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Maleza viva microrrelatos Gemma Pellicer

Maleza viva de Gemma Pellicer por Fernando Aínsa


Texto de presentación del libro Maleza viva, de Gemma Pellicer, por Fernando Aínsa
(Librería Cálamo, Zaragoza, 11 de febrero de 2016), extraído de su blog En la marcha.
El consabido cri-cri amenizando la tempestad
Los relatos breves de Gemma Pellicer (*)

En su introducción a una antología de narrativa experimental publicada en 1971 con el título Anti-Story (El anti-cuento) Philip Stevick incluye como una de las formas más arriesgadas de experimentación la escritura de narrativa extremadamente breve, aquella que no excede el espacio convencional de una cuartilla o una página impresa.
El espacio de una página puede ser paradójicamente suficiente —nos dice— para lograr la mayor complejidad literaria, la mayor capacidad de evocación y la disolución del proyecto romántico de la cultura, según el cual sólo algunos textos con determinadas características (necesariamente a partir de una extensión mínima) eran dignos de acceder al espacio privilegiado de la literatura.
Durante los últimos treinta años años esta forma de escritura breve ha dejado de ser algo marginal en el trabajo de cualquier escritor reconocido o un mero ejercicio de estilo. En su lugar, la mini ficción es, cada vez con mayor intensidad, un género practicado con entusiasmo y con diversas clases de fortuna por toda clase de autores.

Tal es el caso del conjunto de relatos breves que componen Maleza viva de Gemma Pellicer que tenemos el placer de presentar hoy en esta cuidada edición de Jekyll&Jill, donde se reúne una representativa muestra de la variedad que ofrecen hoy en día las formas breves : mini-ensayos, lo que Judith Kitchen ha bautizado gráfica y simplemente como Short (Corto), textos ensayísticos de brevedad extrema que en autores como Jorge Luis Borges, Virginia Woolf y Octavio Paz son una lección de poesía, precisión y brillantez compitiendo con sus propios textos más extensos; el mini–teatro que entusiasma en los escenarios del mundo del que Pellicer nos ofrece dos ejemplos (“Horizontes infinitos” y “El presente continuo”), género del que fuera pionero Marco Denevi con las composiciones teatrales del ficticio “Festival de Stendal 1965” reunidas en Falsificaciones; los textos brevísimos, aforísticos o los fragmentarios que William Peden ha llamado “ficción escuálida” que abundan en la obra. Un ejemplo, entre varios: “Aguas insomnes” “Ondas que ondulantes ondean aguas insomnes ondean ondulantes qué ondas”.

 

A la escucha de la actualidad política y social

Al mismo tiempo, los textos breves de Maleza viva no eluden las alusiones a temas políticos o sociales de actualidad. En “A precio de saldo casi” nos habla de la actualidad y de una España —“nuestra insidiosa Spain”— en liquidación, donde se ofrecen jóvenes de “toda clase sin licenciar” y también “doctorados”, oferta que incluye un “futuro diezmado”, corrupción y ahorros devaluados “a duras penas desvergonzados”.
En “La burla de los disfraces” se produce un desahucio al revés. Un grupo de “indignados antisistema” desalojan a un banquero de su casa, sacándolo “en volandas de su cama”.  Los indignados se prometen hacer lo mismo con cada desahucio que se cometa en adelante.
Pero, tal vez, el relato breve de tono descarnado que produce una mayor desazón sea  “¿Por qué está todo tan oscuro?” : Suelo poner la tele mientras plancho. De ahí que estuviera peleándome con el cuello difícil de una camisa en el momento en que emitían la noticia. Una rubia platino en perfecto estado de revista anunciaba que a un chino de seis años le habían sacado los ojos. «Comercio de órganos», me ha parecido oír mientras la plancha soltaba vapor como si se quejara de algo. Luego la mujer de la tele ha seguido hablando sobre no sé qué aniversario de Michael Jackson. Y yo he vuelto también a la plancha. Por uno de mis ojos el niño ciego lloraba.

Pero hay más.
Maleza viva nos aproxima en muchos de sus textos a la prosa poética de la que los Petits poëmes en prose (Los pequeños poemas en prosa) de Baudelaire, esa colección de 50 pequeños poemas publicados póstumamente, que fueron el antecedente de una modalidad que desde entonces propicia que poesía y relato intercambien guiños de complicidad.
En los textos de Gemma Pellicer resulta difícil distinguir la escritura de poemas en prosa de la narrativa breve, razón por la cual un mismo texto podría ser incluido simultáneamente en antologías de cuento, en antologías de ensayo o en antologías de poemas en prosa. Esta complementariedad de géneros en la que creo —prosa breve y poesía— y que personalmente practico la percibo en muchos de los relatos que presentamos.
El primer texto del libro, “Leve realidad”, nos brinda un sugerente ejemplo : La luz se emborrona para dar paso a lo real. Fugaz y leve, se abre camino al fin, entre brumas matutinas, el turbio, esplendente, dudoso día. En la mayoría de estos textos breves se perciben las pulsaciones de «la vida breve» y son el mejor espejo para reflejar las gesticulaciones de individuos balanceándose en la precariedad, la inmediatez y la urgencia que caracteriza nuestro tiempo.

Para Gemma Pellicer la micro ficción representa el «instante» de la vida  y la condensa en la forma que mejor expresa la incapacidad de enfrentamiento del ser humano con «un plazo más largo”. En su brevedad está la mejor síntesis de un tiempo de ritmo sincopado, incapaz de proyectarse más allá del instante que se vive, lo que se ha llamado «la inhibición frente al futuro».
De allí la importancia de recordar que en su “brevedad dirigida”, en el estilo conciso, en la unidad de acción del suceso concentrado que relata (Borges diría “situación”), en la de la impresión o efecto que provoca, tensión interna y condensación vital, ritmo y pulsación que lo conducen desde el principio al final que lo cierra oclusivamente, el relato breve de Pellicer se erige como una forma autónoma y auto explicativa que recorta un espacio propio “como una fotografía” —diría Cortázar, autor de “textículos” de probada eficacia.

 

El micro relato como «fruto redondo, concentrado en su semilla»

En su difícil sencillez y provisto de un ritmo ajustado conduce imperiosamente al lector a una especie de contagio emotivo. Enrique Anderson Imbert —ese crítico y autor de excelentes microrelatos, hoy tan injustamente olvidado—nos decía que el autor de formas breves, entre las que incluía el cuento, “aprieta la materia narrativa hasta darle una intensa unidad tonal”. El texto resultante es “un fruto redondo, concentrado en su semilla”.
Esta metáfora siempre me ha parecido elocuente y la mejor síntesis de la dualidad y las contradicciones del género: ese fruto redondo de piel porosa. En efecto, el micro relato se formula y se crea a través de una estructura que le impone, “elementos invariables” en el interior de un modelo que le garantiza su representatividad como género. De otro modo puede ser un chiste (peligro que amenaza a muchos microrelatos y que Pellicer evita con inteligencia), una simple anécdota (banalidad que sorprende en muchas presuntas microficciones), un fragmento deshilachado carente de coherencia interior con el que muchos pretenden ser autores de formas breves.

Estos y otros muchos síntomas de las estrategias de escritura y lectura  que nos propone Maleza viva nos llevan a ratificar que el fragmento ocupa un lugar central en la escritura contemporánea. No sólo es la escritura fragmentaria sino también el ejercicio de construir una totalidad a partir de fragmentos dispersos. Esto es producto de lo que llamamos fractalidad, es decir, la idea de que un fragmento no es un detalle, sino un elemento que contiene una totalidad que merece ser descubierta y explorada por su cuenta.

Tal vez la estética del fragmento autónomo y recombinable a voluntad es la cifra estética del presente, en oposición a la estética moderna del detalle. La fractalidad ocupa el lugar de fragmento y del detalle ahí donde el concepto mismo de totalidad es cada vez más inabarcable

Sin embargo, aún atenido a una forma rigurosa el relato breve necesita abrirse al exterior y ser capaz de reflejar, interpretar y recrear un mundo en permanente cambio y evolución. Debe propiciar en el lector una apertura, un fermento que proyecte la inteligencia y la sensibilidad más allá de la anécdota que narra. Es necesario insistir en esta doble condición del género, gracias a la cual puede integrar todo lo útil a sus fines, sin perder la estructura que lo caracteriza. De ahí la necesidad de un equilibrio sutil y permanente entre apertura temática y ajuste formal. En resumen, el “fruto redondo” debe ser transparente y poroso. En su “semilla” está el secreto.
Críticos como el mexicano Lauro Zavala, especializado en el cuento, aseguraba a fines del siglo pasado que «la mini ficción sería la escritura del próximo milenio» —el que ahora es el nuestro— pues es muy próxima a la fragmentariedad paratáctica de la escritura hipertextual, propia de los medios electrónicos.
Creo que Gemma Pellicer con esta “maleza viva” que anima su recopilación, “océano de rastrojos y retama”, especialmente en la segunda parte titulada “Herbolario” como otros autores nos han propuesto Bestiarios, nos ofrece una magnífica demostración de las posibilidades de un género hoy en día objeto de coloquios, festivales, concursos, encuentros, cursos de teoría y análisis literario, de polémicas sobre la terminología más apropiada para definirlos y y publicación de antologías.
Siempre he sospechado que en las formas proteicas que asumen los relatos breves se esconde una creatividad que ninguna teoría puede atrapar. La lectura de Maleza viva de Gemma Pellicer me lo ha confirmado. Por otra parte, cada ejemplar de esta espléndida edición de Jekyll&Jill nos ofrece en la contracubierta un sobre de semillas para que plantemos nuestra propia “Maleza viva” o “hierba mala, que también la hay”, según nos recuerda la autora. Solo nos queda —como nos propone Pellicer escuchar a continuación “el consabido cricrí amenizando la tempestad”.

(*) El pasado 11 de febrero presenté en la Librería Cálamo de Zaragoza
el libro MALEZA VIVA de la escritora Gemma Pellicer en compañía de la poeta Olga Bernad.

Fernando AÍNSA
Zaragoza, 11 febrero 2016
Maleza viva microrrelatos Gemma Pellicer

Presentación en Zaragoza de Maleza viva de Gemma Pellicer


Maleza viva Microrrelatos de Gemma Pellicer

Librería Cálamo y Jekyll & Jill editores tienen el placer de invitarle a la presentación del libro MALEZA VIVA de Gemma Pellicer
que tendrá lugar el jueves, 11 de febrero, a las 19:30 h en Librería Cálamo (Pza. San Francisco, 4, Zaragoza).
Asistirá la autora, que será presentada por los escritores Olga Bernad y Fernando Aínsa. Les acompañará
Jessica Aliaga Lavrijsen, editora de Jekyll & Jill.
Al acabar el acto, tomaremos un vino.

Maleza viva es un libro dMaleza viva microrrelatos Gemma Pellicere microrrelatos, en este caso próximos al poema en prosa y al aforismo, que baraja formas sentenciosas, narrativas y poéticas con otras dialogadas propias del microteatro. Su título remite a esa maraña de vivencias y sueños que supone toda existencia. En la primera parte aparece una serie de personajes cuyo cometido estriba en presentar situaciones insólitas, a la manera de tímidos puntos de luz, alumbrando a través de su comportamiento un tanto excéntrico su correspondiente parcela de realidad. Así, locos, vagabundos y ajadas marquesas desfilan por estas páginas, junto a otros seres singulares. En Herbolario, la segunda parte, nos encontramos también con piezas cercanas al surrealismo, pero vinculadas al misterio de una naturaleza inextricable que al cabo impone su voluntad. Y en donde a menudo ese mismo ecosistema toma la palabra para hacer oír su voz. El conjunto, una prueba más de la vitalidad del género hoy en España, muestra un puñado de microrrelatos de corte íntimo, en el que vida y literatura enredan sus hilos hasta formar un maravilloso retablo de poder evocador.

Gemma Pellicer escritoraGemma Pellicer (Barcelona, 1972) Es licenciada en Filología Hispánica y Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Trabaja como editora de textos de ficción y cultiva la crítica literaria en la revista Quimera. Escribe microrrelatos, cuentos y aforismos, piezas que han aparecido recogidas en antologías como Mar de pirañas. Nuevas voces del microrrelato español (2012), en edición de Fernando Valls; La música de las sirenas (México, 2013), al cuidado de Javier Perucho; o Aforistas españoles vivos (2015), de José Luis Herrera. Además, es corresponsable de la antología Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (2010). La danza de las horas (2012) fue su primer libro de microrrelatos.

«Mansa chatarra», de Francisco Ferrer Lerín, candidato a los XIV Premios Cálamo 2014.


Collage de cubierta de Mansa Chatarra: ©Sobelman Corta y Pega

¡Muy felices!
El libro Mansa chatarra, de Francisco Ferrer Lerín, selección y prólogo de José L. Falcó, ha sido seleccionado como candidato a los XIV Premios Cálamo 2014.
¡Enhorabuena a todos los candidatos!

Aquí, la información sobre los XIV Premios Cálamo:

• El «Premio Cálamo al libro del año» es elegido por «democracia directa»: Cálamo propone 16 títulos editados durante el año en curso y finales del anterior, y los clientes y amigos de nuestras librerías votan a sus preferidos. Somos conscientes de que toda elección es injusta de raíz ¡cuántos buenos libros no habremos leído o habrán pasado en silencio por nuestras estanterías! No queremos pontificar ni marcar gustos, sólo pretendemos que el premio sea una incitación a la lectura, al debate y, por qué no, a la sana irreverencia literaria.

• Los premios «Cálamo Otra Mirada» y «Cálamo Extraordinario» son escogidos directamente por el equipo de Cálamo.

• La votación se desarrollará durante el mes de diciembre de 2014 y las dos primeras semanas de enero de 2015 en las urnas dispuestas a tal efecto en las Librerías Cálamo.

• El resultado será hecho público el lunes 19 de enero de 2015.
 
• Los premios se entregarán el viernes 27 de febrero de 2015 durante una cena que se convocará oportunamente.

Candidatos a los XIV Premios Cálamo año 2014

14. Jean Echenoz. Editorial Anagrama
Autopsia. Miguel Serrano Larraz. Editorial Candaya
El balcón en invierno. Luis Landero. Tusquets Editores
El comité de la noche. Belén Gopegui. Literatura Random House
Horror vacui. Paula Lapido. Editorial Salto de Página
La buena reputación. Ignacio Martínez de Pisón. Editorial Seix Barral
La niña gorda. Mercedes Abad. Editorial Páginas de Espuma
La trabajadora. Elvira Navarro. Literatura Random House
Lo que a nadie le importa. Sergio del Molino. Literatura Random House
Los extraños. Vicente Valero. Editorial Periférica
Mansa chatarra. Francisco Ferrer Lerín. Jekyll & Jill Editores
Monasterio. Eduardo Halfon. Libros del Asteroide
Nos vemos allá arriba. Pierre Lemaitre. Publicaciones y Ediciones Salamandra
Sez Ner. Detrás de la estación. Última ronda. Arno Camenish. Xordica Editorial
Pietra viva. Leonor de Recondo. Editorial Minúscula
Tela de sevoya. Myriam Moscona. Acantilado

Cálamo recomienda «Mansa chatarra», de Francisco Ferrer Lerín



«Mansa chatarra, de Francisco Ferrer Lerín. Uno de los libros del año. Por un lado la escritura inquietante, genial y surrealista de Ferrer Lerín. Por otro lado el diseño, la maquetación y el concepto del volumen made in Jekyll & Jill. Combinación insuperable.»

La Librería Cálamo (Zaragoza), recomienda el libro Mansa chatarra, de Francisco Ferrer Lerín, selección y prólogo de José Luis Falcó, en su lista de los mejores libros del verano 2014.

 LEER aquí

Presentación de «Mansa chatarra» en Librería Cálamo (Zaragoza)


Jueves, 22 de mayo de 2014, a las 20 h en la librería Cálamo (Zaragoza):
El escritor Francisco Ferrer Lerín nos presentará su último libro, Mansa chatarra (Jekyll & Jill, 2014), acompañado por la artista plástica Margó Venegas y el arquitecto Joaquín Sicilia.
 

Foto: Fran Ferrer

Presentación de «Mansa chatarra» en Librería Cálamo (Zaragoza)


Jueves, 22 de mayo de 2014, a las 20 h en la librería Cálamo (Zaragoza):
El escritor Francisco Ferrer Lerín nos presentará su último libro, Mansa chatarra (Jekyll & Jill, 2014), acompañado por la artista plástica Margó Venegas y el arquitecto Joaquín Sicilia.
 

Foto: Fran Ferrer
Alejandra Acosta Jekyll & Jill Cálamo

Marcapáginas 30 aniversario de la librería Cálamo (Zaragoza)



Que una librería cumpla 30 años es motivo de alegría para todos.
Librería Cálamo, de Zaragoza, celebra en 2013 su 30 aniversario y para la ocasión los hemos querido felicitar con un marcapáginas, edición especial de tirada limitada, ilustrado por Alejandra Acosta
Lo encontrarán en Librería Cálamo
(Plaza San Francisco, 4 y 5. Zaragoza) a partir de septiembre.

Unos pocos ejemplares han viajado a Chile, y los podrán encontrar mañana sábado, 17 de agosto, en la 27ª Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Providencia, en el stand de Plop Galería.
A partir de las 12 horas, Alejandra Acosta firmará ejemplares de Del enebro y regalará el marcapáginas a los primeros compradores, hasta agotar existencias.

 

Texto de presentación de «Del enebro» en Librería Cálamo, por Isidro Ferrer


Foto: Paco Goyanes

Texto que preparó Isidro Ferrer para la presentación del libro Del enebro, que tuvo lugar el sábado 2 de junio de 2012 en la librería Cálamo de Zaragoza. 

«Presento este pequeño libro que encierra un gran libro. Y es un gran libro porque está obrado con la sabiduría y el cuidado de los mejores ejemplos de edición. Contiene todas las partes necesarias e imprescindibles para que este artefacto sutil sea considerado un ejemplo de maestría y saber hacer. Un ejemplo de oficio.
Afirmo que es un libro grande porque está realizado con conocimiento de causa, y porque todas las partes que lo conforman son piezas imprescindibles de este caleidoscopio.
Comencemos desde el principio:
El libro se abre con una bellísima sobrecubierta compuesta con un refinado gusto estético y no una menos sabia composición tipográfica, donde la ilustración es parte esencial del entramado compositivo formando una cenefa que cumple una doble función: decorativa y narrativa.
La cubierta, desnuda de información nos sitúa en el relato presentando al personaje principal: el pájaro.
Doble guarda vegetal del color de las agujas del enebro. Desde la espesura del bosque nos adentramos en el libro apartando la hojarasca.
Portada, portadilla, créditos, índice, todo cumpliendo las partes de la composición clásica, y de una exquisita ejecución.
Fantástico y breve prólogo de Francisco Ferrer Lerín, escritor y experto ornitólogo, que apunta una interesantísima teoría que está por desarrollar y es la del «plagio a la inversa». Algo que acuñé hace unos años como «plagio por anticipación» cuando descubrí que el bueno de Bruno Munari había calcado una idea mía con más de 40 años de antelación.
Sigamos…
Llegamos a una parte esencial del libro y que nos da pistas de cómo ejercer de lectores de este cuento de los hermanos Grimm.
Las notas de la traducción:
La traducción, que es una suerte de reescritura y una parte fundamental de todos aquellos libros que son escritos en otra lengua y que deben pasar por este terreno de la aproximación para poder ser degustados. La traducción nos muestra el camino para poder comprender algunas partes esenciales en la construcción literaria del texto.
En la página 25 entramos en el cuerpo central del libro.
El texto está compuesto en Garamond del cuerpo 12 con un interlineado del 16 en caja centrada de 72 mm.
El texto viene acompañado de ilustración  a una, dos o tres tintas en función de la necesidad, a página completa o a doble página.
Las ilustraciones son de una sutileza y una maestría difícilmente superables. Su autora, Alejandra Acosta, es una ilustradora de recursos variables. Una ilustradora con solo siete años de ejercicio pero con más de una docena de libros sabiamente iluminados.
Ella misma dice que está en periodo de búsqueda y que el estilo, de llegar, llegará en su momento. No hay nada más sabio en esta profesión que poner obstáculos a la facilidad de la mano para repetir los gestos automáticos y adentrarse en la incómoda pero feliz búsqueda del tono, de la voz apropiada a cada texto.
Alejandra dice de si misma que vive con un pájaro que le cuenta historias… y que a veces ella las dibuja. Me gustaría conocer a este pájaro que nutre la cabeza de Alejandra de imágenes poéticas. Y que le susurra al oído los caminos por los que poner a caminar los dedos. Ella misma se dibuja con cabeza de pájaro, así que desconfío que el pájaro del que habla no sea otro que ella misma dispuesta a volar en cadas instante.
En una entrevista, ella misma dice que cuando ilustra no trabaja a partir de las palabras, sino a partir de la sensaciones que esas palabras le aportan, que se empeña en configurar una entramada poética alrededor de esas palabras.
Dice Clarice Linspector que «las palabras no tienen nada que ver con las sensaciones. Las palabras son piedras duras y las sensaciones son delicadas, fugaces, extremas».
Creo que esta forma de trabajar con las sensaciones de Alejandra le conducen al acierto de encontrar siempre el tono adecuado, el tono que corresponde a cada texto.
Las ilustraciones de este libro tienen un tono particular, un tono silencioso, misterioso, dulce y aterrador. Un tono que proviene de la renuncia, de un deseo expreso de no demostrar las habilidades del ilustrador sino de adecuar la voz gráfica a la voz de las palabras impresas para que la sintonía resultante sea una sinfonía armónica, sin estridencias ni recursos superfluos.
Las ilustraciones de Alejandra llegan allí donde el texto no puede entrar, señalando el camino de lo sensacional, la puerta abierta a las sensaciones.
Cuánto se puede decir con tan poco, y de una manera tan callada. Poco más se puede añadir.
Pero no termina aquí Del Enebro, continúa con el texto original en Plattdeutsch con una tipografía gótica negra de época, manteniendo el ancho y largo de la caja pero suprimiendo el espacio entre los puntos y aparte por un símbolo de párrafo en color rojo.
El libro se cierra con un colofón. Un colofón que cumple todas las obligaciones del colofón y que sirve de remate perfecto.
Hasta aquí sería un gran libro, pero ahora entramos en el terreno de la sorpresa, para hacer de esta edición un auténtico regalo para los sentidos. Y junto a una deliciosa y perturbadora postal en donde los autores forman parte del relato, encontramos un precioso taumatropo en el que el pájaro pone a latir su corazón delante de la mirada asombrada del manipulador.
Del Enebro celebra y recupera estos maravillosos oficios ejecutados con la mayor exquisitez y sabiduría. El oficio del escritor, el oficio del editor, el oficio del traductor, el oficio del impresor, el oficio de la ilustradora.
Solo encuentra una pequeña ausencia… el olor del enebro».

Aquí, Isidro Ferrer saca de su bolsillo una pieza de madera pulida, una rodaja de tronco de enebro, que ofrece a los asistentes para que la toquen y la huelan. Poco después se la regala a la ilustradora Alejandra Acosta. En estos momentos descansa sobre una repisa, acompañada de otros objetos curiosos y extraños, en su estudio de Santiago de Chile.