Ruby Fernández reseña Teoría del ascensor de Sergio Chejfec, en el diario La Opinión de Murcia (24- Dic- 2016).
Optar al título y consideración propia de ser habitante de una ciudad, únicamente se gana con el paso del tiempo y la asimilación de la rutina en soledad, este es el verdadero e indiscutible sentimiento urbano. La editorial Jekyll and Jill, nos proponen un paseo por el interior de las fronteras de América Latina y Europa, nos invita a validar el erotismo de la urgencia de una panadera en ciudades como Buenos Aires, Caracas o Rosario. En casi todas estas siempre hay algo que está por ocurrir, siempre hay germen para un poema, aunque este parta de una moción policial. Totalidad oculta dentro de una generalidad informativa.
Aquí, el libro de todo y nada nos sugiere instalar la lectura en el campo de la desconfianza si lo que queremos es crear mejor. El buen escritor grafía para si mismo, se cuenta las historias una y otra vez, hace oscilar la trama y cuando más seguro está de lo que ha escrito, lo hace atravesar el pasillo de la censura ya que -según él- el lirismo usado por todos le sirve para poco, por eso, usémoslo únicamente si la necesidad adolece.
A lo largo de estas páginas se nos plantea la manera de subsanar las heridas de una ciudad mediante la recopilación de datos y colores. Este autor, mantiene la teoría de la simultaneidad igualadora de la guía de teléfono, estar en dos planos a la vez, visitando así tiempos pasados, convirtiéndose este volumen de papel malo en diario involuntario. Las Páginas Amarillas o el poder del color sensacionalista.
Como buen lingüista, el argentino, pone en un momento el papel de la traducción en tela de juicio. Los mercenarios encargados de vestir con otro traje al mismo individuo, son acusados de distanciar el opus inicial del objetivo principal y esque no todos los idiomas sufren igual, temen igual. A nadie le gusta acudir a una reunión y no saber de qué se habla.
Experimento a medio camino entre la novela planteada en forma tríada temática -literatura, lectura, traducción- y la lucha anotada, por todos es sabido que la escritura, para que sea de verdad, no ha de ser algo pacífico.Podemos decir que lo que hace Sergio Chejfec en su Teoría del Ascensor es enlazar rituales en los que se baila casi igual sobre los diferentes matices. Partiendo de la nada occidental, el autor nos muestra los pros y contras de la ritualidad japonesa del té, del poder de una mirada dentro y fuera del cine y la literatura. Aquí las cajas, sirven para algo más que para acumular polvo.
Mitología del alma contra jerarquía moral con el único final de sobrevivir en el mundo.