La divina probabilidad de los recuerdos extintos
La divina probabilidad de los recuerdos extintos es un mecanismo literario enigmático de turbadora belleza léxica, cuyo argumento se revela en una deliberada ausencia de claves y en la disyuntiva retórica de experimentar con la necesidad universal de la escritura como forma de invención de acontecimientos herméticos e indescifrables, en donde olvidados jeroglíficos sirven de cartografías con las que
explorar un mundo en completo desarraigo y desvelar reductos de inequívoca hondura que trascienden a la propia ficción.
El protagonista, Wolef, irradiado a partes iguales con los preceptos de lo atormentado y de lo inhumano, tras desvincularse de los atributos de una civilización colapsada, someterse a una operación redentora de los recuerdos y finalmente naufragar en una profunda crisis por saberse perecedero, aflora con una nueva convicción que lo embarcará en una demoledora revisión sobre la herencia de una evanescente temporalidad y de la incógnita de la inmortalidad.
El fascinante transcurso de La divina probabilidad de los recuerdos extintos capta la atención de aquello que no se describe, o que no se presta a interpretaciones particulares, ayudado por los tiempos deshabitados desde donde se fragua una reflexión acerca del arte del futuro, la inteligencia artificial, los procesos mnemónicos, o la virtualidad de la ciencia empírica, que dejan en suspenso la gravidez de la obra literaria ante el estigma de la transitoriedad y de la apropiación de la transfiguración literaria.
De esta forma, Iury Lech consuma una evocación inexorable, perturbadora e ilusoria, donde convergen el vigor existencial y una perspectiva visionaria que busca a sus cómplices entre los amantes de los movimientos imposibles.