«Sus textos nos muestran con claridad, y a veces con dureza, nuestra naturaleza, la materia con la que los humanos estamos hechos, indistinguible de la de cualquier animal, movida por las mismas pulsiones: un carroñero come, sin distinción, con la misma voracidad, la carne de una res que la de un hombre. En ocasiones surge lo absurdo y lo grotesco y nos puede recordar a Ionesco o, más aún, a Beckett por la descontextualización del tiempo y del espacio. Parece que, como le sucede a Robert Walser, los sueños invitan al narrador a plasmar sus obsesiones y a reflexionar sobre su mundo interior y exterior.»
Ricardo Reques reseña el libro Mansa Chatarra, de Francisco Ferrer Lerín, selección y prólogo de José Luis Falcó, en el Diario de Córdoba.