Etiqueta: Librújula

Versus de Karlos Linazasoro en Desde la ciudad sin cines



David Pérez Vega reseña Versus, estampas de un náufrago, de Karlos Linazasoro, en Desde la ciudad sin cines:

Versus (Estampas de un náufrago)

Éste no es un libro de certezas ni de concreciones. Versus es un guipuzcoano –con una edad que podría ser tan imprecisa como sesenta y pico o cuarenta y ocho años– que naufragó, posiblemente en 1985, en una isla. El espacio presentado en la narración posee unas características bastante particulares: la isla tan sólo mide diez metros de largo y cinco de ancho, y en medio crece una única palmera. «La isla de Versus es la típica isla que suele aparecer en las viñetas». Por tanto, la narración que nos presenta aquí Linazasoro (originalmente escrita en euskera) se escapa, desde el primer momento, de los cauces del realismo. «Casi todas las cosas que observaba Versus eran abstractas».

En esta novela corta nos encontraremos con más de una imagen fantástica: cuatro  peces de oro que salen del sexo de una muñeca hinchable que llegó a las orillas de la isla; o bien el avistamiento de ballenas rojas, blancas o azules. Y, sin embargo, y de un modo irónico, se nos habla también de las cuestiones prácticas que atañen a la vida de Versus, ya que nuestro náufrago lleva una alimentación sana y equilibrada, puesto que come pescado y sobre todo carne de ave, y siente especial predilección por las moscas verdes. O incluso se nos habla de las cosas en apariencia más banales: «Versus se ata los cordones de los zapatos», frase seguida de un lapidario «¿Para qué? Nadie lo sabe», que interroga a la esencia de lo humano.versuscover1

Normalmente, la vida de Versus la narra una voz en tercera persona del plural («queríamos decir», por ejemplo); que a veces pasa a singular («No sé si ya ha sido dicho», por ejemplo), lo que nos lleva a pensar que el plural inicial es simplemente mayestático. Nuestro narrador (o narradores sincronizados) es juguetón: a veces es omnisciente y nos puede hablar de los recuerdos de Versus; y a veces muestra sus limitaciones: por ejemplo, sabe que Versus conoció a una mujer llamada Alice en el trasatlántico en el que naufragó, pero nos dice que para conocer el nombre de este barco tendría que consultar la hemeroteca y no lo hace; nuestro narrador también dudará de si nos informa de algo por primera vez («no sé si ya ha sido dicho»), o se repite.

Versus habla seis idiomas y los practica consigo mismo en la isla. Le gusta la metafísica, y si consigue regresar a su País Vasco natal quiere escribir una novela. Nunca ha escrito demasiado, pero es un gran lector (las referencias a distintos escritores son constantes en el texto). De un modo hondo, metafísico, «Versus es una bestia enjaulada». «Le sangra a Versus la soledad a borbotones»; «La soledad de Versus es todopoderosa». Digamos ya que el gran tema de Versus es el de la soledad, que en principio podría hacernos pensar en la del artista, pero que en realidad apela, desde su perdido promontorio sobre un mar inmenso, a una condición universal del ser humano.

Versus está organizado en 99 cortos capítulos, que nunca sobrepasan una de las páginas de esta cuidada edición de Jekyll & Jill. El estilo de Linazasoro es el de la frase corta y contenida (en algún momento he pensado en la forma de escribir miniaturas novelísticas de Alessandro Baricco), con algún juego metanarrativo y un marcado carácter poético. De hecho, cada capítulo de Versus se puede leer como si de un poema en prosa se tratara. Un libro pequeño y expansivo; bello, reflexivo y original.

(Esta reseña apareció en la revista Librújula)

ENLACE al artículo

EN LIBRERÍAS1, 2345
COMPRAR EN LA WEB

Milo J. Krmpotic reseña Por qué la literatura… en Librújula


46514184_2002883689792277_3037326212314693632_n

Milo J. Krmpotić reseña Por qué la literatura experimental amenaza con destruir la edición, a Jonathan Franzen y la vida tal y como la conocemos, de Ben Marcus, con unos pinitos en pedantería a cargo de Rubén Martín Giráldez, en el último número de la revista Librújula.

Por qué la literatura…

Ben Marcus y Rubén Martín Giráldez. Jekyll & Jill

por-que-coverok

Todos los autores realistas se parecen en algo, pero los experimentales lo son cada uno a su manera. Es por ello que podemos afirmar que no hay nada comparable en las letras estadounidenses a Ben Marcus (se lo dice quien sudó sangre para traducirle al español El Alfabeto de Fuego), autor para colmo de ese The Age of Wire and String que el editor y escritor Max Porter definió como “la gran novela experimental de este siglo XXI”. Y ciertamente es especial también la voz de Rubén Martín Giráldez, aquí traductor del texto del anterior pero autor además de unos Pinitos en pedantería en los que, recuperando a ratos el barroco y jugoso registro de su Magistral, contextualiza el tema del texto inicial añadiéndole diversos ejemplos del apartado hispano de la polémica. ¿Y en qué consiste esta? Pues en una variante del tradicional encontronazo entre las culturas alta, mediana y baja: a raíz de las constantes pullas de Jonathan Franzen hacia autores experimentales como William Gaddis, Marcus realiza una defensa a ultranza de la libertad creativa y del amor por el lenguaje. No se trata de un ataque al Franzen autor, pero la bofetada al Franzen crítico/persona (por abusón, por machacar a los muertos y a los minoritarios en una egocéntrica campaña para elevarse sobre todo quisque) todavía resuena, por contundente y excelente- mente expresada (“Hacer literatura no es hacer diplomacia“). Y no le va a la zaga Martín Giráldez, ducho lo mismo en Lopes y Quevedos que en los más contemporáneos posmodernismos, de quien —eso sí— personalmente sigo esperando con ansiedad que acabe dando el salto entre la travesura formal y esa obra de mayor cuerpo y fondo para la que está perfectamente capacitado.

Biblioteca bizarra de Eduardo Halfon en Librújula



BB COVERS2aED.indd

Milo J. Krmpotić recomienda Biblioteca bizarra, de Eduardo Halfon. Excelente reseña para el libro de la semana de Librújula.

Existen numerosos (buenos) motivos para desconfiar de la autoficción. En el peor de los casos, la etiqueta esconde a un burócrata con ínfulas literarias, pero sigue habiendo autores capaces de conseguir que las dos partículas que la componen se erijan en oxímoron, amparen el misterio y una insondable belleza. Así, quien reniegue de la autoficción por principio no solo no ha leído a Eduardo Halfon, sino que debe urgentemente leer a Eduardo Halfon. En este nuevo capítulo de su pequeño idilio con la editorial Jekyll & Jill (1.300 ejemplares numerados a mano, imagen gloriosa en su sobrecubierta y encuadernación en rústica que es ya una primera, gozosa invitación a la lectura), el gatemalteco de nacimiento y norteamericano de adopción presenta seis crónicas marca de la casa, que vuelven a demostrar que la vida de Halfon es lo que más o menos le sucede a Halfon mientras ama los libros, se cuestiona el lenguaje y la identidad, viaja y recuerda o cree que recuerda, y con todo ello erige los cimientos de su oficio, de su profesión: un contarse a sí mismo entre la extrañeza y el reconocimiento universal. Solo la primera pieza, dedicada a una colección de bibliotecas peculiares, justifica el trayecto.

ENLACE al artículo

EN LIBRERÍAS1, 2345
COMPRAR EN LA WEB

Saturno

Saturno de Eduardo Halfon en la revista Librújula



saturno2Milo J. Krmpotic reseña Saturno, de Eduardo Halfon, en la revista Librújula:

Como cualquier amante de la mitología griega o visitante del Museo del Prado anticipará, que una obra a vueltas con la paternidad lleve el lema de Saturno no augura nada bueno. Que su firmante sea el guatemalteco Eduardo Halfon (El boxeador polaco, Signor Hoffman) y sus editores, los aragoneses Jekyll & Jill, en cambio, invita a salir en estampida para hacerse con uno de los escasos mil ejemplares (debidamente numerados) que se han impreso de este texto breve pero notable y turbulento, que en 2003 formó parte del primer libro del autor, Esto no es una pipa, Saturno, y que permanecía inédito en nuestro país. Su narrador se hace fuerte en la escritura para saldar cuentas con un progenitor distante, riguroso en extremo, desdeñoso de los intereses de su vástago hasta la violencia. Pero, consciente de que la literatura tiene mucho de abismo que te devuelve la mirada, decora su carta al padre con un extensivo catálogo de escritores que acabaron con su vida, comenzando por un Klaus Mann que no logró siquiera que papá Thomas asistiera a su sepelio y acabando con… ah, mejor no avanzar aquí el final. Porque son sesenta páginas duras, en las que se percibe ya con fuerza ese gran tema marca de la casa Halfon que es la identidad, en constante, inteligente y emotiva progresión: a medida que se van sumando reproches privados y nombres públicos (Hemingway, Quiroga, Woolf, Pavese…) surgen también nuevas voces y el relato se torna una tragedia coral, de visos universales, de palabra que mancha convertida en sangre.

ENLACE al artículo

cosmotheoros Alejandra Acosta

Cosmotheoros, de Huygens, en Librújula



cosmotheoros-librujula

«“Un hombre que comparte la opinión de Copérnico de que esta tierra que habitamos es un planeta, que el Sol ilumina y hace orbitar a su alrededor como el resto de planetas, no puede evitar pensar a veces que es probable que los demás astros cuenten con sus propios aderezos y enseres, e incluso tal vez con sus habitantes, al igual que esta nuestra Tierra: especialmente teniendo en cuenta los últimos descubrimientos en lo que respecta al firmamento desde la época del mencionado astrónomo, como por ejemplo los satélites de Júpiter y Saturno o las llanuras y regiones montañosas de la luna, que constituyen un argumento potente a la hora de establecer una relación de similitud entre nuestro planeta y el resto”. Estas reflexiones parecen de la revista Muy Interesante del mes pasado, pero son el arranque de Cosmotheoros y fueron escritas hace más de trescientos años.

Las realiza el astrónomo y filósofo (entonces no se podía ser una cosa sin la otra, y tal vez hoy día, tampoco) Christiaan Huygens en la obra a la que dedicó su vida: Cosmotheoros, cuyo subtítulo indica: “Conjeturas relativas a los mundos planetarios, sus habitantes y producciones”. Es el primer libro que de manera sistemática reúne la información científica disponible y especula sobre la vida en otros planetas. Especula mucho, por supuesto. El libro, más que un tratado de astronomía, es una obra de poesía-ficción que nos lleva de paseo por un planeta Júpiter poblado de vegetación exuberante y una variadísima fauna. Porque, en su razonamiento, Huygens considera que si en la Tierra se da una variedad enorme de especies vegetales y zoológicas, así debería ser en otros lugares, aunque sus animales y plantas sean otros.»

Leer más