barbero entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la publicación de su libro  Abisal, libro de zonas y de figuras, en el diario El Español:

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De Robocop a Unamuno pasando por Poe: un libro inclasificable para entender el mundo

El novelista y doctor en filosofía Álvaro Cortina Urdampilleta explora desde Abisal (Jekyll & Jill) un mundo de imágenes donde el cine, la poesía y la novela conforman un mosaico inclasificable.

George Steiner trató en profundidad el génesis de las ideas en Gramática de la creación (Siruela), poniendo orden en el léxico de las cosas que se generaban, de las ideas que echaban a andar frente a sus creadores. Aunque el origen de Abisal (Jekyll & Jill), de Álvaro Cortina Urdampilleta, quizás habría tomado por sorpresa al austriaco. Fue una voz televisiva la que le alargó el primer cabo de una idea que fue tomando forma en un ensayo de «zonas y de figuras». Iker Jiménez, desde su nave del misterio interpelaba a sus espectadores: «Algo está mutando entre nuestra sociedad».

Lo que siguió fue una noción, un mosaico que se completaba con las teselas de la cultura y la información, que desmigadas no tienen razón aparente, pero que en su conjunto conforma nuestra visión del mundo. Incluso las palabras del presentador podían aducirle a otras imágenes, obras y pasajes. Aprovechando el hilo que la cultura, sin distinciones, le podía ofrecer.

Un libro sin género

Su autor acabó dando forma a un libro «sin género», que toma las Ensoñaciones del paseante solitario de Rousseau como guía para generar «asociaciones imaginativas» por el camino. «Es un ensayo que al mismo tiempo es un itinerario, aunque cuenta con personajes propios de la novela», explica Urdampilleta, quien se desmarca de la cursilería de lo onírico para dejar entrever el humor y la ironía en algunos de sus pasajes.

abisalNovelista y doctor en filosofía, su autor dirige al lector hacia un homenaje al cine, la literatura y el arte que conforma los vértices de su propio mosaico, explorando estas disciplinas desde la tupidez del barroquismo cultural, aunque accesible: «Quería hacer un libro sobre mis propias fobias y filias, nada académico y que me permitiese disfrutarlo». Robocop se acaba relacionando con el escritor Arthur Machen, de la misma forma que Unamuno lo hace con la España vacía o Schopenhauer con La jungla de cristal. Nociones que se van desarrollando en un libro que surge de una exploración propia: «Es como el científico que se inocula con su propio invento para probarlo»
Como signo de los tiempos, su autor responde a las preguntas de este diario desde el confinamiento de la habitación de su infancia, en el suspense que viven muchos españoles durante estas fechas. Rodeado de objetos y juguetes ya olvidados, ironiza desde un decorado que podría ayudarle a añadir a su obra más capítulos, en ese recorrido que va desde la subjetividad del escritor a la universalidad del lector que caracteriza a esta obra.

Mosaicos

A partir de la idea de todomosaico se describe el conjunto de asociaciones a través de las que vemos el mundo, piezas que conforman nuestra visión tanto de las cosas más mundanas, casas y pasillos; hasta las más trascendentales, el paso del tiempo o la nostalgia. Un libro que «es casi un laberinto», y que en el que el propio Enrique Vila-Matas advierte desde su faja: «Pero ¿qué has hecho Álvaro Cor­tina? ¿Quién te empujó a bus­car un tipo de fic­ción que intenta hacer algo que no se ha inten­tado nunca antes?«.  SEGUIR LEYENDO

NOLA de Antonio Jiménez Morato en El Diario

Santi Fernández Patón reseña NOLA, de Antonio Jiménez Morato, en El Diario:

Nola, de Antonio Jiménez Morato: escribir desde la Second Line

«Antonio Jiménez Mnolaorato ha construido de manera explícita su último libro (editado por Jekyll and Jill) como una buena jam de jazz: «[…] una línea melódica cambiante, que se va apoyando en los refuerzos que cada uno de los instrumentos traza en sus variaciones sobre el motivo, y permite así al solista liberarse en cada momento de la carga de la melodía principal» (p. 383). No podía ser de otro modo en un libro que lleva por título Nola, como popularmente se conoce a Nueva Orleans, ciudad que al autor visitó unos pocos días para, por distintos avatares, tiempo después acabar residiendo en ella durante algunos años.

Nueva Orleans es, por tanto, solo la excusa para poner a bailar la Second Line, toda esa gente que sigue a los músicos de la primera sección de los desfiles, que los sigue en segunda línea. Es ahí donde está la verdadera diversión, el ritmo, la cadencia propia de la ciudad. Es ahí donde se trazan esas variaciones sobre el motivo principal. Y es ahí en lo que Nola se convierte en la Second Line, en todos esos meandros que se bifurcan desde su corriente principal hasta formar un delta de veinticuatro capítulos y más de cuatrocientas páginas, un Misisipi donde el lector encontrará disquisiciones sobre la amistad, la literatura, la música, la arquitectura, la fotografía, el racismo, la violencia, la educación universitaria en Estados Unidos… Todo ello, como no puede ser de otro modo, en largos fraseos, o en bruscos cambios de ritmo, en solos intimistas o compases corales.»

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Sobre Abisal, por Luis Antonio de Villena

Luis Antonio de Villena escribe sobre Abisal, libro de zonas y de figuras, de Álvaro Cortina Urdampilleta, en su cuenta de Facebook:
ABISAL. LIBRO DE ZONAS Y FIGURAS
Álvaro Cortina Urdampilleta (Bilbao, 1983) es un peso pesado de sabiduría y talento. No es lo habitual ni en su generación ni en esta época cenicienta. Lo conocí hace años como becario en el diario «El Mundo» (el de antes, ahora es peor) y no me podía imaginar a nadie menos «periodista» que Álvaro, sesudo doctor en Filosofía y joven -hombre ya hoy- de plurales saberes. Presenté en el Ateneo madrileño su primera novela «Deshielo y ascabisalensión» de 2013. Libro que hubiese sido del gusto de Juan Benet. Hace poco Álvaro me telefoneó, tomamos una copa y me dio su segundo libro (él habló de novela) titulado «Abisal. Libro de zonas y figuras» Editorial Jekyll & Jill. Hablamos de muchas cosas, desde Aristóteles a Arthur Machen pasando por Zuloaga, Plotino, Unamuno o Galdós. ¿Por qué no Baroja, al que prefiero, y del que habla tanto? No sé si este gran tomo de 713 páginas es una novela o una múltiple experiencia entre el ensayo y la narrativa. El libro bulle en saberes, autores, historias, esguinces y perspectivas… Dejo el análisis para otro momento. Basta dejar constancia de este abisal ensayo de cultura y relato, al que admiro (de entrada) porque se sitúa en las antípodas de lo que una época vulgar demanda. Literatura sólida y pensamiento fuerte en las manos , jóvenes aún, de Álvaro Cortina Urdampilleta, doctor en Filosofía y estudioso de Schopenhauer y de Aristóteles. Para Álvaro la otra lengua no es el vulgarizado e invasivo inglés, sino el poderoso y rotundo alemán. ¡Salud, caballero! MAIVS OPUS MOVEO. (Virgilio).

Porque ya no queda tiempo en Literatura rockera

José Bosch recomienda Porque ya no queda tiempo, de Rafa Cervera, en su blog Literatura rockera:

«Hace unos meses hablamos de la que fue primera novela de Rafa Cervera, «Lejos de todo»(Jekyll & Jill) en la que un imaginario David Bowie se paseaba por las calles de la Valencia de mediados de los 70, y ahora le toca el turno a su segunda incursión en la ficción, «Porque ya no queda tiempo». Aunque quizá hablar de ficción al uso sería demasiado decir, porque lo que aquí nos ofrece Cervera es una obra de tintes autobiográficos cuyo eje es, como no podía ser de otra manera, la música.
Y es que la vida de este autor valenciano está profundamente marcada por el periodismo musical que desarrolla desde hace décadas y que le ha permitido entrevistar a infinidad de artistas a los que admiraba. El más importante de ellos en esta narración es Lou Reed, al que idolatraba desde niño en sus tiempos con la Velvet, cuyos encuentros con el autor en diferentes momentos (1980, 1995 y 1998) y la posterior noticia de su muerte en 2013, vertebran el relato. Pero no nos llevemos a error: el protagonista no es Lou Reed, es Rafa Cervera.

porqueyanoquedatiempoLo importante en «Porque ya no queda tiempo» no son los músicos de reconocida fama que pasan por sus páginas, o al menos no son la base del texto. Las personas que rodearon a Cervera desde su primera niñez hasta el momento en que cierra el relato, tienen tanta importancia como ellos, probablemente más. A todos, famosos o anónimos, los iguala al nombrarlos solo por su nombre de pila o su apellido, tal como hacemos con nuestros amigos íntimos. No hay distinciones, porque esta no es la obra que podría esperarse de un profesional del periodismo musical. No pretende mostrarnos esa trastienda que hay detrás del éxito a la que ha podido acceder, sino mostrarnos la suya propia, empapada y contaminada por las entrevistas en hoteles y las ideas ajenas que parecen propias registradas en magnetofóno y transcritas al papel». SEGUIR LEYENDO

Sobre Larva de Julián Ríos, por José de Montfort

José de Montfort escribe sobre Larva. Babel de una noche de San Juan, de Julián Ríos, en El Club de los Miércoles.

Esta tarde he perseguido a un ciego. Estaba en el metro, yendo a buscar a #hijta y en la estación de Espanya me he encontrado a un ciego brioso, pero que, sin embargo, iba tropezando con algunas esquinas. Lo he venido observando, a él y a otro compañero suyo. Me dio, al principio, la impresión de que iban en un grupo (es lo habitual), pero no. Al cabo de varias escaleras mecánicas me di cuenta de que uno y otro ciego no tenían relación alguna. Que el uno iba acompañado de una chica y el otro no; iba solo. Solo, pero impetuoso. Casi marcial en su recorrer los trazados de la estación de metro. Un ciego hiperactivo, pensé. Así que me pudo la curiosidad y lo seguí.

Llevaba, además del bastón, una enorme bolsa azul en la otra mano y una mochila. Caminaba rápido, con vigor y energía. No como quien llega tarde a una cita, sino como aquel que quiere demostrarle a la vida que él se pone el mundo por montera. Y así fue. Subió las escaleras (no las mecánicas, ya las de salida de la estación) con una energía que parecía casi expelida sin esfuerzo (y en tramos de dos, tres, casi cuatro escalones, a la brava). Como si le sobraran los arrestos para confrontar lo que fuese, siendo ésto lo desconocido del mundo: lo incognoscible.

Se movía con donaire y liviano. Pero entonces sucedió lo más inesperado. Entre un barullo de gente, se chocó contra unas obras del Paralelo y erró el giro, yéndose para la derecha, directo a las fauces del tráfico vespertino.  Viendo que nadie acudía a su ayuda le pegué un grito. Hey, mejor por la izquierda, le dije. Solo eso: mejor por la izquierda. Y así, igual de brioso que antes, no sin antes darme las gracias, con parquedad, pero con elegancia, continuó raudo por la acera, chocándose con algunas vallas desperdigadas que el ayuntamiento tuvo a bien dejar donde le vino en gana (pero el ciego, a pesar de su velocidad, respondía brava, limpia y rápidamente al choque, reorientándose en tiempo record).

Iba veloz, este hombre mágico. Y me tenía fascinado. Por lo que continué siguiéndolo, a una distancia prudencial, no fuera cosa que hubiese de necesitar de mi ayuda (pero también por respeto: los ciegos notan nuestra presencia, nuestras miradas, y es lógico que no les guste nuestro paternalismo). Casi sin darme cuenta había desaparecido, en un chaflán lo perdí de vista. Escuché que decía grácil, pero vehemente: buenas tardes. Y entonces supe que había alcanzado felizmente su destino. Buenas tardes.

Algo de lo antedicho hay también en Larva, Babel de una noche de San Juan, la novela seminal (y mítica) de Julián Ríos, que recién ha editado Jekyll & Jill y cuya edición original es de 1983. Hay en Larva un deambular en una ceguedad beoda por las calles de Londres. Un correr por la noche de una panda de juerguistas enmascarados.  Se trata, sin lugar a dudas, de una de las obras más innovadoras de la reciente narrativa contemporánea en castellano y, en ella, a decir de Juan Goytisolo, postula Ríos “un internacionalismo cultural”. Esto es: trata de poner la literatura en español (vehiculada junto a la influencia de la innovación estructural latinoamericana) al nivel de la del resto del mundo.

Y ello lo hace ampliando el campo de lo decible y lo narrable, subvirtiendo el lenguaje, dialogando con la tradición (desde Apuleyo ya hasta Joyce, pasando por Sterne o Cervantes) y experimentando con las formas narrativas.

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Abisal: entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en revista LEER

Borja Martínez entrevista en revista LEER a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la publicación de Abisal, libro de zonas y de figuras.

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ÁLVARO CORTINA: «LA ESENCIA DEL ARTE ES VOLVER A TI MISMO CAMBIADO»

‘Abisal’ (Jekyll & Jill) aparece, voluminoso e imponente, bajo la apariencia de un personalísimo tratado de estética, pero esconde una propuesta literaria única e insólita en el panorama actual. Conversamos con su autor, Álvaro Cortina Urdampilleta, sobre este clásico instantáneo.

Veni­mos a decir que Abi­sal, de Álvaro Cor­tina Urdam­pi­lleta, es el libro más impor­tante de 2021. Y lo hace­mos con la inten­ción de que esto sig­ni­fi­que algo. Este exu­be­rante tra­tado de la ima­gi­na­ción, ori­gi­nal y des­me­su­rado, ambi­cioso y modesto a la vez, es un libro único que apa­bu­lla delei­tando. Un alarde de obser­va­ción e intros­pec­ción, de refle­xión e inven­tiva lite­ra­ria. Enri­que Vila-Matas lo des­tila con opor­tuno asom­bro en la faja pro­mo­cio­nal que Cor­tina (Bil­bao, 1983) ha con­se­guido arran­carle: «Pero, ¿qué has hecho Álvaro Cor­tina? ¿Quién te empujó a bus­car un tipo de fic­ción que intenta hacer algo que no se ha inten­tado nunca antes?».

Vila-Matas dice fic­ción, por­que este libro que pre­tende fijar un sis­tema esté­tico per­so­nal de vali­dez uni­ver­sal es ante todo lite­ra­rio. Sobre todo cuando su autor, escri­tor y doc­tor en Filo­so­fía, se erige en pro­ta­go­nista y emprende sus paseos gótico-románticos por la ciu­dad para sacarle punta a todo lo que se encuen­tra y lo que recuerda, hasta com­ple­tar las tese­las de este sis­tema per­so­nal, este «todo­mo­saico» com­puesto de zonas, figu­ras y dis­pa­ra­tes apor­ta­dos por los libros, las pelí­cu­las y el arte. Y todo ello escrito con esa inte­li­gen­cia sutil y extraña y el ori­gi­na­lí­simo talento que ya demos­tró en Des­hielo y ascen­sión. Y en algu­nas pie­zas de LEER que son frag­men­tos embrio­na­rios de Abi­sal, como su artículo sobre Moby Dick y la omi­nosa des­crip­ción de lo blanco de su capí­tulo 42.

Cor­tina lo des­pliega ahora en gran vuelo, en pro­di­gioso des­censo a los abis­mos de uno mismo y de la cul­tura que es este libro que nace clá­sico por­que es único. Por­que a la altura de este 2021 que ter­mina y en el que, ace­cha­dos por los demo­nios de la diso­lu­ción, la prisa y el tedio a los que el autor de Abi­sal comabisal­bate escri­biendo, ape­nas nos da la cabeza para leer dos líneas segui­das, nadie de su gene­ra­ción es capaz de escri­bir un libro así, denso en apa­rien­cia pero ligero como una nube majes­tuosa. Álvaro ha hecho por noso­tros el esfuerzo mayúsculo de con­cen­trarse y envien­trarse dan­tes­ca­mente, en la ciu­dad y en la esté­tica, para alum­brar esta obra deli­ciosa a la que aga­rrarse para salir volando de la caverna digital.

Con­ver­sa­mos sobre Abi­sal y salió una entre­vista larga como el libro al que pre­tende honrar.

¿Qué es ‘Abi­sal’?
Es en cierto sen­tido la des­crip­ción de una coti­dia­ni­dad mar­cada por la cul­tura. Es inten­tar ver y expli­car que la cul­tura impregna todo lo que vemos. Es un intento de com­pren­sión orgá­nica de cómo la cul­tura nos afecta en el día a día y nos lleva a enra­re­cer las cosas, a ver­las con dis­tan­cia. Para cap­tar la extra­ñeza y para cap­tar la fami­lia­ri­dad nos vale­mos de la cul­tura. Y lo que mues­tra Abi­sal es pre­ci­sa­mente cómo todos nos fabri­ca­mos un sis­tema de imá­ge­nes que yo llamo mito­ló­gico. En el fondo, Abi­sal es una espe­cie de tra­tado sobre la mito­lo­gía sub­je­tiva. Es decir, el poso que dejan en noso­tros los libros, las pelí­cu­las, los cua­dros. Las for­mas de la belleza. O de la feal­dad. O de lo terri­ble. Todos noso­tros nos fabri­ca­mos una espe­cie de casa de imá­ge­nes. No acce­de­mos nunca a la reali­dad en seco, sino a tra­vés de ellas. Nece­si­ta­mos imá­ge­nes para vivir. Diría que Abi­sal habla de la nece­si­dad de crear­nos un mundo artificial.

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La canción de NOF4 en la lista de los mejores libros de 2021

 

libros2021

La canción de NOF4, de Raúl Quinto, en la lista 30 libros que me han abrigado este 2021 de Bestia lectora:

«La lectura de La canción de NOF4 de Raúl Quinto (Jekill & Jill) una especie de biografía poética de Nannetti me resultó fascinalacanciondenof4nte. Tenemos un ensayo que ahonda en la intimidad de este poeta que escribió sus poemas en el muro del hospital psiquiátrico de Volterra. A mitad de camino entre el texto biográfico, la hagiografía y el relato gótico. Es un libro verdaderamente asombroso, escrito con sensibilidad y cierta piedad, que nos impulsa a hacernos muchísimas preguntas en torno a la salud mental y nuestra manera de mirar al otro sufriente y doliente».

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Revista Quimera recomienda Larva de Julián Ríos

La revista Quimera recomienda Larva, de Julián Ríos

«Larva», de Julián Ríoslarva

Esta maravillosa reedición de «Larva» debería ser una de las grandes noticias de la temporada. En tiempos de literatura youtuber, de buscar el talento en el logaritmo y en la autoficción, la reedición de esta obra mítica, publicada por primera vez en 1984, nos debería reconciliar con la literatura. Con la buena literatura. No es «Larva» un libro sencillo. Ni siquiera podemos decir que sea una novela, si nos atenemos a las características del género. Lo que sí es evidente que Julián Ríos amplió aquí los límites del campo, como lo hicieron en su día Joyce o Guimarães Rosa. Una obra maravillosa. Esta reedición sólo puede ser una noticia grandiosa.

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Abisal entre los mejores libros de 2021 en Revista GQ

abisalAbisal, libro de zonas y de figuras, de Álvaro Cortina Urdampilleta, en la lista de Los mejores libros de 2021 de la revista GQ:

«La novela/ensayo más rotunda, impresionante, colosal, esquiva, ensimismada, estimulante, excesiva, intrépida y majareta del año; un catálogo de obsesiones personales de un autor que piensa en símbolos e imágenes antes que en palabras, sin que eso vaya en detrimento (todo lo contrario) de su imaginativa, envidiable prosa. Un desafío para lectores premium».  SEGUIR LEYENDO

NOLA, lectura recomendada para 2022 en Cursos Culturamas

nolaNOLA, de Antonio Jiménez Morato, en la lista de lecturas recomendadas para 2022 por Cursos Culturamas.

«Este año, el claustro de Cursos Culturamas os recomienda sus últimas lecturas, casi todos son libros editados en los últimos meses, y dos clásicos recomendamos por nuestra profesora de Crítica Literaria.  Diferentes géneros, buenas lecturas. Os deseamos un 2022 lleno de salud y buena literatura. Y si no sabes qué regalar, regala siempre buenos libros o uno de nuestros talleres online de Cursos Culturamas.» SEGUIR LEYENDO

Paco Inclán en Valencia Plaza

Lidia Caro entrevista a María Bastarós, Kike Parra y Paco Inclán para hablar sobre la reivindicación de los relatos. En Valencia Plaza:

Cuentistas: la reivindicación de los relatos

dadas-las-circunstanciasCuentan que Julio Cortázar afirmó que “La novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut”. El escritor argentino continuó el símil pugilístico diciendo que “El buen cuentista es un boxeador muy astuto, muchos de sus golpes iniciales pueden parecer poco eficaces cuando, en realidad, están minando las resistencias más sólidas del adversario”.

El género de la narrativa más o menos breve, los relatos o cuentos, tiene tanta validez como la novela, sin embargo, se publican muchas más novelas que libros de relatos. ¿Se le da más valor a la novela? ¿Parece que el relato sea una narrativa de principiantes? ¿Son estas preguntas una tontería?

María Bastarós es escritora e historiadora del arte. Ha publicado la novela Historia de España contada a las niñas (Fulgencio Pimentel), el libro de relatos No era a esto a lo que veníamos(Candaya) y los manuales de historia Herstory: una historia ilustrada de las mujeres, y Sexbook: una historia ilustrada de la sexualidad (Lumen).

Sus primeros gestos como cuentista se remontan a los doce años. “A los doce años comencé a asistir a un Club de escritores en mi colegio, una actividad extraescolar que no gozaba de ningún éxito. Creo que en total éramos unos seis participantes. Yo era la más pequeña y la única de mi curso en asistir, así que mi vergüenza era inmensa. Lo llevaba un cura al que recuerdo —contra todo pronóstico— como un personaje nada oscuro. Recuerdo una ocasión concreta en la que nos pidió un relato sobre «el chico o la chica que os gusta» (reitero lo de que el cura no era un tipo oscuro porque este último dato le hace flaco favor a esa afirmación). Mi cuento comenzaba con una adolescente —yo—, que está preparando un bizcocho antes de ponerse a escribir un relato que le da mucho apuro, y continuaba con la posterior quema de dicho bizcocho, el humo en la cocina, las llamas ascendiendo por el techo —evidentemente mi yo de doce años no entendía el funcionamiento de los hornos—, los bomberos y, por supuesto, ni palabra del chico en cuestión. La literatura siempre te ofrece una estrategia para el disimulo, hasta para el disimulo con salero”.

Kike Parra, el autor de Ninguna mujer ha pisado la luna y Me pillas en mal momento(Relee) comenzó su singladura con una historia de aventuras: “Tendría once o doce años y en esa época imitaba a Enid Blyton. Iba de una chica a la que se le escapa el perro mientras dan un paseo por la montaña y lo encuentra dentro de una cueva en la que hay un tesoro y unos malvapaco-inclan_forCropdos que llegan para llevárselo”. Para Parra existe cierta situación novela versus relatos “Pierde el relato y pierden los lectores y las lectoras. Por un lado, hay una opinión generalizada de que es más complicado escribir una novela que un libro de relatos, por otro, aún hay novelistas que miran a los escritores de relatos por encima del hombro y, por último, está la realidad impuesta por la mayoría de editoriales, que apuestan por publicar novelas antes que relatos, incluso aún las hay —de las que llamamos grandes— que ocultan al lector que está ante un libro de relatos. Con este panorama, el hábitat creado es el de que la novela es lo que se tiene que leer, lo demás, como existe menos, se queda fuera”.

No opina así María Bastarós “Nadie pierde. Todo el que lee sabe que hay novelas y cuentos extraordinarios, y también ensayos y fanzines y poemas y cómics y fotonovelas. Uno puede rastrear la belleza en una canción de trap y en las instrucciones de una bolsita de ramen precocinado. Pensar en formatos como criterio de valoración me parece un error. Es cierto que mucha gente da prioridad a la novela sobre el relato, que sienten que con quinientas páginas pesando en las manos invierten su tiempo en algo más importante o trascendente. En mi opinión hay relatos que en veinte páginas te han volado la cabeza con un disparo más certero que el de cualquier novela, y también hay novelas que te cambian la vida, y cuentos que te ofrecen una mirada sobre el mundo tan singular que nunca olvidas determinadas frases, determinados desenlaces. Hay mucha literatura y, por mi parte, muy poco interés en dividirla en nichos”. Tampoco Paco Inclán, el autor de los libros de relatos Tantas mentiras, Incertidumbre y Dadas las circunstancias, publicados por la editorial Jekyll&Jill. “No lo veo en términos de competencia. Ambos géneros tienen suficientes rivales externos para además tener que competir entre ellos. Cualquier género es bueno siempre que lo que se cuente también lo sea”. SEGUIR LEYENDO

NOLA, entrevista a Antonio Jiménez Morato

Esther Peñas entrevista a Antonio Jiménez Morato con motivo de la publicación de su libro, NOLA. En Solidaridad Digital:

«La Historia no es más que una rama de la literatura con pretensiones documentales»

nolaDespués de algunos títulos más que estimulantes (La piedra que se escribe, Mezclados y agitados o Lima y limón), del florilegio antólogo de Poesía en mutación o de la selección –como toda colección siempre impugnable– de cuentos del mejicano Alberto Chimal, Siete, este filólogo y maestro, también crítico literario llamado Antonio Jiménez Morato (1976) acaba de regalarnos una novela alucinada, densa como sangre de sacrificio en prosa, que nos atropella, nos seduce, nos embiste y nos fascina a partes iguales: NOLA (Jekyll & Jilles), un asentamiento en intensidad de escala (narrativo, emocional, lingüístico, sonoro) en la ciudad de Nueva Orleans.

«Suena horrible, lo sé, me imagino tu cara ahora mimo hipócrita lector», escribe el narrador cuando da cuenta del olor de los jóvenes que viven en la calle. ¿La buena literatura es aquella que incomoda al lector?

No sabría decir si tiene que incomodar como tal, porque la sensación de displacer no es la única característica de la buena literatura, quiero decir que la buena literatura no se caracteriza solo por ser displicente, pero sí creo que, desde luego, no puede dejar indiferente al lector. Iría más allá, no solo no debería dejar indiferente al lector, sino tampoco al estamento literario, ni a su industria o ámbito profesional, elija cada uno el término que quiera, ni siquiera al propio autor que la escribió le podría dejar incólume. Porque muchas veces se olvida algo tan sencillo como eso, que una literatura que el autor suelta como quien va al retrete no va a cambiar la literatura, ni siquiera va a permanecer allí mucho tiempo, apenas lo que se tarde en accionar la cisterna. Hoy vivimos en medio de una profusión de una literatura de consumo, contra la que no tengo nada per se, hay literatura de consumo que es estupenda, aunque conviene no perder de vista cuáles fueron sus objetivos y presupuestos, no dejar de lado como suele hacerse demasiado a menudo que tampoco eran especialmente ambiciosas en lo literario, y eso las lastra aunque no queramos verlo porque todos tenemos eso que ahora llaman «placeres culpables» y antes se denominaban «debilidades», estoy pensando en Zweig o Simenon, cimas de la literatura de consumo pero literatura de consumo a fin de cuentas. Sí que me resulta un tanto incómodo que el mero argumento de la cantidad de libros vendidos sirva como marchamo de la supuesta calidad de un libro, que sea un mecanismo objetivo no lo hace válido, ni sobre todo omnipotente, me temo. Nadie diría que un menú de una cadena de hamburgueserías es mejor que un filet mignon porque se vendan muchos más menús. Por ejemplo, bajando mucho el listón respecto a los ejemplos anteriores: todo el revuelo con los Carmen Mola. Parece que lo indignante sea que tres tipos se enmascaren tras un nombre femenino, cosa que leída de modo literal lo que evidencia es que sí se ha producido un vuelco real en la industria del libro y la institución literaria respecto a la situación del pasado, o sea, que esto debería haber sido leído como una victoria del feminismo más superficial y no como una afrenta, que es lo que ha sucedido porque no se quiere ver lo obvio, y en cambio ha pasado desapercibido y considerado como cosa perfectamente normal lo verdaderamente escandaloso: que se pueda fabricar, siguiendo unas directrices reconocibles a las que amoldarse un súper ventas y que sea exitoso, porque la mayoría de estos best sellers prefabricados no venden un carajo, por eso las librerías están llenas de libros malos hechos pensados para que se vendieran, en buena medida son malos por eso, porque quisieron ser los más acomodaticios de todos los libros, y en cambio estos dieron en el clavo, molaron podría decirse, como en su momento hizo Umberto Eco con El nombre de la rosa, por poner un ejemplo de alguien que era brillante, ahí están sus ensayos para demostrarlo y hacía buena literatura comercial o de consumo, porque el problema es que suele pensarse que los escritores de estos libros son menos brillantes que los otros, cosa que no es real. Pero lo que se confirma es que sí se puede fabricar un producto para un nicho de mercado reconocible, y esto viene además acompañado no ya de las campañas de publicidad y promoción lógicas y esperables de las editoriales para colocar sus productos, el otro día llegué a ver carteles por las calles como si de conciertos de pop se tratase, sino, y creo que es incluso peor, de una legitimación a manos de críticos de suplementos culturales, porque en los suplementos se publicaron críticas laudatorias de los libros de Carmen Mola como ya sucedió antes con los de Pérez-Reverte para legitimarlos y tantos otros ejemplos de por qué están las mesas de novedades de las librerías tan bastardeadas y llenas de lo que están llenas. Entonces, frente a esa literatura de mero consumo, intercambiable, casi podría decirse que desechable una vez ha servido a su uso, efímera y banal, sí que me gusta ensalzar una literatura que interpela, que incomoda, que hace pensar, que obliga a cuestionar cosas. Una literatura que conmueve, que remueve, que escapa a las clasificaciones y que surge de modo muy intuitivo, incontrolable y hasta cierto punto doloroso para su creador. No creo que todo eso suceda solo mediante la sensación de incomodidad, pero sí que, y en eso estoy de acuerdo con la mayor de la pregunta, está claro que desde luego no con o desde la de comodidad. Una literatura comodona y apoltronada no es buena, no puede serlo casi por definición, y desde luego no es algo que a mí me interese, ni como lector ni como autor. Pero de aquí surge otra paradoja que voy a explicar porque no querría ser malinterpretado. Llama la atención que mucha de la literatura que se nos vende, uso el verbo con toda la malicia del mundo, como «arriesgada» sea en cambio eminentemente comodona, porque requiere para funcionar de que se mantenga el estado de cosas. Digo esto porque, precisamente, una de las «marcas de identidad» de mucha literatura actual es la búsqueda del escándalo, pero lo hace recurriendo a una supuesta inmoralidad que en realidad impone, exige, la existencia de esa moral a la que se ataca. Por ejemplo, casi todo lo que leo sobre el poliamor da bastante vergüenza ajena, porque está cimentado en una actitud del tipo «qué salvajes e intrépidos somos, y lo somos porque hay que ver cuánto molestamos al burgués por follar con quien queremos». Luego necesitas la existencia de esa moralidad establecida y que se perpetúe para que alguien pueda sentirse escandalizado por tu libro. El día que eso se resuelva tu libro pasa a ser una rareza de museo, como mucho. Si la única virtud de tu libro es el escándalo, mal negocio. Si seguimos leyendo a Rimbaud, a Verlaine y a Flaubert es porque sus libros eran buenos, no por el escándalo generado en torno a ellos en la sociedad de su tiempo. De hecho, la mayoría de la gente que se acerca a ellos ni siquiera sabe que sus autores tuvieron problemas con la ley. Otro ejemplo más doloroso si cabe es la continua revisión del canon que se lleva a cabo de modo constante y un poco ingenuo desde filas feministas o poscoloniales: lo verdaderamente rupturista sería desactivar la idea del canon, no querer meter la cabeza y exigir formar parte de algo tan aburridamente burgués como la idea de un conjunto de modelos y referentes comunes, esto es, una imposición para los planes educativos, instituciones artísticas, gobiernos, etc. O sea, en última instancia no van contra el sistema que se ha revelado inoperante y excluyente, sino que quieren integrarse en él. Pues vale, me parece perfecto, pero volviendo al principio, entonces no te incomoda el canon, la idea de exclusión o de unos valores impuestos, te incomoda no estar en él, no ser doxa, y en ese fascismo dúctil e interesado me cuesta encontrar algo que me provoque simpatía.  SEGUIR LEYENDO

Juan Francisco Ferré sobre Larva

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«Vuelve LARVA a las librerías, en una edición primorosa que le restituye la intempestiva novedad de la primera vez, y, con ella, la fiesta novelesca más explosiva de la literatura española del siglo XX.

[La literatura de Julián Ríos es la más creativa e ingeniosa expresion del Eros joyciano en la literatura española. He escrito un extenso ensayo para probar este aserto, que puede leerse en la revista Tropelías en un impresionante número consagrado a la literatura de Ríos. El texto que publico a continuación es un compendio del primer apartado, referido a la grandiosa Larva y su impacto en el joven lector que yo era en los años ochenta. Quienes me reprochan no haber seguido la estela creativa de Ríos en mi literatura no han entendido nada: ni de la literatura de Ríos ni, por descontado, de la mía, por la que el autor de Larva, modestia aparte, siente el aprecio que demuestra, entre otras cosas, el prólogo que escribió para la edición francesa de Providence de 2011 y que aparecerá en su próxima colección de ensayos, como Ríos mismo me anunció hace unos meses.]

Todos los nombres de la literatura, decía Borges, designan al mismo escritor de todos los libros de la historia. Esa lista infinita incluiría a Julián Ríos, escritor plurilingüe y cosmopolita como pocos. Si no fuera por Ríos, la literatura española sería un velatorio interminable. Un velatorio sin verdadera novela bufa. La vela fúnebre del velatorio se transformó en novela de novelas gracias a la gracia incomparable de Ríos. Y así se gestó Larva (1983), la novela gigante o giganovela. La primera novela cibernética e hipertextual de la literatura española, por la gran cantidad de información que almacena para el cerebro de sus usuarios, y también la primera novela activa e interactiva, por el alto nivel de participación y colaboración que exige de estos. Y adictiva, además, por el enganche verbal que causa su escritura, compuesta a partes iguales de puzles, enigmas y crucigramas promiscuos como de calambures políglotas.» SEGUIR LEYENDO

Homenaje a Julián Ríos en Revista Tropelías

Julián Ríos: Foto @Amaya Aznar

 

Tropelías, Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Zaragoza, dedica un número extraordinario a Julián Ríos y a su obra.

Homenaje a Julián Ríos

Max Hidalgo, David Torrella Hoyos y Mario Martín Gijón, coordinadores.

 

Presentación

Larva 2021: metamorfosis de una escritura plural. Homenaje a Julián Ríos Max Hidalgo, David Torrella Hoyos, Mario Martín Gijón

 

Larva 2021

Larva 2021 (imágenes) Los editores

Ríos, latinoamericanos Raúl Antelo 

Filosofía del lenguaje y poética de Julián Ríos Stéphane Pagès

El eros joyciano de Julián Ríos Juan Francisco Ferré

Larvosio; donde cuento brevemente mi experiencia como corrector de Larva y realizo otras consideraciones Alejandro Hermosilla

Ontología y semiosis Modos de ser y significar en Larva. Babel de una noche de San Juan Marco Antonio Núñez Cantos 

Larva. Babel de una noche de San Juan, de Julián Ríos o el vértigo de identidades de Don Juan Tenorio Alessia Faiano 

Larva, la lengua en la pirotecnia políglota de una noche de Babel de Don Juan Dante Medina 

 

Metamorfosis de la escritura

Sombras, voces y signos en la obra de Julián Ríos: los inicios de una escritura plural David Torrella Hoyos

Tiempo e imagen en «Sombreros para Alicia» de Julián Ríos: hacia una posición infantil Daniela Fumis

Amar Amores que Atan Steven Moore

Facciones, marcos y quebraduras de Julián Ríos: Monstruario Miguel A. Olmos 

Julián Ríos, anfitrión en Casa Ulises David Viñas Piquer 

Enmascarar y desenmascarar el(los) sujeto(s): Puente de Alma de Julián Ríos Carolyn A. Durham; Júlia Sanchón Soler

Dédalos, encrucijadas y coincidencias: París y la memoria en Puente de Alma de Julián Ríos Laura Shine; Max Hidalgo Nácher 

Una escritura entre Ríos Alejandro Toledo 

Neología en las obras de Julián Ríos Javier Enríquez Serralde 

L’escriptura en espiral de Julián Ríos Ricard Ripoll 

Julián Ríos y la contemporaneidad literaria: cosmopolitismos de una España fuera de sus castillas Max Hidalgo

 

Entrevistas

Entrevista a Julián Ríos sobre Larva. Babel de una noche de San Juan (2020) Alessia Faiano 

Julián Ríos en sus propias palabras (2009-2010) Helena Dunsmoor

Entrevista con Julián Ríos (2005) Mark Thwaite 

Entrevista mexicana (2001) Alejandro Toledo

Julián Ríos e o livro-mundo (1994) Milton Hatoum 

 

Homenaje

Una página para acompañar un homenaje a Julián Ríos Eduardo Milán

Larva, 2021 Frederic Amat 

Rayuela cumpleañera / Recorriendo el Ulises Julio Ortega 

Julián Ríos Milton Hatoum 

Pressauro Augusto de Campos 

Julián Ríos: An envelope of beginnings Thomas McGonigle

Julián Ríos, Babel et le Talmud en hommage Albert Bensoussan

Cazadnos las raposas Falso poema para Julián Ríos Ángel Cerviño 

Larva, vint mil llegües sota els mars del llenguatge Ester Xargay 

Traducción de Cortejo de sombras al árabe Abdelatif Ben Salem 

Mi vida con Julián Ríos Raúl Herrero 

 

Coda

LOS EXTRANJEROS (Una ficción y un capítulo inédito de una novela) Julián Ríos 

Entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en Solidaridad Digital

Esther Peñas entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la reciente publicación de su ensayo Abisal, libro de zonas y de figuras. En Solidaridad Digital:
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«La vida cotidiana de cada cual es bastante más extraña de lo que después pensamos»

Hay libros que son tan frondosos como junglas y tan exquisitos y bellos como los jardines babilónicos, libros que son un entramado de conexiones delirantes, fascinantes, atrevidas, deliciosas. Libros de cartografía imposible pero trazada (en índices con sentido), libros de espíritu humanista y gamberro desplegado en un festín privado para el que se expenden venias. Abisal. Libro de zonas y figuras (Editorial Jekill&Jill), de Álvaro Cortina Urdampilleta (Bilbao, 1983). Por ejemplo. 

¿Qué nos dice de un escritor el hecho de que el índice sea una de las cosas de las que más orgulloso esté?

Seguramente, nos dice que siente que, pese al caos y a las contingencias, ha conseguido fijar un camino, una senda, y que la ha seguido. Prefijar sendas y realizar la marcha, hacer planes y cumplir planes: ¿no es esto, acaso, Esther, un reflejo de la vida y la medida de nuestros éxitos y nuestros fracasos? ¡Eso nos dice un índice, pero cuando el libro ya ha sido escrito, Esther, nunca antes! Antes es sólo un exoesqueleto, un cúmulo de promesas. Como ves, he tenido sentimientos muy intensos con mi índice.

¿La vida es esto mismo, un rizoma (por utilizar el símil de Deleuze), un entramado de conexiones? 

La vida, técnicamente hablando, tiene una estructura. Tengo entendido que el orden es: nacer, desarrollarse, morir. Entre medias, a veces, también encontramos la reproducción y la cotización en la seguridad social; otras, no. Pues bien, aquí hay una estructura. Otra cosa es la imaginación. La vida de la imaginación es más caótica, se crea por asociaciones, por ocurrencias y por apropiaciones: esto genera un magma portentoso, siniestro o cómico, y en todo caso abisal. El libro es un tratado sobre las formas de la imaginación. Un bestiario de estados de ánimo. Las zonas esenciales, los espacios vistos por los poetas, las figuras de esas zonas (pobladores y moradores), y las madréporas temporales son sus protagonistas. Esto es compatible con nacer, con desarrollarse y con morir. Técnicamente, es un mundo paralelo. SEGUIR LEYENDO

La canción de NOF4 en la lista de los 6 libros revelación de 2021 de La Sexta

La canción de NOF4, de Raúl Quinto, en la lista de los 6 libros revelación de 2021 de AhoraQuéleo de La Sexta.

Pocos libros tan originales y fascinantes se han publicado este año como ‘La canción de NOF4‘.

A través de un texto en el que caben la biografía, la novela, el ensayo y la poesía, Raúl Qinto cuenta la historia de Fernando Oreste Nanneti, un hombre diagnosticado de esquizofrenia, que pasó la mitad de su vida encerrado en el manicomio de Volterra, en Italia. En su tiempo libre, con la hebilla del chaleco de su uniforme, escribió en un muro un libro de setenta metros de largo SEGUIR LEYENDO

 

Abisal de Álvaro Cortina Urdampilleta en Culturamas

abisalÍñigo Linaje dedica una excelente reseña a Abisal, libro de zonas y de figuras, de Álvaro Cortina Urdampilleta. En Culturamas:

La lectura de un libro siempre es un reto. Si ese reto viene envuelto en setecientas páginas y el propio autor -en el exordio- lo define como un conglomerado, como un collage de ideas, reflexiones y juegos metaliterarios el reto es doble. Abisal, el último libro de Álvaro Cortina Urdampilleta, es un laberinto lleno de conexiones subterráneas donde las lecturas y la vida del autor se funden con la literatura y el pensamiento. Un híbrido de carácter experimental que trasciende las fronteras del ensayo y todo tipo de catalogación genérica. Lo dice Enrique Vila-Matas en la faja promocio
nal: ¿Quién empujó a Álvaro Cortina a buscar un tipo de ficción que intenta hacer algo que no se había intentado nunca antes?

Tal y como indica el título, Abisal es una inmersión en las profundidades del arte y la literatura. Una obra heterodoxa e inclasificable -abundante en citas y referencias paratextuales- escrita por un estudioso de la cultura en sus más variadas manifestaciones. El volumen se lee con el interés que despiertan los libros que exigen un esfuerzo notable de atención por parte del lector, y evita la prolijidad de los materiales expuestos mediante una prosa ágil y dinámica, que salta continuamente de un motivo a otro y que, más que sumir al lector en el desconcierto, lo anima a seguir explorando en ese laberinto de espejos paralelos.

No es fácil encontrar antecedentes a este libro en nuestra tradición literaria. Salvando las distancias, podríamos recordar aquella travesía alucinante de Rafael Argullol titulada Visión desde el fondo del mar, una obra con la que esta guarda ciertas concomitancias, ya que mezcla literatura y mitología, arte y pensamiento, y comparte con Abisal el mismo ánimo explorador y totalizador. Igual que sucede en el libro del catalán, una minúscula frase extraída de una novela le sirve a Cortina para establecer las conexiones más audaces e insospechadas. De esta manera, un diálogo de Moby Dick encuentra su correspondencia en una cita bíblica o unos versos de Novalis en un aspecto particular de la filosofía de Schopenhauer. A su vez, esa misma cita puede conectar con el pasaje de una película (El resplandor, por ejemplo) y derivar en una meditación de ese paseante solitario que fue Rousseau y es el propio Álvaro Cortina. SEGUIR LEYENDO

Juan Peregrina Martín recomienda Saturno de Eduardo Halfon

Juan Peregrina Martín recomiSATURNO2enda Saturno, de Eduardo Halfon, en ME NO KNOW NOTHING:

Las relaciones paterno-filiales tienen ciertos ingredientes que permiten a la literatura ahondar en sus orígenes, conflictos y resoluciones.

Eduardo Halfon (Guatemala, 1951) publicó una nouvelle que desde el título avisa de un protagonismo inmenso de la figura paterna, adquiriendo tintes del titanismo clásico por el que conocemos, entre otras características como la de querer devorar a su camada, al dios aludido con el mismo nombre.

Las Saturnales era una fiesta romana en la que elementos como la luz y las plantas eran fundamentales así como la relajación de las costumbres -propias de toda fiesta-: Saturno era el dios de las cosechas, de lo que crece y vive y se regenera cada año, ofreciendo frutos, alimento y bienestar a las personas.

Con todo esto sobre la mesa, Halfon decide que esa luz será oscuridad, la regeneración, muerte y la fiesta de la comunicación literaria, así, se transforma en una celebración de la intimidad más oscura por todo lo alto: conoceremos decenas de figuras literarias, fobias y tragedias en torno a ella.

La dificultad, superada con creces por el escritor, estriba en que en tan poco espacio -apenas 70 páginas- logra transportarnos mediante un leve y sutil hilo narrativo por el pensamiento y la (in-)acción de un narrador inestable, atractivo y que nos emociona hasta el extremo en alguna ocasión en que recuerda, ya que la memoria resulta imprescindible para la historia, cómo fue la conversación con su progenitor, cuál fue la frase que este lanzó y acertó a clavar en su hijo o la opinión que el hombre maduro tiene sobre la actividad literaria del joven inexperto en la vida.

Aparte de reiteraciones que nos introducen en una lectura profunda que nos sitúa al lado del narrador, -es decir, no estamos por encima, no nos creemos por debajo de él- lo que insinúa Halfon con un hermosos paralelismo es que la creación convive en lo materno y la destrucción en lo paterno, lo masculino como símbolo guerrero y el femenino como creador, que transforma así la violencia en lengua: nuestro narrador entonces repasa entre memoria y voces que acuden en su ayuda a tantas escritoras cuya historia acaba en tragedia, a tantos escritores que decidieron trasegar el otro lado tras terminar de escribir este, vivir aquí, soportar la carga que sus mentes insistían en que significaba la vida, un día y otro y otro. SEGUIR LEYENDO

Entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en La torre de Babel

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Ana Segura y Alberto Guardiola entrevistan a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la publicación de su ensayo Abisal, libro de zonas y de figuras, en el programa cultural La torre de Babel, Aragón Radio.

«Hasta el mayor analfabeto, hasta el más reseco de los hombres de ciencia, es un artista”. Lo sostiene Alvaro Cortina Urdampileta en Abisal, libro de zonas y figuras que publica con Jekyll y Jill. Abisal es un ensayo, pero también es narrativa…  Son 700 páginas inclasificables, un tratado sobre los sistemas de imágenes de los poetas, en el que funde la fantasía con la existencia cotidiana, el cine, la pintura  que va de Edgar Allan Poe a Platón pasando por Miguel Delibes, Francisco Ferrer Lerín o Ignacio Zuloaga. De “Abisal” hablamos esta noche en La Torre de Babel.»

Lo pueden escuchar clicando en el siguiente enlace:

https://www.cartv.es/aragonradio/podcast/emision/la-torre-de-babel-24-11-2021

Larva de Julián Ríos en revista PenúltiMa

Foto: Guillermo Granado Roncero

Antonio Jiménez Morato escribe sobre Larva, Babel de una noche de San Juan, de Julián Ríos, en Revista PenúltiMa:

La paradoja borgeana: experiencia terminal del formato álbum, en torno a la edición definitiva de Larva de Julián Ríos

La edición definitiva de Larva de Julián Ríos, libro mítico publicado en 1983 y que ahora pone a la venta en una edición trabajada junto al autor la editorial Jekyll & Jill para convertirse en el referente de esta obra de cara al futuro, no es solo uno de los grandes acontecimientos del año dentro del mundo editorial y cultural, sino que presenta una oportunidad única para calibrar el alcance de su aportación a la Historia de la literatura, como intenta señalar este texto del director de la revista de este libro que, desde mañana mismo, puede adquirirse en todas las librerías de España.

La aparición de Larva, en noviembre de 1983, publicada por una editorial creada que no había casi publicado en castellano hasta que puso en circulación esta novela, Llibres del Mall, supuso un acontecimiento innegable en la literatura española. Un acontecimiento anunciado y previsto, porque la figura de Julián Ríos, desde hace tiempo, corría de boca en boca entre los círculos de la intelectualidad y la creación artística más vanguardista, tanto por los dos libros que había coescrito junto a Octavio Paz, Solo a dos voces y Teatro de signos, como por su labor como editor en Fundamentos. No era Julián Ríos un desconocido, y la publicación de esa primera novela suya, de la que ya se conocían anticipos previos, fue un aldabonazo en medio de la escena literaria en castellano pero a la postre no supuso la revolución que parecía querer desatar. Sí que se produjo, como ya he dicho, el previsto y anunciado éxito crítico, y comercial, porque en aquel momento todavía existía una parroquia de afectos a las experimentaciones literarias que habían eclosionado en la década anterior, y no estaba todavía plenamente armada la operación mercantil más que editorial que terminó siendo conocida como “Nueva narrativa española”. De hecho, puede decirse que el contexto que facilitó el éxito de la novela en el momento de su publicación fue el mismo que condenó a su autor a los márgenes del mercado, primero, y más tarde de la estima de la república de las letras, al poco de aparecer la novela se publicó, en la misma editorial, todo un libro de homenaje y análisis, Palabras para Larva, en el que se reunía un ramillete de la intelectualidad de avanzada del momento, prefigurando así el lugar que sigue ocupando Ríos de autor ilustre, muy reconocido y apenas leído. Los casi cuarenta años que han pasado desde la publicación de Larva la han convertido en un mito desconocido, reverenciado e ignorado, que ahora, con esta edición definitiva de la novela a manos de Jekyll & Jill podemos calibrar de modo mucho más cabal, tanto en su verdadero alcance como en sus ecos, de lo que ha sucedido en estos cuarenta años. Quizás convenga hacer un poco de repaso para entender a qué me refiero. SEGUIR LEYENDO

Santi Fernández Patón reseña La canción de NOF4

Santi Fernández Patón reseña La canción de NOF4, de Raúl Quinto, en Revista PenúltiMa:

La canción de NOF4, de Raúl Quinto, leída por Santi Fernández Patón

El libro que Raúl Quinto le ha dedicado a la figura y particular caso de Fernando Oreste Nannetti se ha convertido en uno de esos libros que ha ido conquistando a crítica y lectores poco a poco, mediante el boca a boca y la lectura reposada. O sea, solo por el modo en que se ha ido propagando la nueva de su existencia ya da a entender que es un buen libro. Santi Fernández Patón, uno de nuestros cómplices malagueños, se ha aproximado a este libro que no cesa de ampliar su comunidad de lectores que, a través de él, van descubrielacanciondenof4ndo la singularida
d de Nannetti y la metáfora sobre la escritura que subyace en su obra.
Si la locura es la herida por la que se desangra el discurso ordenado sobre el mundo, quizás la escritura se defina como esa otra hendidura, esa incisión, que araña una superficie ―hueso, piedra, arcilla, cera, arena― para dotarla de sentido. No hay delirio del todo inaprensible desde el momento en que las propias palabras constituyen un sistema pautado, un modo de expresión cuya gramática, vale, tal vez se nos escape a quienes no hemos dado el paso definitivo hacia el abismo. Locura y escritura, más allá de cualquier romanticismo, configuran así, en ocasiones, parte del poliedro de las conciencias desquiciadas. Quizás por ello narrar ese vórtice exija una voz acostumbrada a los meandros del lenguaje, una voz que no tema a la fuga, a la experimentación, a exprimir todas las posibilidades del idioma. Una voz, en definitiva, tallada en la forma poética. Raúl Quinto, poeta y narrador singular, cumple esos requisitos, de modo que ya podemos afirmar que La canción de NOF4 es un libro tan bello, además de exquisitamente editado por Jekill & Jill, como delicado en el trato a sus protagonistas.

NOF4 es una de las múltiples firmas que tuvo Fernando Oreste Nannetti (1927-1994), oficialmente un loco recluido hasta el año 1979 en un manicomio de la provincia de Pisa gracias a  la pervivencia de las leyes fascistas durante las primeras décadas de la democracia italiana. Su obra:  setenta metros de muro en el patio del manicomio escritos día tras día con la hebilla de su chaleco de «contención». Setenta metros de metáfora: el muro de su prisión sanitaria convertido en el lienzo donde grabar lo único que le liberaba, ese flujo de palabras, de incisiones. SEGUIR LEYENDO

 

Rosa Belmonte escribe sobre Abisal de Álvaro Cortina Urdampilleta

Rosa Belmonte dedica su columna a Abisal, libro de zonas y de figuras, el nuevo libro de Álvaro Cortina Urdampilleta, y a la película Vida y muerte del Coronel Blimp (Michael Powell, Emeric Pressburger, 1943). En Libertad Digital:

Deborah Kerr por tresabisal

Abisal es un libro abisal, tirando por las profundidades. O a lo mejor sólo tira de manera aparente. Pero Abisal. Libro de zonas y figuras (Jekyll & Jill), de Álvaro Cortina Urdampilleta, es un libro sobre casi todo. O sobre muchas cosas. Robocop, Unamuno, Chateaubriand, John Carpenter, Tácito o El resplandor. En la faja escribe Vila-Matas: «Pero ¿qué has hecho Álvaro Cortina? ¿Quién te empujó a buscar un tipo de ficción que intenta hacer algo que no se ha intentado nunca?». No sé. Me dice su editor, Víctor Gomollón, que es un ensayo inclasificable, extraño, nigromántico, hipnótico, erudito, lírico, divertido a veces, disparatado otras… Yo añadiría que es un libro de fondo de armario que me va a durar mucho. Si lo acabo. De lecturas recientes hay algo que se repite: Deborah Kerr en Vida y muerte del coronel Blimp (1943), de William Powell y Emeric Pressburger (The Archers). En Deborah (Notorious), de José Luis Garci, larga entrevista con la actriz, es de las primeras películas de que hablan. La película que odiaba Churchill y a la que intentó boicotear (no dejó que Laurence Olivier participara reteniéndolo en el servicio militar) es eso que se llama una película de culto. Una de las más extraordinarias del cine británico. Y de ella también habla Álvaro Cortina.  SEGUIR LEYENDO

La canción de NOF4 en Lector Salteado

Mario Aznar reseña La canción de NOF4 en Lector Salteado:

Fernando Oreste Nannetti pasó más de veinte años de su vida encerrado en el pabellón penitenciario del manicomio de Volterra, en Italia, donde escribió una obra extraña y fascinante sobre un muro de más de setenta metros de largo. Escribía o inscribía —pues el resultado está muy cerca del grafiti y es considerado muestra emblemática de Art Brut— con la hebilla metálica del chaleco o cinturón —según la versión— de su uniforme, realizando esforzadas hendiduras en la superficie poco cómplice de la pared.

lacanciondenof4Este es el material principal del que se alimenta la singular novela de Raúl Quinto, La canción de NOF4, editada este año por Jekyll & Jill con una fabulosa ilustración de cubierta, obra de Alejandra Acosta. Aunque fuera apócrifo, el material de partida es indudablemente bueno, hay que admitirlo, y la imagen que proyecta es de una potencia obnubilante. Por eso en estos casos el riesgo es exponencialmente mayor. ¿Cómo no desbaratar una historia ya de por sí subyugante y atractiva? Es un caramelo envenenado. Un caballo de Troya que el poeta Raúl Quinto se propone y logra capear con éxito aplastante.

Quinto ha abierto las puertas de la enorme trampa de madera, ha saludado al enemigo y lo ha sentado a su mesa. El resultado es una narración hipnótica con vocación fabulística, pulso de ensayo y raigambre poética.  SEGUIR LEYENDO

Este pequeño arte, de Kate Briggs en Sonograma

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José de María Romero reseña Este pequeño arte, de Kate Briggs, en Sonograma Magazine.

Entre la lengua de origen y su fiel, si subjetiva, traslación al idioma de destino, versión y diversión terminan por fusionarse, porque “de la práctica de la traducción se pueden sacar inmensos placeres. Está el amateurismo y el no saber, la improvisación y la enseñanza, así como el empuje para alcanzar un conocimiento especializado”. En la miscelánea Este pequeño arte (Jekyll & Jill, 2020. Traducción de Rubén Martín Giráldez) la crítica anglosajona Kate Briggs se resiste a someter la práctica de la traslación literaria a ese tipo de análisis forense al que sometemos nuestros prejuicios, una intrusión “localizada en el tiempo y el espacio, y siempre determinada (…) por su tiempo y su lugar”.

Al torpe rosario de filias y fobias al que nos tienen acostumbrados los vademécums dizque letraheridos, la intérprete inglesa del semiólogo francés Roland Barthes (1915 – 1980) opone la concordancia, la convivencia, la atención, el enriquecimiento, “nuestra manera de abordarnos entre nosotros, mostrarnos afecto, apego y amor”. A la luz de una tradición ajena, un ajuste de cuentas, una traición que cuestiona sus propias motivaciones, una duda ontológica que lucha por su supervivencia, como postula el admirado autor de La chambre claire (1980), consistente en “ir donde el mundo lo lleve: ser conducido, ser arrastrado por esa palabra (…) permitirse el tambaleo”. SEGUIR LEYENDO

Entrevista a Raúl Quinto en El asombrario

Carlos Madrid entrevista a Raúl Quinto en la revista El Asombrario, diario Público.

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Foto: M. C. Moreno

El hombre que escribió un libro en el muro de su manicomio

Dice el escritor Raúl Quinto que su último libro, ‘La canción de NOF4’ (Jekyll & Jill), supone el cierre de una larga obsesión por una vida terrible y fascinante al mismo tiempo. Unos términos que hacen referencia a la investigación que realizó sobre la figura de Fernando Oreste Nannetti, un hombre que fue encerrado décadas en un psiquiátrico y que día tras día escribió un libro en el muro del manicomio con la hebilla de su cinturón. Una historia que le sirve al mismo tiempo, o más bien le empuja, a reflexionar sobre la locura, la escritura y la vida.

El libro es una investigación, un intento por responder a las preguntas que te nacen cuando descubres la figura de Fernando Oreste Nannetti. ¿Por qué es tan importante para ti?

Nanetti es un personaje real. Un italiano que nació en el 27 y murió en el 94, por lo que atravesó el S. XX. Y que, como tantos otros, pasó gran parte de su vida encerrado en una institución psiquiátrica durante sus años más duros. Hablamos de cuando seguían vigentes las técnicas de los electroshocks y de la medicación abusiva. Se convirtió en una persona que las instituciones han querido borrar. Al no concordar con lo que debería ser un ser humano normal, lo enclaustraron. Pero Nannetti se rebela ante eso escribiendo en el muro del manicomio un libro de piedra de más de 70 metros cuadrados. Resiste gracias a la escritura, al arte. A mí me fascina esa idea: cómo un hombre que está destinado a ser borrado es capaz de ofrecernos una obra así. También me llama la atención que escribió el libro con la hebilla del cinturón del chaleco del uniforme, un día tras otro, un año tras otro. Me parece ya de por sí una imagen tremenda y que tiene mucho potencial para tirar por otros caminos.

Entre esos otros caminos, uno muy importante es la locura. Y dónde están los límites. Llegas a decir que es cuestión de estadística.

A lo largo del libro voy haciendo una evolución de la locura en la historia. Ahí se ve que es algo político, no una categoría cerrada, que tiene que ver con la estructura en la que se manifiesta. Lo que en un momento determinado podía ser un artista o un visionario, pasado el tiempo se vuelve un loco o un endemoniado. La locura no deja de ser algo mutante. Esto tiene que ver con qué catalogamos como loco, pero también con lo normal. Y quién establece esos límites.

Para dar contexto a esto, explicas también el momento en el que vivió Nannetti. Y uno se pregunta cómo no iba a volverse loco cuando parecía que el mundo se iba acabar. Recordemos que es el s. XX en Italia, país que sufrió la dictadura de Mussolini, la II Guerra Mundial, la amenaza mundial de las bombas nucleares y un largo etcétera.

Al final somos fruto también de nuestro momento histórico. El objeto principal sobre lo que versa el libro son los escritos del muro. Todo eso que luego plasma en la pared sale de él mismo y está basado en sus propias experiencias. Ese mundo es un pequeño siglo XX en miniatura, desde el totalitarismo fascista de su primera etapa, la destrucción absoluta de la guerra, el caldo de cultivo del movimiento obrero que surge en Italia en los años 50, la Guerra Fría… Todo eso va ocurriendo y él estaba ahí, la historia pasa por encima de él. Y, sin embargo, él brilla gracias a ese libro, consigue romper con su destino. SEGUIR LEYENDO