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Entrevista a Raúl Quinto en El asombrario

Carlos Madrid entrevista a Raúl Quinto en la revista El Asombrario, diario Público.

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Foto: M. C. Moreno

El hombre que escribió un libro en el muro de su manicomio

Dice el escritor Raúl Quinto que su último libro, ‘La canción de NOF4’ (Jekyll & Jill), supone el cierre de una larga obsesión por una vida terrible y fascinante al mismo tiempo. Unos términos que hacen referencia a la investigación que realizó sobre la figura de Fernando Oreste Nannetti, un hombre que fue encerrado décadas en un psiquiátrico y que día tras día escribió un libro en el muro del manicomio con la hebilla de su cinturón. Una historia que le sirve al mismo tiempo, o más bien le empuja, a reflexionar sobre la locura, la escritura y la vida.

El libro es una investigación, un intento por responder a las preguntas que te nacen cuando descubres la figura de Fernando Oreste Nannetti. ¿Por qué es tan importante para ti?

Nanetti es un personaje real. Un italiano que nació en el 27 y murió en el 94, por lo que atravesó el S. XX. Y que, como tantos otros, pasó gran parte de su vida encerrado en una institución psiquiátrica durante sus años más duros. Hablamos de cuando seguían vigentes las técnicas de los electroshocks y de la medicación abusiva. Se convirtió en una persona que las instituciones han querido borrar. Al no concordar con lo que debería ser un ser humano normal, lo enclaustraron. Pero Nannetti se rebela ante eso escribiendo en el muro del manicomio un libro de piedra de más de 70 metros cuadrados. Resiste gracias a la escritura, al arte. A mí me fascina esa idea: cómo un hombre que está destinado a ser borrado es capaz de ofrecernos una obra así. También me llama la atención que escribió el libro con la hebilla del cinturón del chaleco del uniforme, un día tras otro, un año tras otro. Me parece ya de por sí una imagen tremenda y que tiene mucho potencial para tirar por otros caminos.

Entre esos otros caminos, uno muy importante es la locura. Y dónde están los límites. Llegas a decir que es cuestión de estadística.

A lo largo del libro voy haciendo una evolución de la locura en la historia. Ahí se ve que es algo político, no una categoría cerrada, que tiene que ver con la estructura en la que se manifiesta. Lo que en un momento determinado podía ser un artista o un visionario, pasado el tiempo se vuelve un loco o un endemoniado. La locura no deja de ser algo mutante. Esto tiene que ver con qué catalogamos como loco, pero también con lo normal. Y quién establece esos límites.

Para dar contexto a esto, explicas también el momento en el que vivió Nannetti. Y uno se pregunta cómo no iba a volverse loco cuando parecía que el mundo se iba acabar. Recordemos que es el s. XX en Italia, país que sufrió la dictadura de Mussolini, la II Guerra Mundial, la amenaza mundial de las bombas nucleares y un largo etcétera.

Al final somos fruto también de nuestro momento histórico. El objeto principal sobre lo que versa el libro son los escritos del muro. Todo eso que luego plasma en la pared sale de él mismo y está basado en sus propias experiencias. Ese mundo es un pequeño siglo XX en miniatura, desde el totalitarismo fascista de su primera etapa, la destrucción absoluta de la guerra, el caldo de cultivo del movimiento obrero que surge en Italia en los años 50, la Guerra Fría… Todo eso va ocurriendo y él estaba ahí, la historia pasa por encima de él. Y, sin embargo, él brilla gracias a ese libro, consigue romper con su destino. SEGUIR LEYENDO

 

Entrevista a Rafa Cervera en The Objetive


Carlos Madrid entrevista a Rafa Cervera con motivo de la publicación de su novela Porque ya no queda tiempo en The Objetive:

Foto: ©Álvaro Leivas
Foto: ©Álvaro Leivas

Ficcionarse a uno mismo para poder contarse

Comienza Rafa Cervera su última novela Porque ya no queda tiempo (Jekyll & Jill) con una frase lapidaria: “Redacto esto mientras estoy vivo, para que lo leas ahora que he muerto”. Una máxima que cobra sentido dentro de esta novela de no ficción ya que, como él apunta, “no queda tiempo porque nunca quedó”. Así, bajo esta toma de conciencia sobre nuestra existencia, se lanzó a contar su vida. Eso sí, desde una realidad ficcionada.

Tomando los momentos que a él le interesan para contarse y sin respetar el tiempo, ha creado un libro en el que se cuelan momentos con artistas de la talla de Lou Reed, literatura, habitaciones de hotel, su Valencia natal, amistades y familia, y que tiene a la música y a su propia vida como grandes protagonistas. La literatura absorbe a la realidad para ofrecer unas sensaciones sobre la vida de Cervera que al final se acaban convirtiendo en sentimientos universales. Una novela valiente a la que el lector se deberá asomar sin complejos.

¿Por qué ya no queda tiempo?

No queda tiempo porque en realidad nunca quedó. El tiempo es un concepto muy engañoso y no se nos prepara en esta cultura occidental para ello. De repente un día te das cuenta que no queda el tiempo que nunca te dijeron que se iba a agotar tan rápido. Hay un momento en el que tienes más pasado por detrás que futuro por delante.

¿Ha sido este impulso el que te ha llevado a escribir el libro, a narrar tu vida y todas sus periferias?

La duda de si queda tiempo o no, no se resuelve hasta que ocurre: es nuestra espada de Damocles y el motor de la vida. La vida tiene sentido porque nos morimos, por lo que hay que disfrutarla y que se acabe lo más tarde posible. Esta es un poco la filosofía del libro.

Yo escribí este libro desde una recopilación de artículos que publico los domingos en una web valenciana y la noción de que quizá ya no quede tiempo es lo que me empezó a acompañar según iba convirtiendo los artículos en capítulos de la novela. Al final la urgencia por escribir esto vino dada por esa posibilidad de que quizá no quede tiempo. También no se trata sólo de mí, sino también de los que me rodean.

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Entrevista a Reinaldo Laddaga en El Asombrario



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Excelente entrevista a Reinaldo Laddaga con motivo de la publicación de la novela Los hombres de Rusia. Por Carlos Madrid, en El Asombrario.

Reinaldo Laddaga: «La extrema derecha aprovecha la victimización del varón blanco»

El avance de la extrema derecha ha sido un poco como el cuento del lobo. Podías intuir que cierta actividad había, aunque era más fácil obviarlo. Ahora, con una América con regímenes que hacen tambalear los soportes de la democracia y una Europa donde esta ideología toma peso, es sencillo apuntar: ¡Te lo dije! En España, el ascenso de Vox en las recientes elecciones ha venido sobre todo de la mano de loshombres menores de 30 años. El escritor Reinaldo Laddaga (Rosario, Argentina, 1963) plasma esta realidad en un libro que usa ficción y realidad a partes iguales: ‘Los hombres de Rusia’ (Jekyll & Jill).

 ¿Qué es ‘Los hombres de Rusia’?

Es una narración que se presenta como un texto encontrado. Este texto es escrito por el que suponemos es un militante de la extrema derecha norteamericana. El texto consiste en las memorias de un adolescente que recibe sus inicios en la educación sexual de manos de un miembro femenino de un grupo de identidad algo oscura que se hace llamar Los hombres de Rusia. Estos trafican con mujeres y drogas y desembocan en un zoológico abandonado y medio inundado que está dirigido por los padres de este adolescente. En el camino se reconstruyen ciertas genealogías de la extrema derecha a partir de la madre del muchacho y del líder de Los hombres de Rusia. Genealogías que van desde Italia hasta EE UU, haciendo un retrato más bien espectral de una tradición a medias cierta y a medias fantaseada.

¿Por qué usar esta dualidad?

El libro demandó un trabajo de investigación. Yo solía ser hasta hace poco un académico. De hecho, el texto se presenta como una suerte de saga a la antigua. Una narración hecha para conservar la memoria de una cierta tradición, una suerte de enciclopedia narrativa. En la trama del libro se engarzan grandes cantidades de información fáctica; hechos de personajes, de autores, de teorías… Sobre esta información fáctica, se montan una serie de alucinaciones que remiten a un mundo de fantasía.

¿Por qué te interesaba crear este juego?

Yo no sé si utilizaría la palabra interés. El trabajo de escritura de este libro, más que el de otros, me demandó una suerte de suspensión de la percepción entre la realidad y la ficción. El procedimiento fue desde el principio retener informaciones y usarlas como plataformas para dejarme llevar, sin pensar demasiado adónde iba.

Este juego lo haces extraliterariamente, pero también dentro de la propia obra. Todo el conjunto del libro va en la misma línea.

El libro juega con algunos de los procedimientos de la tradición: el documento encontrado; pero sobre todo la novela de formación, del fin de la infancia. Se produce un redescubrimiento de la sexualidad, sobre el trasfondo de una fantasmagoría política.

Esta fantasmagoría política es a lo que te referías antes con la extrema derecha y su desarrollo. ¿Por qué hablar de ella? ¿Es necesario en estos momentos?

Porque es crucial hoy por hoy. Con la elección de Trump en EE UU descubrimos corrientes subterráneas que no estaban o que no queríamos ver y que cobraron una potencia amenazante. Algo que ha movido la escritura del libro es una sensación de oscuro miedo.

¿Cuánto de soterrada estaba esa extrema derecha?

Quienes vivimos en las grandes ciudades no sabíamos de la dimensión de fenómenos que son propios, en EE UU, del mundo rural y los pueblos pequeños. Por eso la geografía del libro es la de la Florida rural. Hemos descubierto un país que no conocíamos y que no es tanto un país tradicional, sino en profunda crisis.

Unos movimientos que se alimentan de las épocas de crisis.

Exacto. Lo que a mí me pareció significativo, y creo que aparece reflejado en el libro, es cómo esta crisis, del trabajo, de los mundos sociales asociados a la economía industrial, ha desencadenado una crisis de masculinidad; una dimensión sexual de la crisis que me parece crucial. Sin esta crisis, al menos en EE UU, no se entiende el fenómeno. Por eso en la novela quería cruzar estas dimensiones. Y, por ello, la novela está centrada en la iniciación sexual.

¿Puedes desarrollar más esta idea?los-hombres-de-rusia-2

La principal fuerza de los trabajos en la industria eran los hombres: hombres que encontraban en su pertenencia al mundo del trabajo una fuente de respeto a sí mismos que a día de hoy ya no pueden. Las mujeres salen a trabajar y, por lo tanto, los hombres dejan de ser los dueños de casa y pasan a trabajar en empleos de servicios que en muchos casos ven feminizados: cocina, limpieza… De modo que hay una dimensión de pérdida de potencia sexual asociada con el tipo de crisis de esos mundos sociales.

Todo ello multiplicado por el elogio de la mujer en los medios y que ellos leen como corrección política. El caso particular de EE UU es que los varones blancos, por lo menos de cierta clase social, que han sido y siguen siendo privilegiados, sin embargo, están sufriendo una experiencia de victimización de la que la extrema derecha es su representación.

¿Funciona el libro como una especie de aviso para navegantes?

Yo he tratado en el libro de no ser didáctico. Mi posición en el libro es la de construir un mundo fantasmagórico, pero también complejo. Me preocupa la caricaturización de los votantes de la extrema derecha que se produce desde el lado progresista. El caso más claro es el de Hillary Clinton cuando tachó a Trump de ignorante. No es un libro fácil de leer y no sé si es una brújula que nos ayuda en la navegación. No es un libro pedagógico. Es un acto de expresión de una experiencia personal, de una experiencia de época que se expresa en colecciones de datos y de libros.

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