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Entrevista a Andrea Valdés en ABC



 

Inés Martín Rodrigo entrevista a Andrea Valdés con motivo de la publicación de Distraídos venceremos, usos y derivas en la escritura autobiográfica en el suplemento cultural de ABC:

Andrea Valdés: «La novela española actual me aburre»

Acaba de publicar su primer ensayo, Distraídos venceremos, en el que reflexiona sobre la escritura autobiográfica

¿Cuáles son tus intereses como escritora?

Suelo navegar entre varias aguas. Me gusta mucho la investigación y colaborar con otros agentes, que en estos últimos años han sido comisarios/as y artistas. En privado, sigo peleándome por dar con un lenguaje propio, que igual me viene de abrir una nuez con el culo de extintor. ¡Todo muy práctico!

¿Y como lectora?

Soy más de oído que de argumento, aunque también me gusta no darme por hecho y de pronto verme leyendo «Fortunata y Jacinta». Uno de los libros que he disfrutado últimamente es «Escrito en el cuerpo», de Jeanette Winterson. Tiene una locura tan bonita… sobre todo hacia el final, pero el ensayo me tira cada vez más y me encantaría leer sobre campos que desconozco, aunque los entienda a medias.

Depende de si es remunerado o no pero en lo que respecta a la vertiente más literaria no me fijo tanto en el tema, si no desde dónde escribo y me gusta pensar que es siempre desde un conflicto, por seguir el consejo de Rosa Chacel, que llevado al extremo me obliga a ponerme en riesgo y eso es lo que más interesa. Me protege de que acabe siendo únicamente un acto de vanidad. Hay tantos… ¡y a diario!

¿Dónde has publicado hasta el momento?

He publicado bastante en prensa. Últimamente en el suplemento Babelia de El País. También en la revista El Estado Mental, donde tenía una sección que me hizo muy feliz («¡Cavernícolas!»). Y en varios catálogos de Arte, siempre hablando de gente que me importa y respeto.

¿Con cuál de tus «criaturas» te quedas?

Tengo muy pocas porque borro y descarto mucho pero quiero creer que no será en vano. Así que me quedo con todo lo que tiré, aunque suene un poco raro… Y con mi ensayo sobre usos y derivas autobiográficas, que es el motivo de esta entrevista y donde ya empiezo a saber quién soy.

Supiste que te dedicarías a esto desde el momento en que…

Lo verbalicé por teléfono, a los 23 años. Llamé mi padre llorando desde París, donde estaba haciendo unas prácticas en el diario Le Monde Diplomatique. Estando ahí descubrí que yo no me veía siendo periodista, que en realidad quería escribir, que en mi cabeza era como morir alcohólica y rodeada de gatos. Las estupideces de una no tienen límite… Él no sé si se acuerda, pero seguro que se reía. De momento tengo una oca de plástico. Gatos ni uno. A ver.

¿Cómo te mueves en redes sociales? ¿Qué perfiles tienes?

En Twitter y sin entusiasmo. Me abrí un Tinder y me tiene fascinada, pero de ahí a cumplir su objetivo… Intenté ser de Instagram pero me aburrí por el camino y me fui de Facebook que es un chiringuito terrible. ¡Váyanse todos! Acabemos con esto.

¿Cuentas con un blog personal?

Contaba con uno que se llamaba Mcfly, ¿hay alguien en casa? Ahora vegeta, pero en su día me sirvió bastante, por eso no me atrevo a cerrarlo.

¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practicas?

Fui librera más de diez años a tiempo parcial y sigo comprando libros, que es lo más importante. ¡Compren libros! Escribo a veces sobre lo que publican otros y espero montar pronto un grupo de lectura con el que cruzar disciplinas (arte y cine) y seguir trabajando lo que planteé en mi primer ensayo.

¿Formas parte de algún colectivo/asociación/club?

No recuerdo… pero voy a todos los conciertos del grupo Low y soy muy leal a mis amigos. Con ellos hablo mucho de política. Nos preocupa.

¿En qué estás trabajando ahora?

Ahora estoy con un glosario sobre arte contemporáneo para una publicación que celebra el aniversario de Hangar y presentándome a todas las becas posibles. Quiero ir a Roma ¡como todos! Y escribiendo algo que aún no sé qué es y si llegará a cuajar… Ojalá. También tratando de convencer al mundo de que lea mi ensayo aunque no conozcan a la mitad de los autores, porque quiero que a Víctor de Jekyll & Jill le vaya muy bien. Se lo merece. Su editorial es uno de esos milagros que hay que cuidar. Además tiene una voz muy bonita y me explica de dónde viene la sangría y la composición de ciertas tintas. ¿No es una locura?

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¿Cuáles son tus referentes?

Mis padres. Virginia Woolf y Marguerite Yourcenar: que son mis cimientos y me moriré con ellos. Lina Bo Bardi desde que volví de Brasil. David Bowie y los berberechos. También algunas clavículas…Cualquier conversación con mis hermanos. Las borracheras de Aki Kaurismaki. Los cuadros de Caravaggio. Los bichos de Lygia Clark y los pulpos de Jean Painlevé. ¡Toma zoológico! Jack Lemon con peluca y Katherine Hepburn con un trozo de tacón en la mano. Jacinto Esteva en albornoz hablándole a un espárrago. Gaudí mojando una hoja de lechuga en un vaso leche. También las braguitas de Ripley, a muerte. El Partenón una y mil veces. O lo que queda de él. Y Lucrecia Martel, sin lugar a dudas. (Y qué pena que sean todos blancos… ¡Arréstenme!)

¿Y a qué otros colegas de generación (o no) destacarías?

Cristina Morales y la poeta María Salgado me interesan. Y los libros de mi amigo y escultor David Bestué, que regalo siempre que puedo. Por lo demás, lo admito: tengo un problema con la novela española actual. Me aburre. ¿Alguna sugerencia?

¿Qué es lo que aportas de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?

Lo que más he oído es frescura. También insolencia, pero no diría que es nuevo. No distingo entre géneros ni formatos y quiero seguir rompiendo eso, aun a riesgo de resbalar un rato porque no me veo escribiendo una novela en sentido estricto pero tampoco un cuento con un cierre perfecto. Sea lo que sea, asumo que tendrá que encontrar a sus lectores pero habrá humor y algún que otro portazo. Hay que darlos de vez en cuando.

¿Qué es lo más raro que has tenido que hacer como escritora para sobrevivir?

¿Lo más raro? Creérmelo, salir de ese armario… Sin duda. Es esencial porque es una carrera de fondo y todo está pensando para entorpecerla: desde internet, que tanto despista con sus memeces, a los sueldos de risa que nos obliga a encadenar encarguitos para comprar ropa inflamable en Zara y vuelta a empezar… Nos veo de hámster en la rueda. Aunque yo, por suerte, tengo a varia gente que me apoya. ¡No sé qué haría sin ellos! Espero no defraudarles. Me pusieron el listón alto.

 

Entrevista a Diego S. Lombardi en ABC



Inés Martín Rodrigo entrevista a Diego S. Lombardi con motivo de la publicación de su novela La coronación de las plantas. En el diario ABC:

El selfie que Diego S. Lombardi dedica a ABC Cultural
El selfie que Diego S. Lombardi dedica a ABC Cultural – ABC

 

DARÁN QUE HABLAR

Diego S. Lombardi: «En Facebook a veces florece lo más imbécil de nuestra condición»

Su novela «LA CORONACIÓN DE LAS PLANTAS» es de lo más inusual y mejor que este año se ha publicado en España
¿Cuáles son sus intereses como escritor?

Ejercitar nuestra capacidad creadora, utilizar el lenguaje como herramienta mediúmnica para hacer manifiesto lo subyacente; explorar sus límites con intención de transgredir las estructuras, buscando un estilo propio y transitar los resquicios donde se manifiesta lo numinoso e impera la contradicción, la fusión y el caos. Reelaborar fantasías, vivencias y conceptos y desarrollar historias y mundos que, por su semejanza o contraste, tengan algo para decir de nosotros.

¿Y como lector?

Depende del ánimo y las inquietudes. A veces sólo busco información dura; otras veces, la sorpresa, la belleza, el horror, que me sumerjan en una manera nueva de ver las cosas, pues tal vez sea ésta la más importante de las utilidades prácticas de la lectura, la capacidad de acercarnos, aun con las limitaciones del medio y aunque sea por instantes, al lugar de otro.

Sobre procesos, fractales, costumbrismo, los distintos grados de conexión e intercambio que existen entre las diez mil cosas, la perplejidad que causa lo desconocido, el malestar en la cultura, la resonancia de la voluntad en la construcción de la realidad, el desamparo de estar a merced de fuerzas inmensurables.

¿Dónde ha publicado hasta el momento?

Mi primera novela se publicó en Cuba por editorial Arte y Literatura tras ganar el premio ALBA de Narrativa. Mi segunda novela, en España y por Jekyll & Jill. También he participado con cuentos y relatos en algunas antologías y revistas.

¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?

Con la criatura que forman todas ellas.

Supo que se dedicaría a esto desde el momento en que…

Resulta difícil de establecer por tratarse de un proceso paulatino, aunque el desconcierto de mis tempranos veinte y la frustración de una vida laboral cutre, amparados por el realismo sucio, inspiradoras lecturas beat y el narcótico spleen de Baudelaire, fueron quienes tal vez me condujeron a escribir cuentos y poemas con un compromiso inédito hasta aquel momento. Creo que así fue como comenzó el asunto, aunque escribir sea una actividad que irrumpe en mi vida de modo caprichoso, en oleadas de intensidad abrumadora y durante breves periodos de tiempo.

¿Cómo se mueve en redes sociales? ¿Qué perfiles tiene?

Tengo un perfil de Facebook que utilizo para informarme y distraerme. Soy un usuario bastante austero, aunque puedo tener brotes de entusiasmo que se desvanecen casi al instante frente a una plataforma que censura contenidos y continúa rigiéndose con moralinas victorianas, donde por momentos resulta inevitable que, tamizado por anuncios publicitarios, florezca lo más imbécil de nuestra condición.

¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?

¿Visitar bares?

¿En qué está trabajando justamente ahora?

Me encuentro realizando una investigación acerca de la posibilidad de establecer vínculos con energías contenidas más allá del tiempo y la materia, abocado a otorgar cualidades animistas a los distintos elementos de la ciudad, a encadenar figuras geométricas sobre atmósferas cósmicas mediante progresiones de acordes y oír revelaciones en el silbido del sable cortando el aire con un certero nukitsuke.

¿Cuáles son sus referentes?

Diré tres nombres, los primeros que aparezcan en mi mente: Lao Tse, Miles Davis, Mónica Bellucci.

¿Y a qué otros colegas de generación (o no) destacaría?

Me resulta muy difícil elegir alguno pues son muchos y la verdad es que casi no los conozco.

¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?

Sería pretencioso y risible que yo lo dijera. Mi aporte es otro registro del infinito territorio que abarca la existencia. Un intento más de explicarnos.

¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?

Por supervivencia y trabajo de campo incursioné en lugares de lo más disímiles, aunque no creo haber hecho nada especialmente raro o que no se haya visto en el cine.

ENLACE a la entrevista

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Rubén Martín Giráldez

Entrevista a Rubén Martín Giráldez en ABC



Inés Martín Rodrigo entrevista a Rubén Martín Giráldez con motivo de la publicación de su nueva novela Magistral. Diario ABC (10-5-2016)

Rubén Martín Giráldez

Rubén Martín Giráldez: «Si hubiese confiado mi subsistencia al puño apretado éste ahora estaría en la mierda»

Este joven autor, interesado en «celebrar el idioma» y cuyos referentes son Sade y Gracián, acaba de publicar Magistral, su segunda novela, una obra en la que despliega esa voz brutal de la que ya dio cuenta en Menos joven

– ¿Cuáles son sus intereses como escritor?
– Me gustaría celebrar el idioma, por abreviar, pero eso no significa que la forma pase a un primer plano. Aunque no me interesa nada la parte de juego del surrealismo o del OuLiPo, reconozco que el flirteo con la verborrea produce chispa, y a la chispa ya se sabe que con arrimarle un poco de pelo ya se da por incensada. Quiero decir que a los narradores (a los narradores que uso yo, digo) les gusta mucho oírse, y a mí —que no me gusta nada hablar y mucho menos oírme— siempre me da curiosidad lo que tienen que decir y cómo lo dicen.

– ¿Y como lector?
– Huyo como lector de lo mismo que como escritor: de la gandulería del «contar historias y emocionar a la gente». Hasta los videojuegos han superado ese estadio. Resulta que tenemos vértebras, no podemos andar por ahí sin atrevernos a flexionar las articulaciones. Y no me refiero a sesudeces porque sí, me refiero a «Las mentiras de la noche» (Anagrama) de Gesualdo Bufalino, por ejemplo. Me refiero a diversión auténtica, no a diversión aprendida.

– ¿Sobre qué temas suele escribir?
– Pues cuando no escribo sobre la lengua escribo sobre lo que le ande cerca: la boca, el sexo, la memoria, la ética, los insultos, el mal, el humor, los amigos, los padres…, autobiografía disfrazada, los únicos temas existentes abordados como si fuese el primero en abordarlos. Un lector no debería exigir menos que eso a aquéllos a quienes paga.

– ¿Dónde ha publicado hasta el momento?
– Empecé publicando en Alpha Decay un ensayículo bufo titulado «Thomas Pynchon: un escritor sin orificios», y después han ido surgiendo cosas para Aristas Martínez, E. D. A., Editorial Base, algún fanzine… Con Jekyll & Jill Editores, las dos novelas. Ha sido como escribir un papel para una actriz escogida de antemano, porque difícilmente hubiesen podido aparecer en una editorial que no fuese Jekyll & Jill: en «Menos joven» había una doble cubierta, el libro era una réplica de las ediciones Gallimard, llevaba calcomanías y algunas páginas estaban subrayadas y anotadas en lo que parecía lápiz; en «Magistral» hay juegos cruciales (pero sutiles) de maquetación, tipografía, paginación y una cubierta de otro libro incrustada en el libro.

– ¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?
– Creo que «Magistral» es mejor que «Menos joven». A «Menos joven», probablemente, le cambiaría cosas que la harían mejor que «Magistral». Y así. Todo se andará.

– Supo que se dedicaría a esto desde el momento en que…
– Lo que me interesaba a mí desde siempre eran los diarios y la literatura autobiográfica. Escribo diarios intermitentes desde los trece años, pero no pretendía darles dignidad de estilo hasta el día en que se me ocurrió introducir un poco de MENTIRA. O lo que es lo mismo: cuando leí «Les nourritures terrestres» de André Gide.

¿Cómo se mueve en redes sociales? ¿Qué perfiles tiene?
Twitter es esa aplicación donde emiten diálogos entre Gonzalo Torné y Luis Magrinyà, para que se haga una idea. Yo uso Facebook, que aborrezco periódicamente porque a veces me da muchos minutos de esterilidad, pero la verdad es que bastantes trabajos me han llegado gracias a él. Además, prácticamente todo mi círculo de amistades sale ya de ahí, así que ahora no me voy a poner estupendo. Habrá que tragar con sus mil inconvenientes y trampas.

– ¿Cuenta con un blog personal?
– Abrí un blog llamado Célinegrado, pero cuando tuve oportunidad de publicar en papel la verdad es que quedó humillantemente relegado a la friend zone, el pobre. Ahí cuelgo los enlaces a lo que publico y traduzco. A veces Célinegrado me reprocha que lo tengo hecho un Tumblr, así que también me hice un Tumblr curricular.

– ¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?
– Me dedico a la traducción literaria, y desde hace casi dos años me dejan publicar artículos en «El Trujamán», la revista de traducción del Centro Virtual Cervantes, tremendamente recomendable para todo aquél que sospeche que la eme con la u: mu. Léanla todos, por favor, hay artículos geniales de gente sabia como Carlos Mayor, Ismael Attrache, Mª José Furió, José Aníbal Campos, Carlos Fortea, Andrés Ehrenhaus, Pablo Moíño, África Vidal, David Paradela, Juan de Sola…, de los que sale uno como de darse un baño en astucia.

– ¿Forma parte de algún colectivo/asociación/club?
– Gran no.Magistral de Rubén Martín Giráldez

– ¿En qué está trabajando justamente ahora?
– Tengo 100 páginas de la próxima novela y bastante trabajo antes de poder continuar. Acabo de entregar la traducción de la «Autobiografía» de Morrissey, que publicará pronto la editorial Malpaso (me dicen que ya se puede contar). La verdad es que me ha puesto a prueba en su buen centenar de aspectillos del oficio y, además, es la única figura de acción por la que siento devoción (devoción crítica).

– ¿Cuáles son sus referentes?
– Sade y Gracián. Muertos que no se mueren ni que los maten.

– ¿Y a qué otros colegas de generación (o no) destacaría?
– Mi deuda hoy es con Juan Francisco Ferré, Antonio Orejudo, Manuel Vilas y Julián Ríos, por decir sólo algunos…, es una deuda que se cifra en la cantidad de instantes de verdadero placer que me han proporcionado, y es una deuda que —sin haberles preguntado— sé que no van a tratar de cobrarse, porque la euforia de lenguaje y pensamiento de esa gente viene de la generosidad, sólo hay que leerlos para darse cuenta. Anden: vayan a darse cuenta.

– ¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?
– A mí me encantaría conseguir lo siguiente:
Acercaos, que la lengua no muerde, que la lengua no es una lanza térmica, ¿qué os puede pasar?, no seáis tontos, tocadla, tocalá-tocalá… ¡FLASH!
Pues sí era una lanza térmica. No haberme hecho caso.

– ¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?
– Si hubiese confiado mi subsistencia al puño apretado éste ahora estaría en la mierda y Dios en la de todos.

Enlace a la entrevista