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Magistral de Rubén Martín Giráldez

Magistral de Rubén Martín Giráldez en Devaneos



 Magistral de Rubén Martín GiráldezEl alquimista del tedio reseña Magistral, de Rubén Martín Giráldez, en el blog Devaneos

Pensaba no escribir nada. Pensaba dejar blanco sobre blanco sobre este fondo digital. Un fracaso neutro. Lo he pensado mejor y no, hay que escribir algo, un fracaso de reseña en todo caso, porque no hay reseña (nada de posarse sobre la margarita e ir desojando el argumento, si lo hubiera), sino una aproximación a la experiencia de leer una novela como Magistral, iba a decir del tipo de Magistral, pero lo dejamos en Magistral y quitamos el tipo.
Si hubiera llegado a la novela de Rubén Martínez Giráldez sin haber leído Rayuela o Ulises de Joyce, mi experiencia hubiera sido otra. Hablo de estas dos novelas porque ambas dos son eso que se llama hoy con mucha alegría una fiesta del lenguaje, ya un lugar común; un cajón de sastre, donde va a parar todo lo raruno, lo singular, lo excéntrico, aquello que rompe el molde.
Magistral es raruna, singular, y muchas más cosas. RMG no es Joyce, Magistral no es el Ulises, pero como dijo George Steiner no cabe duda de que el contraataque más exuberante lanzado por escritor alguno contra la reducción del lenguaje es el de James Joyce y por analogía algo parecido podemos decir de RMG y su pericia y destreza con el lenguaje para perpetrar una novela del todo punto hilarante, ambiciosa, laminar, potente, portentosa y demoledora.
La voz que narra, el autor de una novela titulada Magistral, quiere acabar con su lengua castellana, una lengua que en su opinión ya ha dado todo lo que tenía que dar de sí. Un planteamiento que el autor de la novela -Magistral(mente) mediante- pone en entredicho, dado que mientras para muchos escritores el lenguaje es ya casi un producto acabado, donde con cuatro movimientos de trilero, tienen un libro en el escaparate de una librería, otros como RMG, constato brutalmente que usan el lenguaje, las palabras, como materia prima para llevar su oficio de picapedrero al límite. Donde otros reproducen, dilatan, se clonan a sí mismos, RMG crea, innova, se aventura, roza lo ininteligible, se regodea en ello.
Podemos poner todas las pegas del mundo, todas las objeciones a la novela, todas nuestras limitaciones en nuestro leer al hacer nuestra denuncia, pero creo que deben ser ponderadas en su justa medida, si lo comparamos con todo lo que Magistral nos ofrece.
Pocas veces uno tiene la suerte de darse un atracón como éste. He gozado, sí. Me he descojonado, también. He tenido que volver una y otra vez sobre muchos párrafos, a fin de ordeñarlos, de sacarles el jugo, que lo tienen. He consultado el diccionario unas cuantas veces. He agradecido que Ben Marcus escribiera en inglés y no en pekinés.
Libros como el presente son un zasca en la (*)bocación lectora del lector que vaya en pos de lecturas complacientes, cómodas, arrulladoras, amables. Magistral, muerde, desconcierta, araña, tritura, desamodorra y lo más importante, (me) entusiasma.
RMG es un tragasables. Se la está jugando.

(*) bocación: palabro híbrido entre boca y vocación.

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Últimas noticias de la escritura Sergio Chejfec

Últimas noticias de la escritura de Sergio Chejfec, en Devaneos



chejfec-devaneosReseña sobre Últimas noticias de la escritura, de Sergio Chejfec, en el blog literario Devaneos.

«Disfruto leyendo todo lo que tiene que ver con la relación que Chejfec establece con su escritura (surge este ensayo a raíz de la compra de la libreta verde que vemos en la portada del libro, convertida con el paso del tiempo en un talismán) transcribiendo en su mocedad las obras de Kafka, con la esperanza de que ese transcribir le aparejase a su vez, asumir como por ósmosis, algo del genio Kafkiano, o las reflexiones acerca del nuevo estatuto que asume la escritura digital con respecto a la manual o la mecánica, o lo que sucede en esas blogs donde algunos autores cuelgan sus textos (textos ultimados que aglutinan en su ser todo el proceso de creación y edición), que en el caso de ser imprimidos por algún usuario en cualquier parte del mundo, éste tendría entre sus manos, un ejemplar original (donde surge la reflexión acerca de lo que entendemos por copia y original) teniendo presente siempre que sobre un papel o sobre una pantalla, la escritura creo, siempre seguirá viva, porque en un formato u otro, el ser humano siempre saciará su sed de aprehender el mundo, de explicarlo, a través de la escritura, de esa “marcación sobre una superficie” …seguir leyendo