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Incertidumbre Paco Inclán

Incertidumbre de Paco Inclán en Pompas de Papel



IncertidumbreKike Martín reseña Incertidumbre,  de Paco Inclán, en el blog del programa Pompas de Papel (Radio Euskadi), con Félix Linares.

Un libro curioso, una especie de miscelánea basada en las experiencias del autor. Se habla de Irlanda del Norte gracias a un viaje por esa parte del mundo. De los libros de Julio Verne revisitados durante unas vacaciones en Formentera. De la triste historia de Paulino Cubero que tuvo sus quince minutos de gloria como creador de la letra del himno español. De un festival de cine en el Sahara libre. De un viaje a Islandia y de la búsqueda infructuosa de una escritor llamado Snorri. De los movimientos independentistas en algunas zonas de Guinea Ecuatorial. Del brazo derecho (el más desconocido) de San Vicente Mártir. Y además hay un cuaderno de campo denominado Hacia una psicogeografía de lo rural. ¿Por qué esta incertidumbre? Lo intenta responder el pensador e investigador Paco Inclán (Valencia, 1975).

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Incertidumbre

Incertidumbre de Paco Inclán en la revista Détour



IncertidumbreJuan Francisco Gordo López reseña Incertidumbre en la revista Détour:

Leí Incertidumbre, de Paco Inclán, en una semana en la que estuve desplazándome por motivo laborales entre diversos pueblos y algunas capitales de provincias tanto extremeñas como castellanoleonesas, esa zona rural en la que si trazásemos un mapa para ubicar la personalidad de sus oriundos no sería muy diferente del que saldría de hacerlo con otras provincias de escasa población, pero con sus peculiaridades a medio camino entre lo brutal y lo increíblemente civilizado.
Este pequeño dato, con cualquier otra obra reciente, tal vez hubiera sido gratuito o carente de relevancia alguna, pero con este título magníficamente editado por Jekill & Jill (como nos tienen acostumbrados, por otra parte), el lector forma parte íntegra del contenido del libro, tanto por el lugar concreto en el que lo lee como por aquel en el que por fin lo asimila.
Y es que no es fácil digerir las narraciones de Paco Inclán, geolocalizadas en un mapa de la complejidad de las teorías filosóficas contemporáneas o, dejándonos de tecnicismos, tan sencillamente verosímiles que en ocasiones nos vemos incapaces de evitar pensar si la realidad escapa por entero a la narración o si es ficción disfrazada de veracidad.
La edición en tapa dura, un formato que en muchos lugares huele a rancio o a librería de viejo, en este libro aporta el toque final para introducirse de lleno en la lectura, no de unos relatos, narraciones, crónicas o como el lector las quiera inútilmente denominar, sino de mapa conceptual de la imbricación entre medios de difusión, conceptos académicos y la más genuina sensación de estar uno hablando con el anciano del pueblo vecino que pasa las tardes sentado a la puerta de su casa rumiando una brizna de algo mientras nos observa pasar con ojo desconfiado.
No creo, y lo lamento mucho, que haya posibilidad de describir las sensaciones que Incertidumbre me ha transmitido de mejor forma. Y es que el conjunto es una espectacular propuesta que marea y seduce por igual.
Las disputas irlandesas que recuerdan a los relatos barriobajeros de Welsh, un club de cruising esporádico que podría aceptarnos en el candor de la noche ibicenca o el brazo de san Vicente que a nadie le importa son algunas de las relampagueantes historias que, se lean desde donde se lean, son inevitablemente reconocibles en una forma similar en el área provinciana de cualquier rincón de España.
El libro se cierra espectacularmente con una psicogeografía de lo rural imposible que Debord hubiera criticado hasta sangrar. Pero claro, asumamos que Debord no tuvo que trabajar con la incertidumbre con la que Paco Inclán nos premia a modo de esteta literario, ni mucho menos con la literalidad del mundo extraño sobre la realidad.
Una filosofía magníficamente oculta tras un mapa de la descomposición humana, vista a través de lo reconocible en lo ajeno, en el más allá de lo meramente acontecido. Un magnífico libro que invita a escrutar el detalle de cada acontecimiento de la persona que lo vivencia. Bravo por la incertidumbre que genera.

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Incertidumbre

Incertidumbre de Paco Inclán en Valencia Plaza



Paco Inclán. @Jose Bravo

 

Eduardo Almiñana dedica una excelente reseña a Magistral, de Paco Inclán, en Valencia Plaza:

«El periodista valenciano continúa con su labor de cronista de lo inesperado en esta obra marcada por aventuras apasionantes, ambiciosas, únicas y en muchas ocasiones, previsiblemente frustrantes»

«Las grandes marcas nos dicen a diario que la vida es ese recipiente que debemos llenar con experiencias increíbles, con viajes constantes a parajes exóticos. Carpe diem: si puedes, debes saltar en paracaídas. No seas cobarde. Tienes que correr al menos, una maratón al año. Tienes que llegar a lo más alto en tu trabajo, tienes que destilar cierta agresividad y emprender, emprender una y otra vez y no rendirte. A tu alrededor todo el mundo está alcanzando sus metas, consolidando parejas indestructibles, haciendo surf en playas del sudeste asiático, acumulando gatos fotogénicos, obteniendo enseñanzas imprescindibles de esas que cambian vidas, asistiendo a eventos exclusivos, viendo las películas más celebradas el mismo día del estreno, terminando los últimos capítulos de las series de moda. A tu alrededor todo el mundo es un proyecto de yogui, un experto en terapias que funcionan, un gastrónomo insaciable que se conoce al dedillo los mejores restauranteIncertidumbres para comer ceviche. El muro de tus redes sociales está copado por las imágenes y vídeos de un monstruoso otro que te hace sentir miserable y aburrido. Pobre, precario. No estás todo lo en forma que deberías. No te da tiempo a llevar a cabo planes tan fantásticos como los de los demás. Un año más no has recorrido en furgoneta las mejores playas del país. Pero, ¿cómo lo hacen? ¿De dónde salen sus ingresos? ¿Están todos abonados a Netflix menos tú?
No te preocupes, es todo una ilusión. Lo que ves es la acumulación de buenos momentos e imposturas de un sinfín de contactos arrastrados por la misma inercia. Nadie comparte algo como: “voy a bajar a pagar la luz”, o una foto de una estantería llena de polvo que hay que limpiar aunque no apetezca. En los planes de tus contactos no entra, al igual que tampoco entraría en los tuyos, hacer un álbum de la limpieza del baño. Ni un GIF de un desagradable encontronazo con un compañero de trabajo. Generalmente, la foto de perfil será la vencedora entre decenas de candidatas. Porque en las redes del espectáculo social en que tantas horas pasamos no mostramos la vida, sino una dosis concentrada de lo que querríamos que fuese siempre. Es como esa carcajada que escribimos en una conversación: sí, puede habernos hecho gracia cierta ocurrencia. Pero al otro lado de la pantalla nuestro semblante es serio en la mayoría de ocasiones. Por eso nunca han acabado de cuajar las videollamadas. Exigen demasiada coherencia.» ...seguir leyendo

Tantas mentiras de Paco Inclán en Altaïr Magazine



Tantas Mentiras Paco Inclán Alberto Haj-Saleh dedica una reseña a Tantas mentiras, el libro de relatos de viaje de Paco Inclán, en Altaïr Magazine:

¿Alguien lee la solapa biográfica de los libros? Habrá quien lo haga, que quiera saber algo más del autor o autora antes de empezar la lectura, pero en general diría que no, que uno acude a ese breve resumen vital una vez que ha terminado de leer. A lo mejor para saber qué otras cosas ha escrito, si hay publicado algo más en español, si sigue vivo. Sin embargo yo la solapa de Tantas mentiras (Jekyll & Jill, 2015) la he consultado varias veces, buscando asegurarme de que lo que cuenta Paco Inclán en estas doce actas de viaje tiene un correspondiente en la realidad. En la realidad tangible, digo.

Después de todo el libro se llama Tantas mentiras, que es un modo de sembrar la duda desde el principio. Además, por un lapsus de lectura (¿tiene algún nombre en latín ese tipo de lapsus?) desde el principio entendí que el libro se llamaba Todo mentiras y, aunque me di cuenta del error enseguida, mi cerebro se empeñó en recordar mal una y otra vez. Así que afronté la primera acta de viaje, el encierro del autor con otro grupo de personas en la Dirección General de Extranjería de Ecuador, como si fuera un relato de ficción. Y tuve que recordarme que, en realidad, no sabía si era ficción o no. Y además parecía real.

Ah, pero la duda…

El maldito Paco Inclán se sienta con el lector y te dice: ¿no te conté aquella vez que hice un proyecto psicogeográfico en una parroquia gallega de Vigo? Y a continuación se marca un relato de espionaje rural que podría haber firmado Graham Greene, con el paisaje de coprotagonista, y tú lo miras creyéndolo a pies juntillas, entre la desconfianza y la fascinación. Y a continuación te cuenta la larga espera de los periodistas (él entre ellos) en el Festival de Cine del Sahara, aguardando la aparición de Javier Bardem, padrino del festival y, paradójicamente, lo único que parece importar de ese encuentro en el desierto. Y luego vuelves a fruncir el ceño cuando te relata su odisea en Bogotá, atrapado en su propio chubasquero, incapaz de sacárselo por la cabeza y a punto de organizar un conflicto militar por culpa de algo tan ridículo. Pero, claro, cada una de las historias que te cuenta Inclán, la de Bogotá, la del Sahara, la de Vigo, la de Guatemala en busca de una historia que no aparece, la de Lago Agrio, en la Amazonia ecuatoriana… todas ellas tienen un mapa que te sitúa en el mundo tridimensional (voy a dejar de llamarlo «mundo real». No me gusta) y además se coloca a sí mismo en el ojo del huracán. Se autopresenta como pusilánime, apocado, torpe, equivocado y entonces, ¿cómo no creerlo, si es lo contrario del héroe? Y, sobre todo, ¿cómo no quererlo?

Todo mentiras… cuando el autor empieza a contar la historia de Argote, el hombre que estaba creando una enciclopedia imposible de la pelota vasca, cuando nos dice que lo conoce en Barcelona, donde ha viajado con una beca para terminar una investigación sobre pelotaris en Catalunya… ahí es donde sí que el lector dice, yo digo, «no, Paco, por ahí no, esto te lo estás inventando», ahí es donde vuelvo a la solapa (¿recordáis la solapa?) y busco su biografía. Y ahí está. Dice literalmente: «Ha investigado la época dorada (1924-1952) de la pelota vasca en Catalunya (Institut d’Estudis Catalans-Eusko Ikaskuntza, 2003)» y entonces vuelvo perplejo al relato de Argote tragándome mis dudas.

Y luego pienso que tal vez los editores han jugado con el autor y con el lector y han incluido literatura también en la solapa. Porque no todo serán mentiras, pero sí son dudas.

El último intento y lo dejo. Inclán baja a lo personal y cuenta la historia de sus hemorroides y de una doctora, madre de una amiga, con la que mantiene una amistad de años basada en preguntar que qué tal van esas malditas inflamaciones. Leo que eso sucede en Godella, su pueblo, el pueblo de mi amiga Elisabeth, y tal que lo leo la llamo por teléfono. «¿Conoces a un tal Paco Inclán?» «¡Sí! Es mi vecino, un tío encantador. Viaja mucho. ¡Estuvo en Guatemala!». Le doy las gracias, cuelgo y me rindo.

Paco (lo llamo por el nombre de pila, como si lo conociera) utiliza todos los registros posibles en Tantas mentiras, y todos los usa como si fuese el único modo posible de hacerlo. Habla del Subcomandante Marcos como una estrella del rock en decadencia, habla de la historia de dos amigos de clases sociales diferentes en Bogotá, historia de la que solo es testigo como oyente casual en un bar, crea un thriller asfixiante con jubilados guerrilleros en México, y con él mismo infiltrado en su grupo a base de mentiras (más mentiras, otras nuevas). Ciento sesenta y pico páginas de ironípacoinclan01a, mapas, viajes, de una visión asombrada y confusa del mundo que le rodea, de conocimiento del otro, a veces a su propio pesar.

Hay un intento de novela al final, editada deliciosamente por Jekyll & Jill, un cuadernito con la primera novela de Paco Inclán. El autor nos cuenta su proceso de destilación, de corte, de edición, hasta llegar a ese resultado final minimalista. No sé si me está contando la verdad y no me importa. Estoy dispuesto a leerme todas y cada una de las mentiras de Paco Inclán, por muy verdad que sean.

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Paco Inclán e Incertidumbre en HAY Festival Querétaro



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Códice Informativo (Querétaro, México) entrevista a Paco Inclán con motivo de la publicación de su nuevo libro, Incertidumbre, y su participación en el HAY Festival de Querétaro:

El inicio de la estrecha relación entre el autor, editor y periodista español Paco Inclán y México se remonta al año 1998, cuando el valenciano viajó por primera vez a nuestro país. Llegó incluso a vivir aquí durante un periodo de dos años, entre 2005 y 2007, en la Ciudad de México. Sus colaboraciones para el diario Milenio y la revista cultural Replicante, las lecturas de autores como Mariano Azuela y Sergio Pitol, y los tacos de lengua, a los cuales se aficionó en Guadalajara, son algunas de las evidencias que esta relación le ha dejado a lo largo de casi dos décadas.
En palabras del propio Inclán, México ha sido una parte fundamental en su proceso creativo de escritura. Probablemente sea esa una de las razones por las que el escritor haya elegido Querétaro para presentar, el pasado viernes 2 de septiembre, en el marco del Hay Festival 2016, su más reciente libro, el cual reúne una serie de relatos bajo el título Incertidumbre y fue publicado por el sello editorial independiente Jekyll&Jill.
«Yo parto mucho de mis experiencias, he viajado mucho en los últimos años, de hecho aquí (en Incertidumbre) hay relatos ubicados en Islandia, Irlanda, Chile, Guinea Ecuatorial, Portugal… Son experiencias viajeras, situaciones que voy viviendo o provocando» explicó en entrevista con Códice Informativo «Cuando escribo relato o ficción intento ser verosímil, intento transmitir al lector ‘vale, esto es ficción, pero créetelo’».
A Paco Inclán le impacta el efecto universal que la literatura tiene; independientemente de dónde vengan y de dónde sean leídos, hay textos que producen emociones, y es precisamente lo que él aspira a escribir. «Me gusta mucho la idea de que un lector se lleve la historia a su propia referencia (…) en una charla que di con jóvenes en una biblioteca me puse a leer el primer relato del libro, que está basado en Irlanda. Es una historia de desamor con una irlandesa. Me impactó mucho que estaba leyendo la historia y cuando levanté la mirada vi una chica que estaba llorando (…) se lo llevó a su propia historia. Creo que es la experiencia más bonita que he tenido en este libro y aquí».
Incertidumbre se podrá solicitar próximamente en las distribuidoras que Jekyll&Jill tiene en México.

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Isabel del Río entrevista a Paco Inclán



tantas mentirasIsabel del Río entrevista a Paco Inclán en el blog La odisea del cuentista.

Paco Inclán, 1975. Zurdo. Psicogeógrafo rururbano, por decir algo raro. De Godella, un pueblo del extrarradio de Valencia. He pasados varios años viajando de aquí para allá con diferentes proyectos, por citar un par: dieciocho meses en un proyecto radiofónico con emisoras comunitarias en la frontera entre Ecuador y Colombia. Y soy el mayor experto sobre catalanes que jugaron a pelota vasca entre 1924 y 1952, algo que no me ha servido para nada, solo para contarlo. No quiero whatssap. Desde el año 2008 soy el editor de la revista Bostezo (www.revistabostezo.com), desde donde han surgido otros proyectos editoriales y culturales. Organizo saraos, aunque juraría que quiero dejarlo.

I. ¿Qué eres primero: lector, periodista o escritor?
PI. Me veo como uno del pueblo que escribe. Estudié periodismo pero nunca me he adaptado al oficio al modo canónico. Prefiero lo de escritor, que es como más libre y a tu aire, sin ataduras. Y soy un lector disperso. Supongo que va todo junto.

¿Cómo se te encendió la llamita para Tantas Mentiras? ¿De dónde surgió la idea?
PI. No hubo una sola llama, fue más bien un incendio prolongado, un proceso lento, años viajando, metiéndome en líos, tomando notas, contando esas historias y otras a los amigos en barras de bares, dejando que ellos las mejoraran con sus aportes. Encontré cierta coherencia en los relatos que componen Tantas mentiras. Fueron tomando forma a través del tiempo hasta que tuve la oportunidad de estar tres meses únicamente dedicados a terminarlos. Empecé otros, pero al final se publicaron los que di por concluidos …seguir leyendo

Tantas mentiras de Paco Inclán por Isabel del Río



Tantas MentirasIsabel del Río reseña Tantas mentiras, doce actas de viaje y una novela de Paco Inclán el blog La Odisea del Cuentista.

“Tenga cuidado con las apariencias, a veces no engañan”.
Tantas Mentiras de Paco Inclán es la primera novela de la editorial Jekyll & Jill que cae en mis manos y ya puedo decir que, si siguen apostando de esta manera por la originalidad y las letras con significado, me voy a convertir en una de sus lectoras más fieles.
“Paradójicamente, el primero en perder los nervios ha sido un monje budista que, en inglés tibetano, ha soltado una serie de improperios que no he logrado entender del todo”.
Como reza el subtítulo de la obra: se trata de una antología que recopila “doce actas de viaje” y la “primera novela” del autor. Todo hay que decir, que a Inclán hay que leerlo entre líneas y buscar el doble sentido a sus juegos lingüísticos. Sí, nos habla de viajes físicos alrededor del globo, pero también de viajes morales, históricos, sociales e incluso antropológicos.
“Trabajo, me pagan por ello, en lo que he hecho toda la vida: beberme los bares, departir con sus feligreses, pero esta vez embadurnado de la retórica postmoderna del arte”.  …seguir leyendoNovela+Tantas+mentiras

Tantas Mentiras Paco Inclán

Tantas mentiras de Paco Inclán por Gaspar Oliver



Gaspar Oliver reseña Tantas mentiras, de Paco Inclán en Agroicultura-Perinquiets

LAS ESTUPENDAS MENTIRAS DE PACO INCLÁN

¿Es Paco Inclán (Valencia 1975) un literato poco conocido? ¿Es un lletraferit (“aquel a quien le atrae mucho la literatura”)? ¿Es un veterano peregrino del ajetreo intercontinental oenegero?

En realidad puede ser las tres cosas a la vez y algunas cosas más, por ejemplo, el editor de la revista de arte y pensamiento Bostezo.

Con 26 años ya tenía publicado un libro, La solidaridad no era esto; a los 28 publicó El País Vasco no existe; con 32, La vida póstuma, editada en México, y con 39, Hacia una psicogeografia de lo rural. Todo esto lo tomo de la solapa de su última publicación Tantas mentiras. Doce actas de viaje y una novela, Jekill y Jill, Zaragoza 2015.

Las actas de viaje son relatos “basados en hechos reales”, y la novela, una broma que ha debido costarle al editor un riñón, porque consiste en un troquelado y un cuadernito.

La obra de Paco Inclán da la impresión de variar entre la ficción y el ensayo. Solo he leído Tantas Mentiras, y voy a argumentar aquí por qué las recomiendo.

Tantas Mentiras Paco InclánMe ha gustado. Además, me ha parecido un libro muy bien escrito, muy bien pensado, trabajosamente elaborado, y un afortunado intento de salirse del estereotipo que invade el mundo editorial, la novela “negra” en todas sus variedades.

Los doce relatos de Tantas mentiras se refieren a experiencias de Paco Inclán en diversos países (incluido el suyo, que es el nuestro), en diversas misiones de apoyo y voluntariado, en estancias de becas de estudio e investigación. Paco Inclán, entre otras cosas, ha estado relacionado con el fabuloso mundo de las ONG, y da cuenta de él con un sentido del humor sutil, elevado, noble.

A medida que leía las aventuras del autor y protagonista en diversos escenarios (Quito, Tinduf, México DF, Guatemala, California, Godella…) me preguntaba si el título otorgado por él a sus relatos no era sino una piadosa referencia a la oculta realidad de la mentira, o sea, a la verdad de las cosas.

Cuanto más conozco el fabuloso mundo de las ONGs, más distancia pongo entre esa región planetaria y yo. No digo que no haya excepciones, las hay. Pero algunas de ellas acaban convertidas en corralitos de los que se benefician unos pocos en detrimento de la buena voluntad y la mala conciencia de muchos.

Tengo una vecina que desde hace diez años cuida a su marido, víctima de una rara enfermedad neuronal, con entereza y con buen humor. Este tipo de voluntarios, aunque lo sean a la fuerza, son los que me parecen dignos de mérito.

Tantas mentiras está precedido por una cita de Alejo Carpentier sobre lo maravilloso, que es, según el cubano, una iluminación inhabitual de la realidad, percibida con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu.

Los relatos de Paco Inclán rondan lo maravilloso, gracias a su elaboración de bachiller de las letras, y a que los escenarios en los que están situados tienen dimensiones de fantasía que solo se ven con los ojos entornados. Conozco un poquito Iberoamérica. De modo que no me sorprende nada que de tanta riqueza material y espiritual surjan autores de novelas, de películas, de obras de teatro, de arte plástico, de la psicoterapia, todo de un valor excepcional. Paco Inclán ha hecho una encomiable selección de estas virtudes psicogeográficas y literarias.

Al leer las historias de Paco Inclán y compararlas con las de novelistas y camelistas (buenos profesionales, las cosas como son) de variados pelajes y procedencias, se ve en las del valenciano la autenticidad del creador que huye de los tópicos como de un bosque ardiendo; porque no merece la pena detenerse a buscar agua o a realizar un cortafuegos, que la falsa literatura arda en su propio infierno consumista, y deje espacio al lento crecimiento del bosque pristino del arte. Me ha salido un poco inquisitorial, qué bárbaro.

Por todo esto recomiendo la lectura de Tantas mentiras, de Paco Inclán.

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