Asunto importante es lo que se viene diciendo sobre la acción de escribir y los modos que a esta (no) le pertenecen. Comenzar a escribir —física y gráficamente hablando— es una respuesta a la resistencia virtual retiniana en la que vivimos, quien osa atreverse lo hace con distintas y dudosas intenciones, aunque al menos una de ellas la tenga clara; escribe para hacer perdurar el rito de la mancha de carbón, escribe para retener esos impulsos que le condujeron al fin —en contexto— primigenio. Manuscribe para esculpir lo voluble, con intención de vivir otras vidas, para poseer otros intelectos. Sergio Chejfec plantea estas Últimas noticias de la escritura como un ensayo sobre la nueva materialidad de la misma y cómo aborda el ser digital el valor artístico de la palabra que defiende a ultranza el copista-calígrafo.
Páginas sobre el carácter y la manipulación de los materiales con los que se desvive el inocente que expía sus deslices ágrafos vendiéndose —mediante la férrea transcripción— a la creída, intuída y asimilada sensación que el genio experimentó en el preciso momento en que trabajó la octavilla. Ensayo como defensa del fanatismo creador mediante la caligrafía ceremonial. Copiar, reescribir y subrayar para asumir verdades que a primera vista lo digital no puede aportar, y es que la editorial Jekyll & Jill ha apostado por un complejo manual discursivo sobre la involución grafotecnológica y la necesidad de auxilio impreso-manual en la que nos encontramos …seguir leyendo