Gonzalo Barbero entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la publicación de su libro Abisal, libro de zonas y de figuras, en el diario El Español:
De Robocop a Unamuno pasando por Poe: un libro inclasificable para entender el mundo
El novelista y doctor en filosofía Álvaro Cortina Urdampilleta explora desde Abisal (Jekyll & Jill) un mundo de imágenes donde el cine, la poesía y la novela conforman un mosaico inclasificable.
George Steiner trató en profundidad el génesis de las ideas en Gramática de la creación (Siruela), poniendo orden en el léxico de las cosas que se generaban, de las ideas que echaban a andar frente a sus creadores. Aunque el origen de Abisal (Jekyll & Jill), de Álvaro Cortina Urdampilleta, quizás habría tomado por sorpresa al austriaco. Fue una voz televisiva la que le alargó el primer cabo de una idea que fue tomando forma en un ensayo de «zonas y de figuras». Iker Jiménez, desde su nave del misterio interpelaba a sus espectadores: «Algo está mutando entre nuestra sociedad».
Un libro sin género
Su autor acabó dando forma a un libro «sin género», que toma las Ensoñaciones del paseante solitario de Rousseau como guía para generar «asociaciones imaginativas» por el camino. «Es un ensayo que al mismo tiempo es un itinerario, aunque cuenta con personajes propios de la novela», explica Urdampilleta, quien se desmarca de la cursilería de lo onírico para dejar entrever el humor y la ironía en algunos de sus pasajes.
Novelista y doctor en filosofía, su autor dirige al lector hacia un homenaje al cine, la literatura y el arte que conforma los vértices de su propio mosaico, explorando estas disciplinas desde la tupidez del barroquismo cultural, aunque accesible: «Quería hacer un libro sobre mis propias fobias y filias, nada académico y que me permitiese disfrutarlo». Robocop se acaba relacionando con el escritor Arthur Machen, de la misma forma que Unamuno lo hace con la España vacía o Schopenhauer con La jungla de cristal. Nociones que se van desarrollando en un libro que surge de una exploración propia: «Es como el científico que se inocula con su propio invento para probarlo»
Como signo de los tiempos, su autor responde a las preguntas de este diario desde el confinamiento de la habitación de su infancia, en el suspense que viven muchos españoles durante estas fechas. Rodeado de objetos y juguetes ya olvidados, ironiza desde un decorado que podría ayudarle a añadir a su obra más capítulos, en ese recorrido que va desde la subjetividad del escritor a la universalidad del lector que caracteriza a esta obra.
Mosaicos
A partir de la idea de todomosaico se describe el conjunto de asociaciones a través de las que vemos el mundo, piezas que conforman nuestra visión tanto de las cosas más mundanas, casas y pasillos; hasta las más trascendentales, el paso del tiempo o la nostalgia. Un libro que «es casi un laberinto», y que en el que el propio Enrique Vila-Matas advierte desde su faja: «Pero ¿qué has hecho Álvaro Cortina? ¿Quién te empujó a buscar un tipo de ficción que intenta hacer algo que no se ha intentado nunca antes?«. SEGUIR LEYENDO