Íñigo Linaje dedica un excelente artículo a 5, de Sergio Chejfec, en El Correo (25/5/2019).
Leer a Sergio Chejfec es una de las experiencias más gratas y estimulantes que he tenido estos últimos años como lector. Adentrarse en sus libros es ingresar en un territorio (a ratos misterioso y siempre imprevisible) donde pensamientos, ciudades y personas son explorados minuciosamente antes de ser incorporados al discurso narrativo. Maestro de mestizajes literarios, pocos escritores modernos ensamblan como el argentino géneros tan dispares como la autobiografía, el ensayo y la memoria. Esto sucede, por ejemplo, en su opera prima y en ‘Teoría del ascensor’, un extraordinario libro misceláneo, pero también en ‘5’, su título más reciente.
Publicado inicialmente en 1996, el volumen recupera el relato original e incorpora una ‘nota’ que acaba siendo más extensa y enjundiosa que el texto seminal. La trama de ‘5’ es sencilla: un hombre es invitado a una casa de escritores donde debe escribir un libro en su lengua materna. Allí, en una atmósfera inquietante de inspiración kafkiana, se convierte en el observador de una ciudad abstracta y de las gentes que le rodean, en lo que supone un pormenorizado trabajo de introspección no exento de humor.
Se suele decir que en los libros de Chejfec no pasa nada, pero pasa mucho si uno lee y escucha con atención, si se deja seducir por el misterio y los detalles que fija el autor en cada página. Entonces el lector descubre un discurso despacioso y reflexivo, un manejo impecable del lenguaje, una prosa adictiva de reminiscencias poéticas. Relato memorialístico o novela fragmentaria, ‘5’ es un libro magnífico —y primorosamente editado— de un escritor de culto al que hay que leer con urgencia.