Entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en Solidaridad Digital

Esther Peñas entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la reciente publicación de su ensayo Abisal, libro de zonas y de figuras. En Solidaridad Digital:
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«La vida cotidiana de cada cual es bastante más extraña de lo que después pensamos»

Hay libros que son tan frondosos como junglas y tan exquisitos y bellos como los jardines babilónicos, libros que son un entramado de conexiones delirantes, fascinantes, atrevidas, deliciosas. Libros de cartografía imposible pero trazada (en índices con sentido), libros de espíritu humanista y gamberro desplegado en un festín privado para el que se expenden venias. Abisal. Libro de zonas y figuras (Editorial Jekill&Jill), de Álvaro Cortina Urdampilleta (Bilbao, 1983). Por ejemplo. 

¿Qué nos dice de un escritor el hecho de que el índice sea una de las cosas de las que más orgulloso esté?

Seguramente, nos dice que siente que, pese al caos y a las contingencias, ha conseguido fijar un camino, una senda, y que la ha seguido. Prefijar sendas y realizar la marcha, hacer planes y cumplir planes: ¿no es esto, acaso, Esther, un reflejo de la vida y la medida de nuestros éxitos y nuestros fracasos? ¡Eso nos dice un índice, pero cuando el libro ya ha sido escrito, Esther, nunca antes! Antes es sólo un exoesqueleto, un cúmulo de promesas. Como ves, he tenido sentimientos muy intensos con mi índice.

¿La vida es esto mismo, un rizoma (por utilizar el símil de Deleuze), un entramado de conexiones? 

La vida, técnicamente hablando, tiene una estructura. Tengo entendido que el orden es: nacer, desarrollarse, morir. Entre medias, a veces, también encontramos la reproducción y la cotización en la seguridad social; otras, no. Pues bien, aquí hay una estructura. Otra cosa es la imaginación. La vida de la imaginación es más caótica, se crea por asociaciones, por ocurrencias y por apropiaciones: esto genera un magma portentoso, siniestro o cómico, y en todo caso abisal. El libro es un tratado sobre las formas de la imaginación. Un bestiario de estados de ánimo. Las zonas esenciales, los espacios vistos por los poetas, las figuras de esas zonas (pobladores y moradores), y las madréporas temporales son sus protagonistas. Esto es compatible con nacer, con desarrollarse y con morir. Técnicamente, es un mundo paralelo. SEGUIR LEYENDO