Basilio Pujante recomienda Los hombres de Rusia, de Reinado Laddaga, en el semanario El Noroeste.
Basilio Pujante recomienda Los hombres de Rusia, de Reinado Laddaga, en el semanario El Noroeste.
Basilio Pujante dedica una excelente reseña a 5, de Sergio Chejfec, en el diario El Noroeste:
Basilio Pujante reseña Saturno, de Eduardo Halfon, en El Noroeste:
Posee el dios Saturno una imagen muy negativa en nuestra cultura. Goya lo representó como un ser demoniaco que devoraba el cuerpo mutilado y sanguinolento de uno de sus hijos. Si bien es cierto que la mitología clásica ofrece una explicación bastante lógica de este atroz comportamiento, estaba obligado a hacerlo según el pacto que había contraído con su hermano Titán y que le permitía reinar, Saturno se ha convertido en el símbolo del mal padre. Esta identificación es la que provoca que el escritor guatemalteco Eduardo Halfon titule Saturno el cruento ajuste de cuentas con su progenitor que es este libro.
Basilio Pujante reseña Magistral, de Rubén Martín Giráldez, en El Noroeste Digital:
Los lectores de narrativa somos también narradores. En nuestra recepción del texto que leemos se produce una reconfiguración del discurso redactado por el autor. Además, cuando alguien nos pregunta “¿de qué va?” el libro que tenemos entre manos, nos detenemos en el relato condensado de su argumento con delectación. Pero, ¿qué ocurre cuando un texto aparentemente narrativo carece o deja en segundo plano la trama? En estas ocasiones, la mayoría de los lectores sienten una perplejidad al comienzo del libro que se torna pronto en irritación al no encontrar la esperada historia. Sólo unos pocos receptores saben ir más allá y encontrar placer en la lectura, cuando el libro la ofrece, a pesar de no hallar una trama. A estos últimos lectores está dirigido Magistral, el artefacto literario perpetrado por Rubén Martín Giráldez.
Porque aquellos que busquen un argumento en el segundo libro de este ensayista y traductor catalán se darán cuenta pronto del segundo plano, cuando no tercero, que ocupa en el orden de importancia de la obra. Lo primero que llama la atención en Magistral es su estilo; Martín Giráldez emplea un lenguaje denso, a veces retorcido, con preferencia por los juegos de palabras, las onomatopeyas, las metáforas, los neologismos y con largos fragmentos en inglés. Veamos un ejemplo del peculiar estilo del libro: “Ordeñador prostático, lalia infusa try to troll password subrosa, criptos, otrosí escaneo fonético: arcabuzos submarinos en el gunning fog index” (pág. 93). Este protagonismo dado al lenguaje, poco habitual en la narrativa española contemporánea, no es un medio, sino un fin en sí mismo por el componente metaliterario del libro. Al igual que hace Cervantes en la segunda parte del Quijote, se cita la repercusión que ha tenido Magistral en un juego temporal cargado de ironía. El narrador se dirige al lector y le habla del propio libro que tiene entre manos, diluyendo las fronteras de la ficción y dinamitando los preceptos tradicionales de la narrativa. En esta concepción lúdica y crítica de la Literatura que propone Martín Giráldez, adquieren gran importancia los paratextos, citas de otros autores, la portada y el índice de otro, y los juegos tipográficos.
Aunque, tal y como ya hemos defendido, el lenguaje y sus giros son los verdaderos protagonistas de Magistral, también podemos hallar un hilo argumental, débil y discontinuo eso sí, en la obra. El libro nos cuenta la intención de un autor español de abandonar su idioma natal y seguir la senda de Notable American Women, obra del norteamericano Ben Marcus. Este segundo texto adquiere una gran importancia en la última mitad del libro, convirtiendo a Magistral en una especie de parásito que toma fragmentos enteros de Marcus. La relevancia de este nuevo juego literario se debe relacionar con la sátira a la lengua, a la crítica y a la literatura española que aparecen en la primera parte del libro. De nuestro idioma dice el narrador que lo hemos convertido en “muelle y fantocha” (pág. 15); frente a ello, aboga por esa renovación total de la que el propio texto es ejemplo.
Apuesta fuerte Martín Giráldez con Magistral, algo poco habitual en los autores de su generación (nació en 1979). A pesar de que el libro puede indigestar, utilizando una metáfora gástrica tan del gusto del propio autor, se agradece la originalidad y la valentía en la propuesta discursiva y en la sátira.