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Cosmotheoros

Cosmotheoros en Uno de cada estantería



Iván Mojica y Kathleen Arenas presentan Cosmotheoros de Christiaan Huygens, ilustrado por Alejandra Acosta, en la sección La estantería de los libros bonitos del canal UDCE (Uno de cada estantería), Bogotá, Colombia.

Cosmo1

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Del enebro en El cuervo de alas rotas


Meg Raven reseña Del enebro en El cuervo de alas rotas:

Foto-Reseña: Del Enebro, De Los Hermanos Grimm

¡Cuervos días!
Mi última lectura ha sido breve pero intensa. Se trata de uno de los cuentos de los hermanos Grimm, pero el auténtico, sin edulcorar. Cuesta imaginar cómo éstas historias han sido adaptadas de tal manera que resultan irreconocibles en algunos casos… cuando quizá, si las dejamos como fueron concebidas y las enfocamos para un público más adulto, también resultan fascinantes.

La historia empieza con un matrimonio que no logra concebir hijos. Su primogénito llega, por desgracia, con el fallecimiento de la mujer. Es aquí donde el marido decide tomar una segunda esposa, con la que tendrá una hija, Marleenken. Pero ésta madrastra se niega a aceptar a ese pequeño como suyo, lo desprecia, lo intenta alejar de todas las formas. Y una sombra maligna empezará a hacerse hueco entre sus pensamientos.
Hay poco más que se pueda desvelar de éste cuento sin destrozar el suspense que contienen sus páginas, así que me reservaré el resto de su breve historia para quienes quieran leerla. El mensaje que encierra es perturbador, pero también alegre. Extraña combinación, ¿No os parece?
Éste cuento fue rescatado de la tradición oral, así que imaginaos qué clase de historias debían circular por ahí. ¿Por qué las adaptaciones que se hacen son, en su mayoría, tan suaves y carentes de brutalidad? No es que me guste esa oda a la violencia, pero si las historias originales se escribieron así… ¿Por qué ese empeño en modificarlas? No son, después de todo, meros actos de violencia sin sentido. Encierran mensajes que, aunque puedan no ser a gusto de todos, le dan sentido a éstos cuentos. «Del enebro» no es una excepción.

Tenemos el mejor ejemplo en Disney, donde hemos visto adaptaciones de algunas famosas historias a las que se les ha privado de todos los detalles macabros (Que las hermanastras de Cenicienta se cortaron los pies para calzarse el zapato, que la bruja que intenta matar a Blancanieves era en realidad su madre…) para hacerlas más aceptables y aptas para un público infantil. No digo que estas historias fuesen aptas para niños, porque para mi no lo son, pero tampoco es sano vender ese mundo de ilusión, perfecto, idealizado. Hacen falta sombras y matices para comprender que la vida no es ningún cuento de hadas.
Volviendo a ésta publicación… aquí no hay censura de ningún tipo, se trata del relato tal y como fue concebido. De hecho la publicación es bilingüe, presenta la traducción al castellano pero también la versión original en bajo alemán.
A su vez incorpora las oscuras ilustraciones de Alejandra Acosta, que también se ha encargado de las portadas y de los pequeños «regalos» que esconde en su interior (Taumatropo, postal y marcapáginas) y otros detalles añadidos que convierten la maquetación de éste cuento en toda una obra de arte (De hecho, en la faja anuncian que ha recibido el premio al libro mejor editado en Aragón 2012). Impreso en offset, a tres tintas, con encuadernación rústica y sobrecubierta. Finalmente el prólogo corre a cuenta de Francisco Ferrer Lerín, escritor y experto ornitólogo, que añade algunas interpretaciones e interesantes datos al cuento y realiza un interesantísimo estudio sobre los enebros y los frutos que, como las manzanas, son habitualmente utilizados como símbolos de mal agüero en este tipo de historias. ¿Cuál será el misterio que rodea a éste árbol?

Una historia muy breve pero intensa (Vaya que si) que se disfruta con todos los sentidos. Por más siniestro que parezca, «Del enebro» es un cuento que no deja indiferente a nadie y en el que todos sus personajes cumplen un papel esencial en el transcurso de la historia. Os lo recomiendo muchísimo, sobretodo por la experiencia casi mágica que supone tener éste libro entre las manos.

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Entrevista a Claudio Romo en Revista PenúltiMa



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Paco Inclán entrevista a Claudio Romo, autor de las ilustraciones de la novela La coronación de las plantas, de Diego S. Lombardi, en Revista PenúltiMa.

El ilustrador chileno Claudio Romo es el autor de la portada y las ilustraciones de interior que acompañan a la novela La coronación de las plantas de Diego Lombardi. Después de publicar en Chile, México e Italia, la obra de Romo llega por primera vez a España de la mano de la editorial Jekyll&Jill.

 

Tus ilustraciones en La coronación de las plantas pueden verse como una atractiva baraja de naipes. Nos introducen de manera muy gráfica en la desconcertante magia de la novela de Lombardi. ¿Cómo fue la conexión creativa con el texto? ¿Lo visualizaste rápido?

Fue muy rápido. Víctor Gomollón, el editor de Jekyll&Jill, me sugirió un estilo xilográfico y visualicé la serie a la manera del grabado popular decimonónico, con cortes duros de alto contraste, dibujo primitivo.

¿Podrías hablarnos de la lira popular chilena y la influencia en tu obra de aquellos grabados decimonónicos? Pienso que es interesante ubicar al lector español en la tradición del grabado y la xilografía en Chile.

La lira popular tuvo su desarrollo entre las últimas tres décadas del siglo XIX  y las dos primeras del siglo XX. Eran periódicos de tamaño de un pliego escritos por poetas populares e impresos en talleres tipográficos. Se colgaban en las plazas de los pueblos y las ciudades para comunicar los sucesos acaecidos en Chile y el mundo. Estaban escritos en octavas e ilustrados con xilografías y clichés tipográficos importados de Europa. A diferencia de los poetas, los xilógrafos eran anónimos, no existe registro de sus nombres; lo más seguro es que fueran obreros tipográficos que participaban en las ediciones y terminaban ilustrándolas como parte del servicio. Los temas eran variados: política, temas sociales, hechos sobrenaturales, eventos patrióticos  pero todos  con la particularidad de ser vistos desde la perspectiva del pueblo. En las colecciones que han sobrevivido se pueden apreciar hechos portentosos, como la aparición de un culebrón demoniaco que se comió a una niña o las señales del fin del mundo presagiadas por la aparición de poderosos cometas. También eran frecuentes las protestas en contra de las injusticias, como las matanzas obreras, la pena de muerte para los pobres o los abusos de las clases dominantes.

Cuéntanos cómo fue el proceso creativo de la ilustración de portada… esos pezones tirando leche azul celeste.

Víctor me sugirió una portada muy vegetal, semejante a un grimorio. Entonces pensé en un personaje, una personificación de las plantas, un Señor del Veneno, a la manera de una deidad pagana, indígena, que operara como un lugar de culto. Respecto a la leche celeste turquesa, la imagen la saqué de una litografía que dibujé hace años en México. Formaba parte de una serie de grabados llamada Láminas de anatomía apócrifa, una versión pagana de San Lorenzo personificado como luchador de lucha libre que expulsaba de sus pezones una leche negra mientras era asado por un fuego azul.

Un escritor argentino, un ilustrador chileno y un editor español dan como resultado un excelente libro transoceánico. ¿Cómo valoras tu primera participación como ilustrador en una editorial española?

En lo personal es un gran placer presentar mi trabajo por primera vez en España en una editorial como Jekyll&Jill. Comparto la mirada estética de sus ediciones, su visión del arte, la tipografía y el diseño del libro; la concepción del libro como un objeto cultural depositario de variados flujos de producción artística.

En tu libro El álbum de la flora imprudente (Lom, 2007) también trabajas un herbario que defines como «un bestiario vegetal, un catálogo de plantas ficticias». Podríamos hablar de casualidad, aunque Jekyll&Jill haya hecho de intermediario. Aunque se traten de dos herbarios con perspectivas diferentes, ¿ves alguna conexión entre ambas obras?

Es una bonita casualidad. Las descripciones botánicas de Diego fueron sugerentes, las imágenes fueron saliendo fácilmente. Sentí una conexión con su mirada a la naturaleza, una naturaleza psicoactiva, como un ser caleidoscópico, mutante y vinculado a mitos vernáculos.

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Entrevista a Diego S. Lombardi en PenúltiMa



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Paco Inclán entrevista a Diego S. Lombardi, autor de la novela La coronación de las plantas, en Revista PenúltiMa.

Con su primera novela, Reflexiones de un cazador de hormigas, Diego Lombardi obtuvo el prestigioso premio ALBA narrativa. Con la segunda nos propone un viaje al mundo mágico de las plantas en el que el escritor argentino descifra mensajes ocultos de un herbario con poderes lisérgicos. Con pluma hábil, Lombardi nos arrastra por escenarios y personajes que parecen extraídos de un lugar donde, en palabras del autor, la materia aún no se configura y los pensamientos adquieren una densidad aterradora.

 

La primera es fácil: ¿qué has querido contarnos con La coronación de las plantas?

El libro surge por las ganas de compartir una historia y una serie de sensaciones e imágenes que fueron conformándose alrededor de infinidad de notas y entradas, producto del registro de vivencias personales, lecturas y meditaciones, hilvanadas por un designio que tiene que ver más con la intuición que con el artificio. El hecho de no poder controlar o racionalizar ciertos aspectos del proceso agrega una esfera que excede cualquier intento de explicarme. Sí queda en evidencia una exploración de los distintos grados de enlace entre los elementos, un tiempo que pierde su aparente linealidad, voluntades que trascienden cualquier dualismo y el horror de descubrir el doble fondo de una realidad tambaleante. La novela debe leerse como un mensaje de las plantas que me fue revelado durante todo aquel tiempo que pasé deambulando entre las plantas las plantas las plantas y que, por pertenecer a un mundo desconocido, se expuso a través de la única conexión común, hallada en terrenos arcaicos y primitivos e impregnada de intenciones olvidadas por la cultura.

En la novela llama la atención la mezcla de la sabiduría mística de las plantas con constantes referencias a la cultura occidental; una mezcla de herbario mágico con cultura ocultista-pop al fondo. ¿Qué conexión estableces entre ambas?

En la novela aparecen muchas cosas que me interesan y que provienen de fuentes de lo más diversas. La conexión es, tal vez, un hecho fortuito. La cosa pop está ahí, Marilyn Monroe llega sin que la busques; el conejo que atosiga con una lanza a un hombrecillo en el espacio liminar de un herbario del siglo XVI digitalizado y disponible en el portal de la Biblioteca Estatal de Baviera, difícilmente; aunque, ¿quién sabe? Antes de darte cuenta te habrás alejado demasiado por seguirlo a través del infinito hoyo negro del mashup.

La aparición de personajes misteriosos y escenas desconcertantes otorgan una dimensión mágica a la lectura de La coronación de las plantas. A medida que avanza la lectura, lo que llamamos realidad y fantasía se acaban confundiendo. Hay momentos en los que no se sabe muy bien qué está pasando, un desconcierto muy estimulante para los que nos gusta que nos saquen de nuestra esfera plana y predecible. ¿Cómo fue el proceso de escritura de la novela? ¿Igual de desconcertante o tenías claro el qué y cómo querías contarlo?

Me dejé arrastrar durante un par de años por un concepto difuso, una escena y la persuasiva presencia de las plantas. La irrupción constante de estos elementos terminó por tamizar todas mis observaciones y tuvo su momento más significativo durante una larga temporada en el monte. Sobre esta búsqueda y exploración fueron manifestándose personajes, algunos de forma esporádica y poco nítida, otros de forma insistente y concreta, provenientes de realidades tan distintas que parecen de fantasía. No fue sino hasta regresar a la ciudad cuando pude organizar y destilar el material de varios archivos y tres cuadernos de tapa dura, lisos y forrados en papel araña verde. Para ese entonces había logrado componer una imagen bastante clara del libro que quería hacer y me senté frente al teclado durante algunas semanas y en total abstracción. Al terminar, lo que bien dices: el desconcierto.

El lenguaje está muy cuidado. Gracias a eso logras introducir al lector en escenarios muy confusos a la vez que perfectamente verosímiles. No es fácil hacer que parezca fácil lo que fue complicado. ¿Trabajaste con muchas versiones antes de enviar el manuscrito a la editorial?

Hubo una primera versión casi idéntica a la definitiva, por supuesto que mucho más torpe y arrebatada. Continué trabajando el manuscrito durante algunos meses, limando asperezas y amenizando las formas. He cuidado el lenguaje como a un jardín. Aun así debo advertirte que al fondo, en los yermos que separan largas parrafadas, crece oculta una planta, esa que siempre es arrancada ni bien se la distingue de entre las rosas.

Ahora que están de moda todo tipo de terapias, ¿por qué no recurrir al poder mágico del herbario? ¿Qué cambios sociales experimentaríamos si se normalizara el consumo de plantas como método sanador, mágico y/o terapéutico?

Para esbozar una respuesta más concreta tendríamos que definir múltiples aspectos. ¿Puede considerarse un método sanador una dieta basada en plantas y frutos? ¿Desde qué lugar una persona decide tomar un té de tilo para relajarse, vaporizar flores de Bach para armonizar su vida o cocinar una pócima para acceder a planos de existencia más sutiles, allí donde la materia aún no se configura, pero donde los pensamientos adquieren una densidad aterradora? Considero el consumo de plantas, más que un método, una herramienta que puede desencadenar procesos de toda índole. He visto alguna vez el anuncio de una crema facial que hecha de aloe vera promete eliminar cualquier tipo de cicatriz; han transcurrido eones y aún continúo untándome, porque no veo mi cicatriz, pero la siento. ¿Sigue estando ahí? ¿Puedes, por favor, decirme?

¿Cómo valoras tu primera experiencia editorial en España? ¿Qué tal ha sido el proceso con Jekyll&Jill?

Publicar es siempre satisfactorio y conlleva la posibilidad de poder compartir mi trabajo con más personas. El proceso con Jekyll&Jill ha sido maravilloso. Víctor es un editor detallista, que asume riesgos e imprime en sus libros una dedicación asombrosa. Contar, además, con el alucinante y ponzoñoso lápiz de Claudio deviene en una situación ideal que nada deja librado al azar, haciendo de esta novela un objeto delicado y complejo.

La coronación de las plantas es una novela rica en referentes literarios y cinematográficos, ¿cuáles son tus lecturas y películas de referencia?

Tengo en más alta estima aquellas obras de carácter menos perecedero, que asumen riesgos en su contenido y estilo, resultan atractivas por sus particularidades o demuestran maestría en su ejecución. Ni qué hablar de esas creaciones en las que se ha apostado todo. Me gustan los clásicos, el pulp, el género, lo experimental. Que se deslicen referencias ha sido algo inevitable, como así también la filtración de cierto bagaje común a una generación inicialmente educada por la homogénea luz del televisor, aún lejos de la variedad y oferta de contenidos que, junto al acceso a Internet, llegaría en décadas posteriores.

¿A quién recomiendas la lectura de La coronación de las plantas?

A quienes hayan soñado con gorgojos en el arroz is arroz, escuchado los gritos del pasto recién cortado o comprendido de qué se trata acariciar a un gato en la madrugada.

¿Y a quién un viaje herbo-lisérgico?

Un viaje herbo-lisérgico podría salvarte la vida, asustarte y dejarte confundido o entretenerte con imágenes de colores vistosos; cada persona leerá lo que le permitan sus ojos, así como la intención y el contexto serán fundamentales en el desarrollo de la odisea. Recomendado para todos, lo que es casi lo mismo que recomendado para nadie.

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La coronación de las plantas en revista Penúltima



CUBIERTAS DESHIELO BOLSILLO.inddLa revista PenúltiMa publica en exclusiva las primeras páginas de la novela La coronación de las plantas, de Diego S. Lombardi

Una novela o un viaje herbo-lisérgico, es complicado decir en qué consiste exactamente La coronación de las plantas del argentino Diego S. Lombardi e ilustrada por Claudio Romo, que edita Jekyll & Jill, editorial que, generosamente, ha decidido regalar un lote de libro, póster, postal y marcapáginas mediante un concurso, puedes averiguar más sobre el concurso siguiendo este enlace.

Debíamos seguir el camino de tierra, vadear el río y continuar hasta donde la huella se pierde, donde antes había un cartel que señalizaba el sendero y donde ahora no quedaba más que el poste. Teníamos las vagas referencias de pasar una lomada, una higuera, datos proporcionados por un anciano con quien nos topamos a escasos pasos de la iglesia; había indicado la dirección a seguir frunciendo los labios, acompañando el gesto con un seco movimiento de la cabeza. El sol de la tarde hacía sentir su calor con una intensidad inusitada para la primavera. Nos detuvimos en una explanada a estudiar las posibilidades, pues ninguno de aquellos senderos ocultos por la maleza se ofrecía más importante que otro; a primera vista parecían no tener el mismo destino. Saqué de la mochila una botella, di unos sorbos y se la pasé a Paula. Antes de guardarla eché un poco de agua sobre mi coronilla. Y entonces lo vi, casi junto a nosotros. El Guriburi. Así lo bautizamos luego. No sé a quién de los dos se le ocurrió semejante apodo, pero la ambigüedad de aquella absurda palabra encajaba de maravilla con su persona. Había aparecido de la nada misma. Nunca supimos su nombre y continuamos refiriéndonos a él con aquel mote que parecía cargar cierta intención peyorativa. Avanzaba con la vista hacia el suelo, levantando de tanto en tanto la mirada para que descubriéramos unos ojos chiquitos e inquietos.…seguir leyendo

Del enebro Alejandra Acosta Hermanos Grimm

Del enebro de los hermanos Grimm en Milenio (México)



Del enebroErandi Cerbón Gómez dedica su columna en el diario Milenio (México) a Del enebro, de los hermanos Grimm:

Me da la impresión de que las características actuales del país le van impidiendo ser un escenario para la cultura histórica. Eso debería preocuparnos porque significa influir menos a nivel mundial. Espero que el espíritu de la época, aquel que proclama la presencia de un líder que rechaza la idea de que un líder dé solo órdenes, procure congruencia y descubra la vitalidad en lo vital, aunque la organización social moderna parece obedecer otras leyes implacables.
Declara Hegel en Principios de la filosofía del derecho: “La historia universal se mueve en torno de la justicia, de la virtud, de la injusticia, de la violencia y del vicio, de los talentos, de las grandes y pequeñas pasiones, de la culpa y de la inocencia”. Esto quiere decir: al margen de lo que llamamos humano, y por ello la vida posee siempre dimensiones que tienen cabida en la historia; sin embargo, nadie debe limitarse a ningún criterio tras advertir lo inagotable de la experiencia.
Entonces no basta con vivir, también hay que contar; de eso surge un género literario muy antiguo y proteico (prosaico): el cuento, imposible de interpretar desde un punto de vista estático ya que admite la posibilidad del cambio, suprimiendo el carácter excluyente del espacio y el tiempo.
Del enebro (Jekyll & Jill,2015), extraído del entrañable libro Kinder-und Hausmarchen, de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, inaugura una tradición que debemos hacer notar. Elaboran seductoras metáforas del mundo lindando lo natural con lo sobrenatural y manifestando cruces de variadas influencias: natalismo, botánica, odio, parricidio, canibalismo, gastronomía, ornitología, música, gremios, venganza y felicidad.
Los hermanos Grimm no desperdician la tradición de lo oral. Célebres debido a su labor filológica y germanística, moldearon lo fantástico hasta que adquiriera forma real: la vida vivida y vívida. Mediante sus investigaciones revelan misterios de la condición humana, al contar la épica de subsistir que desemboca en un previsible enfrentamiento con todo y todos. No son los sentimientos de lo bello los que toman la palabra, pero están fijados ahí, a pesar del horror.
Esta quinta edición bilingüe fue traducida directamente del Plattdeutsch, conservando su sonoridad original que pone empeño en comunicar la trascendencia de lo escrito, y así “se abre ante nosotros un mundo de magia, un mundo que todavía existe en bosques secretos, en grutas subterráneas y en la profundidad de los mares”.
Como afirma Jostein Gaarder: más allá de toda división política, cultural e histórica, el cuento proporciona a la humanidad en conjunto una “lengua materna” común.

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La cura de María Melero

La Cura de María Melero en Revista Vísperas



Marta Piñol reseña La cura, de María Melero, en Revista Vísperas:

maría melero

cubierta la curaUn libro como viaje, un viaje como rito, un rito como transformación catártica. La obra novel de la ilustradora María Melero deleita al espectador/lector con toda una serie de ilustraciones y textos que proponen un tránsito que va desde el miedo y el dolor hasta nada menos que «la cura», justo el título de la obra. A través de varias hojas compuestas por ilustraciones a página completa e impresas a todo color, quien se enfrenta a esta publicación no sólo atiende a una exposición íntima y personal de una lucha que ha vivido y experimentado la autora, sino que, de algún modo, se convierte en cómplice y partícipe de la misma en la medida en que María Melero le transmite una suerte de secreto: cómo ha encontrado este remedio. Por ello, la lectura supone ir más allá de un relato impersonal al que te puedes aproximar desde la distancia; implica, en cambio, acercarte a una narración compuesta por imágenes y textos en la que la ilustradora expone su paso de un estado inicial de parálisis, miedo e inseguridad, a la decisión de enfrentarse al peligro, asumir el combate sin antídotos ni trampas, aceptando la vulnerabilidad porque justamente es ahí donde reside la fuerza y, al final de todo ello, se esconde la cura.

Un viaje, pues, introspectivo, que convierte esta obra en un ejercicio de sinceridad, en un acto de desnudarse para transmitir un proceso íntimo y personal, lanzándolo al espectador para que tome el testigo y sea capaz de enfrentarse a sus propios miedos y a sus propios monstruos. Porque como ya dijo una vez un gran pintor, «el sueño de la razón produce monstruos», y es que, a veces, la solución no pasa por acudir a la parte más racional sino en ser capaces de indagar en aquello más íntimo, visceral o inconsciente. Las ilustraciones de esta artista apelan, de manera directa, al inconsciente de quien las mira y actúan no sólo como meras imágenes concisas y cerradas sobre qué es el miedo, sino que evidencian la estrecha línea que existe entre lo onírico y la vigilia, entre el interior de uno mismo y la canalización de las vivencias y los temores que fluyen desde el exterior hasta el yo más profundo. Y es que el temor y el miedo han sido, claro está, el motor que ha puesto en marcha numerosos mitos y sus consecuentes ritos que han pretendido acercarse y dar forma a esas emociones tan puras e inefables.

Por ello, resulta extremadamente adecuada la introducción que plantea en esta obra Jessica Aliaga Lavrisjen y sus alusiones a la mitología, a Freud, a los arquetipos de Carl Gustav Jung o a los ritos de paso de Arnold Gennep, pues establece muy bien los fundamentos en los que reposa este libro que, en el fondo, se aproxima a la transformación ritual como cura a partir de una exposición de sensaciones y procesos internos propios. Y estos se expresan a través de unas imágenes que surgen de su inconsciente y, por ello, penetran en el nuestro. Sucede así porque carecen no sólo de filtros sino también de una tradición y tipificación visual concreta según la cual una determinada forma equivale a un significado preciso; por el contrario, se recurre a imágenes despojadas de convenciones para que funcionen, justamente, como esas formas primigenias, sin tamiz alguno, emanadas y disparadas desde el inconsciente.

Además, estas se ofrecen al receptor de un modo directo y se acrecienta la idea de vivencia personal por medio de un texto escrito en primera persona y que no se anda con rodeos: la primera palabra de todo el libro es miedo, así como también es la primera que viene acompañada de una imagen, un perro, clara representación de esos temores que devoraron, en el sentido más literal —y visual, en este caso— a la autora. Por otra parte, también en este mismo texto se explicita que esta emoción afecta a todos los animales y, por tanto, también al lector, indicando exactamente lo siguiente: «El miedo puede ser real o supuesto, presente, futuro o pasado. Es una emoción natural al riesgo o a la amenaza y se manifiesta en todos los animales, eso te incluye a ti. Puedes leer esta definición en cualquier parte, sentirla ya es otra cosa». Esa voluntad de subrayar que el ser humano es un animal supone desprenderlo, claro está, de todos esos ropajes de racionalidad, así como también en estas frases se advierte una voluntad de interpelar al lector de manera directa, de eliminar cualquier distanciamiento, subrayando la importancia del «sentir», de aquello sensorial. De poco o nada sirve conceptualizar el miedo si no se siente. Y eso es justamente lo que evita esta obra: no teoriza sobre qué es el miedo y cómo nos afecta, sino que expone un sentimiento personal, un mirar frente a frente al temor y cómo en ese viaje se logra una cura.

la cura 3la cura 5la cura 4Mayor protagonismo tiene, sin embargo, la imagen que la palabra. De este modo, una serie de conceptos como «El miedo», «La lucha», «El veneno» y «La cura», tienen sus correspondientes ilustraciones y se simbolizan a partir de múltiples animales y seres monstruosos que funcionan como traducciones oníricas o del inconsciente, realizadas con unos colores muy vivos y con un estilo muy personal, totalmente liberado de convenciones o patrones concretos. Además de su indudable calidad artística como demostración de una gran capacidad inventiva e imaginativa, otro acierto de esta obra es la decisión de haber mantenido ciertas palabras tachadas, pues contribuye a reforzar esa idea de escritura automática, de ese emanciparse de los filtros de la razón y mostrar el resultado como, tal vez, un libro procesual; o en otras palabras, como fruto de un proceso y no como una reflexión fría y analítica, exponiendo y dando visibilidad a ese yo más interno.

Resulta muy interesante, hoy en día, esta noción de la existencia real de alguna cura para algo, de ahí que el libro tenga un final optimista y se constituya en la exposición de un ejercicio de autoconocimiento que se ofrece al lector dándole las herramientas para que pueda encontrar esa sanación, comunicándole ese rito de paso. Esta publicación se convierte, pues, en un ejercicio de honestidad y generosidad. Sin duda, lo mejor del arte es que cuando se acaba una obra y se ofrece al público, esta ya pasa a ser del público; en este caso, todavía va más allá: se libera y se ofrece, en circulación abierta, un proceso, un viaje terapéutico del síntoma a la solución por medio de un libro de contenido directo, cercano y comunicado sin ambages. Constatamos, pues, que todavía hoy se puede creer, sin resultar anacrónico, en el valor catártico de una obra.

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La cura de María Melero

La cura de María Melero en Ni un día sin libro


La cura de María MeleroEl blog literario Ni un día sin libro reseña La cura, de María Melero:
Nos reencontramos  con la editorial Jekyll&Jill, de feliz recuerdo para nosotros. Por el blog han pasado la magnífica e inclasificable Magistral, la revolucionaria e iniciática Fábula de Isidoro y la poética y arriesgada Maleza viva. Tres obras que definen a una editorial para la que cada publicación es una obra especial que es tratada de forma única. Sus ediciones son obras de arte únicas, que demuestran que detrás de este proyecto editorial hay amor por la literatura, por el descubrimiento, por la experimentación, porque todavía queda mucho por inventar en el arte de las letras.
Siguiendo la línea de las propuestas no agrupables, sin clasificación posible, se presenta La cura, de María Melero.
A medio camino entre la novela gráfica, el arte conceptual y la literatura sin palabras esta preciosa obra es una viaje metafórico sobre el miedo, en un camino lleno de obstáculos sanador en el que la protagonista se enfrenta a sus temores —oníricos o reales— y los supera a través de su comprensión y asimilación. Como solo se superan los miedos, mirándoles a la cara.
No es posible hablar de La cura sin sus imágenes. Detenerse en ellas y dejarse llevar, cerrar los ojos para abrirlos de nuevo, y encontrar significados propios y personales, suponen la verdadera experiencia lectora de esta obra.
María Melero, deconocida para nosotros hasta La cura, es una ilustradora impresionante. Nos quedamos hambrientos de conocer más de su obra, que suponemos interdisciplinar, alejada seguramente del mundo editorial convencional. Prometemos investigar.
Os recomendamos encarecidamente La cura, para que sintáis que los libros nos ofrecen caminos creativos impredecibles, que a veces nos llevan a lugares muy diferentes a las palabras, que aquí son casi inexistentes (pero por otro lado imprescindibles como guías de viaje).

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La cura María Melero

La cura de María Melero en El Plural


La cura de María MeleroJosé Ángel Barrueco recomienda La cura,  de María Melero, en El Plural:

«En los cortometrajes de Michael Dudok de Wit, así como en su película La tortuga roja, el cineasta nunca se sirve de las palabras, dejando todo su juego a las imágenes: que hablen las ilustraciones y los movimientos, acompañados de la música. El ejercicio que hace María Melero en esta brevísima obra en torno a cómo afrontar nuestros miedos, sigue más o menos los mismos caminos: las ilustraciones se nos ofrecen sin acompañamiento de palabras, no hay bocadillos ni narración. Sólo al inicio de cada capítulo hay unas breves líneas de introducción que hablan en términos generales de lo que luego desarrolla la obra: El Miedo, La Lucha, El Veneno, La Cura, conceptos que la autora simboliza mediante animales peligrosos y criaturas sobrenaturales.»

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La cura de María Melero en Le Miau Noir


Lara Peiró dedica un amplio artículo a La cura, de María Melero:

El miedo es el motor del ser humano. Desde tiempos ancestrales el miedo ha sacado lo mejor y lo peor de las personas. Del miedo nace la heroína. Sobreponerse a la debilidad, aceptar la situación, superarse continuamente. Entender que la herida también puede ser cicatriz. Entender que la vida escuece y que lo que escuece cura.

María Melero María Melero || Fuente: Editorial Jekyll&Jill

María Melero es una de las ilustradoras más prometedoras de España. Nacida en Jerez de la Frontera, ha realizado ilustraciones para El Periódico de Cataluña o la revista Nylon y para libros como Hombres que cantan nanas al amanecer y comen cebollas de Sara Herrera Peralta (Ed. La Bella Varsovia, 2016). También ha participado en diferentes exposiciones tanto en España como en Estados Unidos. La cura, editado por Jekyll&Jill, es su primera novela ilustrada.

El miedo

La Cura ilustra un viaje a través de cuatro capítulos titulados «El miedo», «La lucha», «El veneno» y «La cura», respectivamente. En ellos, la autora narra las diferentes fases del viaje de una heroína. Una sucesión de imágenes que evocan la aventura del descenso al inframundo, la muerte simbólica de su alma y el renacer de su nuevo «yo» y su nueva visión de sí misma y el mundo que la rodea.

Portada de La Cura, primer libro de María MeleroPortada de La Cura, primer libro de María Melero || Fuente: Editorial Jekyll&Jill

Las imágenes de La Cura son metáforas de los miedos espirituales del ser humano. La recreación del miedo y de la lucha continua como ritos de paso y transformación. Las ilustraciones de animales como figuras ancestrales son representación de lo salvaje y mitológico. Durante el primer capítulo, la figura del perro encarna al propio miedo de la heroína. Ese miedo que te reconcome por dentro hasta sumirse en la oscuridad más profunda de tu propio ser.

La lucha

Las metáforas se siguen representando gráficamente mediante animales. En el segundo capítulo, el mono, el gato y la serpiente simbolizan la lucha interna de la heroína. Animales que, a su vez, ya no solo por el color de la ilustración, sino también por sus connotaciones habituales, recrean un entorno oscuro y tenebroso. La noche se cierne sobre la heroína y se alimenta de sus miedos. La heroína es herida en la lucha como la paloma blanca apuñalada en la batalla entre gato y serpiente. De esa herida, la heroína intenta buscar un antídoto para el miedo.

El veneno

El tercer capítulo del libro se titula «El veneno». Ojos que no ven, corazón que no siente. Tapar la herida para que no se vea. Dejarla en carne viva. La heroína busca un antídoto para sobrevivir. Pero sobrevivir cansa. La heroína quiere vivir y hacer de sus miedos el hilo y la aguja con la que coser su herida. El fuego representa el resurgir. Inmolarse una misma para volver a nacer.

: Ilustración perteneciente al capítulo “El veneno” || Fuente: Ilustración perteneciente al capítulo «El veneno» || Fuente: Editorial Jekyll&Jill

La cura

«La cura» es el título del último capítulo del libro. La medicina es mirar de frente a las pesadillas. Convivir con los miedos, alinear mente y cuerpo. Revivir con la consciencia de lo que se es y lo que rodea al individuo. Dominar al subconsciente. La cura es abrazar al miedo.

Imagen del texto del capítulo “La cura" || Fotografía: Lara PeiróImagen del texto del capítulo “La cura” || Fotografía: Lara Peiró

La cura es un libro indispensable. Imágenes donde reflejarse y aprender a encontrar el equilibrio. Buscarse a uno mismo es quizá una de las peores batallas que se pueden librar en el subconsciente. Ser conocedor de los propios miedos que habitan el cuerpo es ser libre. Aprender del miedo y buscar siempre la salida. Respirar y no ahogarse. Volverse paloma y abrir las alas. Buscar la cura y amar la cicatriz.

La cura Book Cover La cura
 Jekyll & Jill
9788494594007
 16€

La cura, obra novel de la ilustradora María Melero, es la aventura iniciática de una heroína que debe enfrentarse a sus miedos para renacer. Las seductoras imágenes del libro, que acceden directas al inconsciente, representan el dolor y la lucha presentes en todo rito de paso, en toda transformación ritual, y ofrecen la «cura» para librarse de los demonios internos.

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Isabel del Río entrevista a María Melero



La cura de María MeleroIsabel del Río entrevista a María Melero, autora de La Cura, en La Odisea del cuentista:

BREVE BÍO
Tras estudiar diseño e ilustración, ha trabajado para empresas como Dear Deer, No Time Comunicación, y colaborado con revistas como SPY, Finerats Magzine, Exclusive, Oh! Dear Zine y Zunder.
Entre las exposiciones en las que ha participado se encuentran: la “Hunger for today, breart for tomorrow”, para La Mano Zurda en Madrid; “No hay Crisis Creativa”, para la Universidad de la Cultura de Sevilla; y “13”, exposición de láminas serigrafiadas en el Palacio Provincial de Cádiz, bajo la organización de Estudio Gráfico Malla.
Actualmente, podemos encontrar sus obras en las galerías No_Lugar y Red House en Sevilla, y en Artevistas Gallery de Barcelona.
La Cura es su primer libro en solitario.
http://mariamelero.com

ENTREVISTA
La Cura es un recetario que nos muestra cómo sanar uno de los mayores males a los que está expuesto el ser humano: el miedo al miedo. En él, María Melero, autora e ilustradora de la obra, muestra su propio camino terapéutico, una especie de viaje chamánico en que enfrenta a sus demonios para poder asimilarlos y, con el auto-reconocimiento, descubrirse a sí misma y dar un nuevo paso en su evolución personal.
IDR. ¿Cómo fue la gestación y el parto de esta obra?
MM. En principio, ni siquiera iba a ser un libro. Ilustré toda la historia para sanar un problema interno, personal, y así acabé encontrando la cura. Luego me pareció que quedaría bien como libro y Víctor, de Jekyll & Jill, me dio esa oportunidad.
IDR. ¿Crees en lo que aseguraba Jung de que ‹‹la sombra es el origen de la creatividad››? (en el Prólogo de Jessica Aliaga)
MM. En mi caso, la mayoría de las veces sí, yo no lo llamaría sombra, pero sí.
IDR. ¿Qué se siente al mostrarte desnuda ante los lectores?
MM. Creo que la gente agradece que la obra de un artista sea sincera, yo no he pensado en el público a la hora de llevar a acabo La Cura, ni suelo pensar en eso cuando trabajo en algún proyecto personal, al final, la gente lo capta y les gusta. Además recibo correo de gente dándome las gracias por tanta sinceridad, gente que se ha sentido identificada y se han sentido más arropados sabiendo que no son bichos raros, y eso es el mayor regalo que el libro me está dando.
IDR. Has trabajado como ilustradora para diarios, revistas y otros autores, pero, si no me equivoco, esta es tu primera obra en solitario. ¿Cómo te sientes ante tal reto?
MM. Me sorprendo a mi misma al darme cuenta de que no me asusta, lo estoy disfrutando muchísimo, pero no me planteo mucho más. La Cura es mi trabajo más personal e importante hasta ahora, pero una vez hecho, paso a centrarme en otra cosa, le doy mucha importancia y me hace feliz, por supuesto, pero tengo más proyectos en la cabeza con los que tengo y quiero seguir a delante.
IDR. La Cura no es un libro fácil, ni pretende serlo. ¿Cuál ha sido la reacción del público? ¿Y de los medios?
MM. Probablemente habrá gente que no termine de entenderlo o digerirlo, pero ha sido sorprendente la facilidad con la que el público ha captado el mensaje, pensé que pocos lo entenderían, pero muchas más personas de las que imaginaba se sienten identificadas.  Por ahora, las críticas son buenas.
IDR. ¿Cómo fue tu muerte metafórica?
MM. Fue un proceso duro y lento, no sabía a donde me llevaría, de ahí la necesidad de recrear toda la historia a través de la ilustración. Cuando llegué a una conclusión, me di cuenta de que tenía un final, que comenzaría siendo el principio de un nuevo yo en muchos aspectos. La Cura me ha dado la capacidad de conocerme y entenderme a mi misma como nunca antes lo había hecho y eso es un regalo, ¿no crees?
IDR. Háblanos sobre tu proceso creativo. ¿De dónde nace la inspiración? ¿Cuándo y cómo te pones ante el papel (o la pantalla)?
MM. Ahora tengo que hacerlo a diario, tenga o no ganas, ¡y que suerte la mía! Pero normalmente, si tengo ganas de expresar algo que ya no quiero ni necesito tener más dentro, está lloviendo y suena la música que más me apetece escuchar en ese momento, ya está, ya está todo perfecto para comenzar a pintar.
IDR. La Cura es un libro que recomiendo a mis pacientes por su capacidad de despertar del letargo al subconsciente y hacernos reaccionar ante ciertos aspectos de nuestra vida que necesitan un buen meneo. ¿Pretendías crear una obra de “mesilla de noche”? ¿Un libro al que recurrir en distintas etapas vitales?
MM. No lo pretendía, ¡ni siquiera pretendía publicar un libro! Pero ojalá La Cura acabe siendo eso, un libro al que recurrir cuando alguien lo necesite. ¡Buah, sería genial!
IDR. “El Veneno” tapa toda situación difícil. ¿Crees que nuestra sociedad ha confundido el veneno con el antídoto y vive adormecida a la realidad, y a ellos mismos? ¿Qué tratan de insensibilizarse y expulsar toda responsabilidad?maria-melero1
MM. Sin duda. Me duele aquí, me tomo una pastilla; estoy triste, me tomo otra pastilla; tengo ansiedad, me tomo otra pastilla. La mayoría de la gente no se para a pensar en por qué le duele la cabeza, está triste o tiene ansiedad. La realidad es que queremos una solución rápida y fácil que tape todo aquello que no nos gusta, y yo no creo que esa sea solución alguna. Entiendo que no es fácil pararse a analizar nuestra propia persona y situación, que a veces es duro y angustioso, pero el camino es así, complicado y hermoso a la vez, y al final hay un regalo sí o sí.
IDR. Una pregunta más autobiográfica: ¿cuándo empezaste a dibujar? ¿Cuál fue el momento de inflexión en que decidiste que querías dedicarte al arte?
MM. Dibujo y pinto desde pequeña, nunca he parado, pero me planteé dedicarme a esto en serio a los 19 años. Yo solo quería pintar, al principio nadie pensaba que podría ganarme la vida con la pintura y la ilustración, así que eso me dio más fuerza, en plan: “lo consigo por misma”. Ahora miro hacia atrás y me digo: “Bien María, bien”.
IDR. ¿Crees que actualmente el arte precisa de discurso? ¿Que el público no puede llegar a él sin comprender el contexto? ¿O crees que “una imagen vale más que mil palabras”?
MM. Yo soy de las que piensa que la obra de un artista está completa cuando hay un discurso detrás, si lo que pintas es pura estética, se queda vacío. Mi trabajo es mi forma de expresión, es muy necesario para mí. No importa que no todo el mundo lo entienda, pero yo siempre intento contar cosas.
IDR. ¿Cuál crees que es el papel del artista en nuestra sociedad? ¿Y la del editor?
MM. Creo que cada vez se valora más al artista y a los editores les interesamos por lo mismo. De todas formas, yo tuve la suerte de toparme con Jekyll & Jill, Víctor, su editor, es un tío que ama lo que hace y sabe lo que quiere, pero sobre todo, respeta al autor tanto como a la obra, y encima se lo curra tanto…, es tan cuidadoso y creativo con cada edición, ¡que el resultado es aun mejor que el que tenía en la cabeza! ¡¡Me lo como!!
IDR. ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con Jekyll & Jill?
MM. Maravillosa. Víctor entendió a la primera el mensaje de La Cura. Le gustó tanta sinceridad y se la jugó, y encima me ha tratado en todo momento fenomenal, ha hecho que sienta que mi libro es aun más importante de lo que yo pensaba. Jekyll & Jill es conocida por lo cuidadoso de sus ediciones y así lo he podido comprobar.
IDR. ¿Qué consejo le darías a un artista que busca casa para su trabajo?
MM. Que llamen a la puerta de Jekyll & Jill, jajaja. Es importante que tengan primero un proyecto de peso, que se lo tomen en serio y que exijan sus derechos como autor/a y artista.
IDR. ¿Algún nuevo proyecto del que nos puedas hablar?
MM. Ahora mismo estoy trabajando para una editorial de Nueva York, ilustrando la novela de una escritora que pronto verá la luz.
También ando preparando mi próxima exposición, que será en febrero de 2017 en Madrid, junto con la ilustradora alemana Angela Dalinger.
IDR. ¿Qué estás leyendo actualmente?
MM. Estoy leyendo por segunda vez: El héroe de las mil caras de Joseph Campbell.
IDR. ¿Nos recomiendas alguna lectura?
MM. El gran mensaje de David Hockney (conversaciones con Martin Gayford) y Hombres que comen cebolla y cantan nanas al amanecer de Sara Herreras Peralta.

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Del enebro cuento Alejandra Acosta

Del enebro en el blog Entre montones de libros



Del enebroDel enebro, de los hermanos Grimm, ilustrado por Alejandra Acosta, en el blog Entre montones de libros:

«Hace ya mucho tiempo, como unos dos mil años, vivía un hombre rico que tenía una mujer bella y piadosa. se amaban mucho, pero no tenían hijos, a pesar de lo mucho que los deseaban; y la esposa rezaba día y noche pero ninguno llegaba, ninguno llegaba. Frente a su casa había un patio, y en él crecía un enebro, bajo el que la mujer, en un día de invierno, pelaba una manzana y, al pelar la manzana, se cortó un dedo, y la sangre cayó sobre la nieve.»
Y por mucho que me digan de los libros y del precio y del formato digital, quedamos lectores fetiche que gustamos de las ediciones especiales y cuidadas, que nos regocijamos en secreto y presumimos pese a que, lejos de ser un objeto único, se encuentran en todas las librerías. Hoy traigo uno de esos libros, Del enebro.
Del enebro es un cuento de los hermanos Grimm que ha sido traducido conservando, no solo la crudeza, sino también la musicalidad del original que también se incluye en el libro. Cuenta la historia de una mujer que amaba a su marido y no tenía otro deseo que darle un hijo. Un enebro es testigo de este amor, del nacimiento del hijo y la muerte de la esposa, así como de los terribles acontecimientos que a estos sucedieron.
Nunca he negado mi pasión por los cuentos, que muchas veces he traído, como tampoco he ocultado que no me gustan esas versiones almibaradas que desprovisten de toda identidad al cuento oiginal. Quizás por eso es mas fácil encontrar en mis estantes versiones de los Grimm o Andersen que esos bonitos libros de Disney. Parte de esos cuentos, que eran en aquel momento orales, fueron recopilados por Jacob y Wilhelm Grimm en un libro titulado Kinder-und Hausmärsen a principios del s XIX encontrando cuentos que, lejos de ser lo que hoy consideramos infantiles, tenían un contenido más dirigido a aleccionar que a divertir. Y ahora que no somos niños, llega una editorial aragonesa y nos lo encuaderna como el tesoro que es, convirtiendo la experiencia de la lectura en algo tridimensional, mezclando negros y rojos para unir la sangre y la tinta en esta hermosa y cruel historia. Porque es un cuento que habla de amor y crueldad, y también de venganza y redención y felicidad y angustia. En apenas unas páginas todos los registros se suceden unidos por un hilo rojo como la sangre que podemos observar e incluso tocar a través de las páginas.
Explicado el cuento diré que la sobrecubierta se adhiere al tacto tanto como la historia al alma o las ilustraciones a la vista porque no ha quedado nada al azar. Y si hubo un pájaro con corazón, lo encontramos en este enebro. Reconoceremos en la historia todos los elementos clásicos de los cuentos, no faltan buenos y malos, tópicos y lugares típicos, deseos y un toque de magia, pero, lejos de asustarnos, os aseguro que cada uno de ellos harán que el lector sea capaz de sumergirse en la historia olvidando la edad que tiene o si ya pasaron aquellos tiempos en que los días terminaban cuando alguien entonaba el famoso «Érase una vez…». Y es que hay libros y libros, y algunos son tan hermosos que hay que tocarlos para creerlos y tenerlos para sentirlos, y eso, junto con la historia de un pájaro que cantaba, pibí, pibí, os lo puedo decir porque yo conocía a alguien, que ese día, pasó por allí.
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La cura de María Melero

La cura, de María Melero, en La Nueva España



Eugenio Fuentes dedica su columna La Brújula a La cura, de María Melero, en el suplemento de Cultura del diario La Nueva España.

El viaje sanador

La cura, una aventura iniciática contra el miedo, es el debut en solitario de la ilustradora María Melero

Eugenio Fuentes 10.11.2016 | 12:59

La Cura

 En el principio fueron el dolor y el miedo. Un geiser de sangre proyectado hacia la oscuridad por una jauría de perros hirientes, llegados de fuera o de dentro, reales o imaginados. Qué más da, si al cabo muerden y desgarran. Un desplome hacia lo oscuro, la anulación de una figura femenina enjaulada en las tinieblas de Cerbero. Y tras el miedo, el combate. Las heridas de los monos, los gatos, las serpientes. Cuando hasta la parálisis se cansa de no hacer nada, entonces ya se le puede sostener el ojo al enemigo.

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Pero, cuidado. A veces la luchadora se engaña al escoger las armas y ahoga el dolor en antídotos que envenenan. Y matan. Aunque la muerte, como en los viajes iniciáticos de todas las mitologías, no sea al fin sino antesala de un renacimiento. La aceptación paciente de todos los miedos. La cura.

Hasta ahora, María Melero (Jerez, 1988) había concentrado sus esfuerzos como ilustradora en trabajos para periódicos, revistas o libros de textos ajenos, que compaginó con exposiciones e incursiones en el ámbito del diseño. La cura es la primera aventura editorial en la que es responsable del texto y de las ilustraciones. Un pequeño volumen de apenas 50 páginas, editadas con primor por esos visionarios del papel que firman Jekyll & Jill. Una aventura –prologada por Jessica Aliaga con palabras lúcidas sobre los tránsitos iniciáticos– que la ha llevado a mirar hacia dentro, a imaginar el camino que conduce desde el miedo y la inseguridad hasta el contacto con la sanación que da cuerpo al título. Y la ha emprendido con unos textos breves, sencillos, directos, cuya fuerza radica en decir sólo lo justo para decir más. Es la misma simplicidad que desprenden unos dibujos de impronta naif en los que la aparente ingenuidad, no se engañe el lector, no es sino el camino más corto para rondar los arquetipos que anidan en el inconsciente. Y desnudarlos con punzante maestría.

 

Alejandra Acosta Del enebro y Cosmotheoros, Librerío de La Plata

Cosmotheoros y Del enebro en Librerío de La Plata



CosmotheorosDel enebro y Cosmotheoros, Librerío de La Plata  y Del enebro en Librerío de La Plata (Carrer Sant Jaume, 8, Sabadell)

«Dos ediciones exquisitas de la editorial Jekyll & Jill que no perdemos ocasión de recomendar cuando alguien busca un libro ESPECIAL. El Cosmotheoros, primer tratado de conjetura de vida extraterrestre basado en las teorías de pensadores como Tycho Brahe, Giordano Bruno, Kepler o Descartes, publicado por primera vez en 1698 y Del enebro, la edición bilingüe alemán-castellano del poco conocido y terrible cuento de los hermanos Grimm, con un verdadero «regalo» en su interior. Ambos, exquisitamente ilustrados por Alejandra Acosta. Pasad a verlos, por favor. Se lo merecen.»

 

Gran Fin de monoperro en revista Leer



gran-fin-revista-leer Borja Martínez reseña Gran Fin, de monoperro, en el número 267 de la revista Leer (noviembre).

Tú no me conoces, yo a ti sí. Te conozco porque soy tú. La diferencia entre tú y yo es que yo no estoy en el tiempo, estoy en tu futuro y en tu pasado, lo veo todo a la vez. Somos el Mismo en diferentes momentos. Lo más probable es que no creas esto que te digo, pero eso, ahora, da igual (te darás cuenta de que es así).
He venido hasta donde estás para acompañarte.

Cosmotheoros Alejandra Acosta

Cosmotheoros, de Huygens, en La Central



cosmotheoros-la-centralCosmotheoros, conjeturas relativas a los mundos planetarios, sus habitantes y producciones, de Christiaan Huygens, traducido por Rubén Martín Giráldez e ilustrado con veinte estampas + un desplegable de Alejandra Acosta, en el escaparate de La Central de Callao (Madrid).

Cosmotheoros (el observador de las estrellas), el primer tratado que conjetura la vida extraterrestre desde un punto de vista científico basándose en las teorías de otros pensadores como Nicolás de Cusa, Giordano Bruno, Kepler, Tycho Brahe o Descartes, fue publicado por primera vez, en latín e inglés, en el año 1698. Su autor, Christiaan Huygens (La Haya, 1629-1695), fue un destacado matemático, físico, horólogo, astrónomo, diseñador y pulidor de lentes, fabricante —junto a su hermano Constantijn— de telescopios, fellow de la Royal Society de Londres y miembro fundador de la Académie des Sciences de París. Las imágenes a color dispuestas en láminas que ilustran este volumen son obra de Alejandra Acosta, autora que ya colaboró en esta editorial con sus collages para la edición del cuento popular recogido por los hermanos Grimm Del enebro. En esta ocasión, Acosta ha pintado y bordado con hilos de colores una veintena de posibles vidas extraterrestres. Además, el libro incluye fotografías, una extensa biografía cronológica de la familia Huygens y multitud de notas, todo ello realizado para la presente edición.

BOOKTRAILER

Del enebro en el diario El Mercurio (Chile)


El libro Del enebro de los hermanos Grimm, recomendado en la sección de «Artes y Letras» del diario El Mercurio (Chile). Del enebro aparece como uno de los tres libros más votados por diversos especialistas en literatura infantil y juvenil, por Macarena García.  (24-3-2013)

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de la chilena Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)

Del enebro en el diario El Mercurio (Chile)


El libro Del enebro de los hermanos Grimm, ilustrado por la chilena Alejandra Acosta, libro con el que se ha dado a conocer en España, recomendado en la sección de «Artes y Letras» del diario El Mercurio (Chile). Del enebro aparece como uno de los tres libros más votados por diversos especialistas en literatura infantil y juvenil, por Macarena García.  (24-3-2013)

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)

Del enebro de los Grimm en el suplemento Culturas de La Vanguardia


Del enebro, cuento de los hermanos Grimm, ilustrado por Alejandra Acosta, recomendado en el artículo «Aptos no solo para menores» en el suplemento Culturas del diario La Vanguardia, por Enrique Murillo, con apartado de Carina Farreras.  (13-02-2013)

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)

Del enebro, ilustrado por Alejandra Acosta, en Libros y Literatura


Del enebro Hermanos Grimm ilustrado por Alejandra Acosta

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012). Reseña de El niño vampiro en el blog literario Libros y Literatura.

«Hace muchos, muchos años… Bueno, quizá no tantos… Hace algunos años, había un apuesto y valeroso joven al que le atraían mucho los cuentos folklóricos. Un día este joven conoció a una hermosa doncella venida de tierras germánicas. Los dos se enamoraron, y el chico decidió estudiar la lengua de su amada. Tras aprobar primero de alemán en la EOI, nuestro héroe, que era muy osado, entró en una tienda y, con gran donaire, le dijo al tendero: dadme ese libro tan gordo de los hermanos Grimm en alemán.

El cuento acababa así: tras un arriesgado viaje por el mundo de los Grimm, nuestro héroe descubría un par de cosas. Una, que con pasión, cierta facilidad para las lenguas, y la ayuda de su enamorada, bien pronto aprendió el vocabulario básico (bruja, lobo, pozo, castillo, rana, sangre, Virgen…) y fue capaz de entender la mayor parte de los cuentos. Y dos, que lo que se consideraban cuentos infantiles, en su versión original desbordaban crueldad a raudales. Por el contrario, la versión conocida en su reino había sufrido una operación de cirugía plástica que los había vuelto irreconocibles, y los había hecho aptos para el público… adulto. A menudo oímos decir que los cuentos tradicionales que conocen hoy nuestros hijos han sido edulcorados por generaciones de mojigatos (con Disney como máximo representante) con el fin de hacerlos más indicados para el público infantil. Así, por ejemplo, la Cenicienta de la pantalla perdió gran parte de su brutalidad original: ni las hermanastras se cortaban partes del pie para lograr ponerse el zapatito, ni los pájaros les arrancaban luego los ojos en castigo por su maldad. Achacamos esta edulcoración a la fiebre de lo políticamente correcto, e incluso auguramos prDel enebro Alejandra Acosta Hermanos Grimmoblemas psicológicos para las generaciones futuras, al someter a los niños de hoy a una sobreprotección, al tiempo que les privamos de las lecciones morales y el conocimiento de la vida que las versiones más genuinas y brutales de estos cuentos les aportaban. Por ello resulta muy interesante, como nos indica Francisco Ferrer Lerín en su interesante y original prólogo al libro que nos ocupa, constatar que la sociedad burguesa de la época de los hermanos Grimm ya se quejaba de la brutalidad de dichos cuentos, y cuestionaba su idoneidad para los niños. Los Grimm se defendían alegando que los cuentos no estaban dirigidos al público infantil, aunque sí suavizaron los aspectos sexuales más “inapropiados” de los relatos …seguir leyendo

Del enebro en la librería Zubieta (Donostia)


Del enebro de los hermanos Grimm ilustrado por Alejandra Acosta en Librería ZubietaDel enebro en el escaparate y en la mesa de selección de novedades de la librería Zubieta (Plaza Gipuzkoa, 11 – Donostia).

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012).

Librería Taiga recomienda Del enebro


Del enebro Alejandra Acosta Librería Taiga
Del enebro recomendado en la librería Taiga de Toledo. Reseña de Librero a mi pesar.

«Siempre que en Librería Taiga nos atrevemos a recomendaros un libro, solemos hacerlo porque su historia, sus personajes o el modo en el que su autor lo ha narrado nos ha conseguido enamorar. Pero hay ocasiones en las que todas esas razones pasan a ser secundarias ante el enorme placer que supone tener entre las manos un libro puramente artesanal, editado con un cuidado exquisito, acompañado de unas ilustraciones y collages muy especiales y con un pequeño regalo que lo convierten en un libro fascinante y muy deseable.

Estamos hablando del libro titulado Del enebro, extraído del libro “Kinder und Hausmärchen” (Cuentos para la infancia y el hogar) , escrito por Jacob y Wilhelm Grimm. Este terrible cuento había sido recuperado y trascrito junto a otros muchos por los hermanos Grimm a principios del Siglo XIX, en una serie de publicaciones que realizaron con el propósito de que los cuentos tradicionales alemanes perduraran para las generaciones posteriores. Pero lo trágico y macabro de sus propuestas, obligaron sus autores a realizar una versión suavizada y más adecuada al público infantil, verdadero destinatario de dicha recopilación.

Doscientos años después, podemos leer este cuento cruel y trágico en el que se nos acerca una historia terrible de infanticidio, amor, canibalismo, lealtad, venganza y ornitología. Así, tal como fue concebido lo encontramos (muy posiblemente, así es como se narraba en los hogares de las familias alemanas, tan dadas a la tragedia en sus cuentos orales), sin censuras y en edición bilingüe, con una nueva traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen, una de las dos partes que forman la editorial zaragozana Jekyll & Jill (una de las pocas editoriales artesanas que quedan en nuestro país y recientemente premiada debido a la excelente calidad en la edición de sus libros). Pero sobre todo, con los maravillosos dibujos de la joven ilustradora chilena Alejandra Acosta, de quien seguro oiremos hablar en un futuro» …seguir leyendo

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)