Autor: JEKYLL & JILL

«El libro de los milagros» de Carme Tierz en la librería temporal de la Galería Loewe-La Central

«Amb motiu de la Diada de Sant Jordi, la galeria Loewe es convertirà en una llibreria temporal que posarà a la venda exclusivament llibres recomanats per 40 personalitats del món de la cultura, entre les quals m’han inclòs. Les meves recomanacions han estat les següents:

– La línea del desierto, d’Elisabet Riera
– Bioko, de Marc Pastor
– Amores minúsculos, d’Alfonso Casas
– Un antídot contra l’extrema dreta, de Toni Cruanyes
– El libro de los milagros, de Carme Tierz

I més que me’n deixo al sac! Feliç Diada i bona lectura!»

Guillem Clua
El dramaturgo Guillem Clua elige y recomienda cinco libros para la librería exclusiva Loewe-La Central que abrirá sus puertas hoy sábado, día 20 de abril, en la Galería Loewe de Barcelona, con motivo de el Día del Libro. Y entre ellos elige El libro de los milagros, siete cuentos irreverentes de Carme Tierz.
Más información AQUÍ

Entrevista a la escritora Carme Tierz con motivo de la publicación de El libro de los milagros, siete cuentos irreverentes en el programa Continuarà de TVE para Catalunya (22 de enero de 2013).

«El libro de los milagros» de Carme Tierz en la librería temporal de la Galería Loewe-La Central

«Amb motiu de la Diada de Sant Jordi, la galeria Loewe es convertirà en una llibreria temporal que posarà a la venda exclusivament llibres recomanats per 40 personalitats del món de la cultura, entre les quals m’han inclòs. Les meves recomanacions han estat les següents:

– La línea del desierto, d’Elisabet Riera
– Bioko, de Marc Pastor
– Amores minúsculos, d’Alfonso Casas
– Un antídot contra l’extrema dreta, de Toni Cruanyes
– El libro de los milagros, de Carme Tierz

I més que me’n deixo al sac! Feliç Diada i bona lectura!»

Guillem Clua
El dramaturgo Guillem Clua elige y recomienda cinco libros para la librería exclusiva Loewe-La Central que abrirá sus puertas hoy sábado, día 20 de abril, en la Galería Loewe de Barcelona, con motivo de el Día del Libro. Y entre ellos elige El libro de los milagros, siete cuentos irreverentes de Carme Tierz.
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Entrevista a la escritora Carme Tierz con motivo de la publicación de El libro de los milagros, siete cuentos irreverentes en el programa Continuarà de TVE para Catalunya (22 de enero de 2013).

Menos joven de Rubén Martín Giráldez en Un libro al día

Reseña de la novela Menos joven, de Rubén Martín Giráldez, en el blog literario Un libro al día.

A ver cómo lo explico. Hay libros que son como edificios llenos de ventanas desde las que el lector puede asomarse y mirar a la calle, a las habitaciones, al patio de escaleras. En algunas de ellas te detienes más, por la razón que sea: porque te cautiva la decoración, porque la luz es débil y sientes curiosidad, porque en la negrura de un cuarto cerrado escuchas ruidos que te aterrorizan. Y cuando sales del edificio arrastras un equipaje singular, parecido a las maletas de otros lectores que también echaron un vistazo a esas ventanas, pero matizado por tu propio recorrido. No hablo sólo de niveles de interpretación, que también, sino de algo más: cómo uno entiende la cultura en general y la literatura en particular, cómo uno pone sobre la mesa lo que sabe y lo confronta con lo que cree saber, cómo uno siente la necesidad de regresar y mirar un poco más, una ventana más, una idea más. Libros, en definitiva, que proponen, preguntan, provocan; libros ante los que es imposible quedarse indiferente.

Menos joven es una reflexión desde las maletas del autor y un ensayo filosófico en muchas ocasiones descojonante sobre el equipaje cultural disfrazado de programa radiofónico con caballos disfrazado de novela francesa cubierta por unas tapas falsas de novela española de 2012 que forma, sin exagerar un ápice y en sentido arquitectónico, un objeto casi perfecto con piezas cuidadosamente escogidas, que empiezan a sumar a partir de unas cubiertas con misterio y atraviesan las tapas interiores, pasan por las calcomanías de personajes famosos incluidas, la sorprendente página de créditos o la ficha de personajes, se enrocan en los afilados apuntes manuscritos de los márgenes y terminan, prácticamente sobre un escenario sonoro, por dejar sin aliento al viajero. Creedme: no miento en nada. Y lo más cojonudo es que, cerrado el libro, todo tiene sentido.

Rubén Martín escribe como un salvaje, completamente desbocado (este adjetivo no es gratuito). A veces enlaza comentarios, referencias culturales, episodios seguramente vividos y giros metaliterarios con tanta velocidad que es difícil seguirlo, pero el narrador se da cuenta del despiste y para, da una vuelta, nos arrea y seguimos. Cuidado: el narrador es un mentiroso confeso, un cínico mayormente despreciable, un loco feliz, un egocéntrico manipulador, y nos obliga a escucharlo con precaución. Escucharlo, sí. Os lo explico:

El peinado de Calígula es un espacio radiofónico de entretenimiento infantil protagonizado por adultos en el que los participantes tienen por objetivo localizar a sus ídolos y darles caza. Menos joven es la narración oral íntegra del locutor de ese programa durante el episodio en el que concursa un hombre llamado Bogdano. Todo lo que leemos, por tanto, es la «pormenorizada» «descripción» de los «acontecimientos» que «tienen lugar» por boca de ese verborreico, imparable y acelerado locutor. De quien ya os he comentado un poco el perfil. ¿Y Bogdano? Bogdano es un pequeño hijoputa, aunque quizá otros lectores lo hayan encontrado más tierno, qué sé yo, poco hecho. Bogdano cree tener las ideas claras y corre sin piedad hacia sus objetivos, convencido de su drama personal, con la indolencia propia de saber a quién culpar por todo, sin dudas, arrollador. Ese es Bogdano: un tío que está buscando pegarse la Hostia del Siglo.

Vuelvo al ejemplo del edificio lleno de ventanas. Rubén Martín ha concebido un libro genial, extraño y ambicioso, del que se han escrito reseñas muy distintas. Se repite mucho aquello de «matar al padre» (siendo aquí «padre» la educación adquirida, la biblioteca familiar, los ídolos de adolescencia, las lecturas antiguas, etc.), pero a mí me cuesta verlo exclusivamente de ese modo, aunque lo entiendo. Creo más bien que el autor ha realizado un ejercicio de limpieza íntima. Se ha puesto a sudar delante del espejo para, de una vez y para siempre, dejar de tomarse a sí mismo tan en serio como el ámbito de la cultura actual solicita (o impone) y ser capaz, contra marea y en un país que históricamente no sabe cómo hacerlo, de reírse de todo, pero sobre todo de él. Reírse de uno mismo, ese trance. Y esa liberación. Puesto aquí en forma de libro único, lleno de menos jovenguiños, de puñetazos, de caídas del caballo. Con un humor negro y brillante, ingenioso, retorcido.

Llegas al final de un capítulo y te encuentras la nota manuscrita (¡a lápiz!) de alguien que leyó ese ejemplar que tienes en las manos antes que tú:

«Se me ocurre algo mejor para cerrar un capítulo: es el día en que todos los padres del planeta confirman a sus hijos que son franceses. Escenas de terror y llanto ante la terrible noticia.»

A ver cómo lo explico.

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«Menos joven» en Revista de Letras


«Se ha dicho que Menos joven es una impugnación de la literatura; más concretamente, una “impugnación humorística de la referencialidad” (Alberto Olmos dixit). Y estoy de acuerdo. No obstante, en Menos joven la literatura es refutada con más literatura. Al final, es la Literatura, en mayúsculas, la que triunfa: “Todo este lenguaje se va cayendo. Todo este lenguaje se está cayendo”, pero Martín Giráldez, por boca de su locuaz narrador, hace lo imposible para que el lenguaje no desfallezca. Y lo logra. Menos joven prueba que la Literatura está muy viva, así que estamos de enhorabuena: la lengua escrita da placer, tanto o más que las bolas chinas… Gocemos, pues.»

Rebeca García Nieto reseña la novela Menos joven, de Rubén Martín Giráldez, en Revista de Letras.

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Menos joven de Rubén Martín Giráldez en Revista de Letras

Rebeca García Nieto reseña la novela Menos joven, de Rubén Martín Giráldez, en Revista de Letras.

La lengua escrita sirve para lo mismo que las bolas chinas”. (Menos joven, Rubén Martín Giráldez)

Tiene razón el narrador de este inclasificable libro: la lengua escrita da placer. Joyce, que llevaba el goce en el apellido, también se dio cuenta, por eso se pasó gran parte de su vida jugando con la lengua. Lo mismo puede decirse de Witold Gombrowicz o de Antonin Artaud, aficionados, aunque por motivos distintos, a los juegos de palabras. Todos ellos, y muchos más, están presentes, de un modo u otro, en Menos joven.

A Gombrowicz se le santifica explícitamente: “Le da el baile de San Witold, le entran los siete máhlers, se adentra en el propio laberinto del minotarded”. Artaud, en cambio, aparece donde menos te lo esperas. A él nos lleva una onomatopeya aparentemente sin sentido, JIZI-CRI, palabra-maleta (portmanteau, que dirían los más refinados) que al parecer empleaba Artaud para referirse a Jesucristo. Incluyo esta referencia aun a riesgo de parecer pedante, y aclarando desde ya que fue Vicente Luis Mora el que me puso sobre su pista, porque me parece importante señalar que en Menos joven todo, hasta lo más insignificante, significa algo, por lo que recomiendo al lector, o mejor dicho al oyente, que esté atento a las señales sembradas en el texto (marcadas con subrayados, comentarios en los márgenes, etc.) para disfrutar del libro en toda su amplitud.

La trama es más o menos la siguiente: El peinado de Calígula es un programa de radio protagonizado por adultos que se dirigen a menores de edad como si fuesen adultos. El objetivo del peculiar programa no es otro que perseguir a los ídolos culturales y darles caza, ya que “Los ídolos impiden el desarrollo de una verdadera infancia”. El verborreico narrador, el presentador del programa radiofónico, es una especie de “jockey disc-jockey”: va a caballo y “retransmite al galope” lo que va haciendo el protagonista de la novela, un tal Bogdano, que persigue a caballo, ¿cómo si no?, a sus ídolos literarios para acabar con ellos o, hablando con propiedad, acaballinarlos.

Volviendo a San Witold… En un libro con aparente intención desacralizadora, llama la atención la pontificación del escritor polaco. No creo que sea casual. Es verdad que, en cierto modo, Menos joven cabalga en dirección contraria a Ferdydurke. Como apunta Vicente Luis Mora: “Menos joven es el antilibro o libro especular a Ferdydurke; si éste es un cuento de adultos narrado en un lenguaje deliberadamente infantiloide, Menos joven es un libro dirigido en teoría a niños pero elaborado en un lenguaje adulto y parcialmente críptico”. Sin embargo, ya consideremos a los lectores-oyentes como niños forrados de adultos o como adultos forrados de niños, que viene a ser más o menos lo mismo, Menos joven aborda el mismo tema que preocupaba a Gombrowicz: la cultura puede ser un instrumento de engaño. En Ferdydurke, la cruzada es contra el mundo de los adultos; el arma arrojadiza, la inmadurez. En el libro de Martín Giráldez, la cruzada es contra la “alta cultura”, personificada, por ejemplo, en Anton Webern o Lucia Joyce. No obstante, no es fácil determinar qué es “alta cultura”, menos aún para Bogdano, que fue sometido por su padre a una “educación híbrida”, peculiar amalgama de lo más culto y lo más mundano. El padre de Bogdano quería proteger a sus hijos “del contacto con los Grandes”, por eso “pensó que educando a sus dos hijos en la literatura que generalmente consideramos vulgar tal vez podría darles una oportunidad de salvación, y los mantuvo apartados cuanto pudo de cualquier tipo de excelencia”.

Se ha dicho que Menos joven es una impugnación de la literatura; más concretamente, una “impugnación humorística de la referencialidad” (Alberto Olmos dixit). Y estoy de acuerdo. No obstante, en Menos joven la literatura es refutada con más literatura. Al final, es la Literatura, en mayúsculas, la que triunfa: “Todo este lenguaje se va cayendo. Todo este lenguaje se está cayendo”, pero Martín Giráldez, por boca de su locuaz narrador, hace lo imposible para que el lenguaje no desfallezca. Y lo logra. Menos joven prueba que la Literatura está muy viva, así que estamos de enhorabuena: la lengua escrita da placer, tanto o más que las bolas chinas… Gocemos, pues.

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Del enebro en el diario El Mercurio (Chile)


El libro Del enebro de los hermanos Grimm, ilustrado por la chilena Alejandra Acosta, libro con el que se ha dado a conocer en España, recomendado en la sección de «Artes y Letras» del diario El Mercurio (Chile). Del enebro aparece como uno de los tres libros más votados por diversos especialistas en literatura infantil y juvenil, por Macarena García.  (24-3-2013)

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)

Del enebro en el diario El Mercurio (Chile)


El libro Del enebro de los hermanos Grimm, recomendado en la sección de «Artes y Letras» del diario El Mercurio (Chile). Del enebro aparece como uno de los tres libros más votados por diversos especialistas en literatura infantil y juvenil, por Macarena García.  (24-3-2013)

Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de la chilena Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)

Del enebro en la librería Qué leo (Santiago de Chile)


Ya pueden encontrar el libro  Del enebro, el primer libro ilustrado por Alejandra Acosta en España, en la librería Qué Leo (Las Urbinas 37, Providencia, Santiago de Chile).

 Del enebro de Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, ilustrado con collages de Alejandra Acosta y prologado por Francisco Ferrer Lerín. Edición bilingüe. Traducción de Jessica Aliaga Lavrijsen (Jekyll & Jill, 2012)
Menos Joven de Rubén Martín Giráldez

Menos joven de Rubén Martín Giráldez en revista Quimera

Menos Joven de Rubén Martín GiráldezGermán Sierra recomienda la novela Menos joven, de Rubén Martín Giráldez en el número de febrero de 2013 de la revista Quimera.

Los sentidos. sabemos, nos engañan de forma diferente. La estupenda novela de Rubén Martín Giraldez Menos joven (Jekyll & Jill, 2012) comienza relatando que el protagonista «sabe que su padre ya no es capaz de distinguir entre trabajo y realidad«. Lo que implica que el trabajo nunca es realidad, sino ficción, y además una ficción tramposa, una ficción que ha sido mezclada hasta confundir todas nuestras referencias. ‘El padre de Bogdano se dedicaba a cruzar libros como quien cruza perros de raza’, podemos leer en el capitulo segundo. ‘arrancaba las cubiertas de grandes obras de la literatura, separaba con cuidado la página de derechos. y a veces incluso la dedicatoria de aquellos escritores geniales; entonces, con las fundas de piel recién obtenidas de, por ejemplo. Los papeles póstumos del club Pickwick retapaba el cuerpo paginoso de, por ejemplo, la novela Raíces. Remix diabólico de «alta» y «baja» literatura que se prolonga en un holocausto radiofónico cuyo propósito es destruir al ídolo, categoría que engloba al protagonista de cualquier éxito. Intelectual o mediático. popular o de culto. El ídolo, como el cuarto oscuro, es aquello de lo que carecemos como experiencia directa y, por lo tanto, la imagen que recibimos de él está bajo sospecha de haber sido trucada, manipulada, de ser inadecuada para compartir el relato de nuestra vida. De no poder ser capaces de distinguir si procede de alta o de baja cuna. La literatura posdigital no puede eludir la sospecha de una Matrix en cada esquina que pretende doblar. No es posible desautorizar la experiencia como en tiempos de Borges; la metaliteratura, por si solo, ya no podría convencernos. Todos los textos, todas las imágenes y todos los sonidos se encuentran a nuestra disposición. por lo que no hay misterio en cuanto a sus origenes. Y todo se encuentra entremezclado, formando un espacio continuo de presencia simbólica. En el mundo postdigital los sentidos a los que podemos recurrir para evocar lo que no esta presente (el más allá del fenómeno analógico-digital) son el olfato y, sobre todo, el tacto: ‘Es dificil entender como las cosas se tocan, no porque el tacto sea algo complejo o misterioso’ ha escrito el secreto autor de ObliviOnanisM. l: Disolvim (GnOme, 2012), «no debido a algún insuperable ocasionalismo que lo gobierna, sino porque el tacto mismo acontece mediante la dureza. la dureza necesaria para que algo pueda tocar. Pero ese acontecer mediante la dureza también significa que el tacto, incluso el golpe más violento, es efectiva y profundamente suave. que el tacto es una llegada o evento de lo que atraviesa o tiene lugar en el dentro-y-fuera de la propia dureza. En asuntos de tacto lo mejor que puede hacer el entendimiento es contactar con el hecho frío del tacto mismo: las cosas se tocan. ¿como podrían no hacerlo?»

Golpear. por lo tanto. al ídolo que huye, o abrazar al amante que se ofrece. Recuperar la condición de objeto que le habíamos arrebatado al sujeto, y reivindicar el cuerpo como mano oscuro.

 

«Del enebro» recomendado en el programa «Dimensión límite» de Radio Guadalajara


«Del Enebro es el cuento de un niño cuya madrastra decapita, guisa en un estofado y lo ofrece al propio padre de la criatura, completamente ajeno al crimen. Pero hay mucho más, como buen cuento, posee multitud de recovecos repletos de sutilezas y horrores que derivan a un final feliz, donde la justicia finalmente triunfa. Del Enebro tiene además una cuidadosa y delicada edición bilingüe en España, gracias a la editorial Jekyll & Jill, la cual os recomendamos fervientemente.»

El libro Del enebro, ilustrado por Alejandra Acosta, recomendado en un completísimo artículo de Beatriz Erlanz dedicado al canibalismo. En el blog de La Tabla Esmeralda, sección del programa Dimensión límite de esRadio Guadalajara. 

 LEER y ESCUCHAR aquí

Entrevista a Rubén Martín Giráldez en el suplemento Artes y Letras de Heraldo de Aragón (28-2-2013)


Entrevista a Rubén Martín Giráldez con motivo de la publicación de la novela Menos Joven (Jekyll & Jill, 2012) en el suplemento «Artes & Letras» del diario Heraldo de Aragón, por Antón Castro.

Pueden leer la entrevista ampliada AQUÍ, en el blog de Antón Castro.