Descripción
Este libro pretende convencerte de que tú mismo, lector, eres un compuesto de zonas y figuras, de un mapa poético donde hay y donde ha habido espacio para la dicha, la fatalidad y la iluminación. Junto con las zonas y las figuras, formas del espacio, se habla en este ensayo también sobre los tipos de estados de ánimo, que aquí se llaman madréporas: la aceleración del terror o la quietud de los momentos de paz son los tiempos musicales. Este libro es mezcla de vida y literatura, y por eso el discurso del ensayista se interrumpe cada tanto interpelado por personajes, moradores de la ciudad. Abisal es un paseo literario y artístico, sin discriminación entre alta y baja cultura, una rêverie, unos ejercicios espirituales, en su mayor parte por una gran ciudad sin nombre. Los diablos del tedio y de la dispersión persiguen a la voz que cuenta. Además, es un desarrollo de cierta doctrina romántica de mitología personal tomada del filósofo Friedrich Schelling. El compuesto mosaico de referencias que guardamos con nosotros es, precisamente, esa mitología, una mitología de la subjetividad. Este sistema de imágenes, hogar de referencias, lo construimos frente al frío mundo representado aquí por el «gran blanco» de la novela Moby Dick.