La mitad luminosa de este planeta, es decir, Eris, fue la que primero se fijó en los trabajos de esta editorial zaragozana que realiza una labor encomiable, con un catálogo reducido que nos hace llegar tanto obras extranjeras que no han sido traducidas al español como obras en nuestra lengua sin discriminar género ni intención.
Así que con este número de rima fácil decidí encontrarme con un escritor que no conocía y con una editorial con mucho valor. Al igual que Eris, con otros volúmenes, quedé gratamente impresionado, tanto como lector como devoto del soporte físico de los libros. Es necesario resaltar dos aspectos: continente y contenido y, al mismo tiempo, dentro del contenido hablar de dos partes, dos obras juntas e inseparables Cinco (la obra inicial) y Nota (la complementaria).
Es una obra y una edición que necesita una pequeña explicación, y de ello se encarga el propio autor en la solapa. Algo tan revelador como: “Este libro resulta de un deseo simple e incumplido”. Según nos cuenta Sergio Chejfec, durante mucho tiempo quiso volver sobre un relato escrito sobre 1995 en unas circunstancias especiales, pero la intención no cristalizó en un proyecto real. Así que pasado el tiempo decidió completar la obra proponiendo una explicación. Aunque no una aclaración al uso, no recurriendo a la realidad para explicar una ficción, sino empleando las mismas armas del escritor de ficción, creando de esta forma una situación pocas veces presenciada, un equilibrio en la cuerda floja de la literatura.
El autor cambia el título de letra a número y continúa sus pasos por la paradójica cuerda con una explicación que revela algo diferente, quizá más perpendicular que paralela.
Chejfec nos sitúa en una ciudad junto al mar y nos ofrece un escritor como protagonista principal. Así que podemos suponer que el tema principal será la propia literatura. El acercamiento que hace es bastante peculiar, apenas citando autores. Es curioso que, aparte de Borges, sólo se mencione a Simenon y su gran obra El perro canelo (una de mis preferidas del autor) y a Julien Cracq y su deslumbrante El mar de las Sirtes. Lo restante son referencias tangenciales o deducciones a cargo del lector.
Estamos en una ciudad casi abstracta como con reminiscencias borgianas. Nos presenta a un escritor como a una figura social reglada dentro d
e una sociedad con aparente normalidad, pero escrupulosamente estamentada. Un escritor que desarrolla su tarea en un lugar llamado la Residencia, donde habitan el arte y los artistas. El escritor es como un trabajador manual cualquiera, semejante a los trabajadores de los astilleros cercanos. Él contempla esta ciudad con sus características para hacer abstracción de su labor y para entrar en cuestiones filosóficas de conocimiento teórico y práctico utilizando además a sus interlocutores (Patrice y su colega) para teorizar sobre literatura.
Los habitantes parecen estar sometidos a unas rutinas y unas vidas muy limitadas con protocolos muy rígidos. Asimismo hay una preocupación muy consciente de lo que esto implica, si en realidad somos producto de nuestras propias rutinas y acciones. Se hace mención sobre la relación del escritor con el público y el mismo sentido moral de los medios para conseguir esa atracción. Aquí es tan importante, o más, el espacio descrito como los personajes que lo habitan o la propia trama, como si éstos fueran una mera excusa para poder inscribirlos en un lugar determinado. Sergio Chejfec tiene una capacidad descriptiva espacial sobrecogedora.
Hay muchos más elementos que podéis descubrir en este pequeño gran libro, tesoros como las notas que hace el autor en la segunda parte o un esquema de relaciones para situar a los personajes.
Por último hay que hablar del propio soporte que lo diferencia de otras editoriales, una labor de un editor comprometido al que tuvimos la oportunidad de poner imagen y voz en uno de espacios del penúltimo programa de Página2 de RTVE. El libro está encuadernado en cartoné negro mate con sobrecubierta ilustrada, el papel es de alta calidad y el tono es diferente en las dos partes del libro (más oscuro en Nota que en Cinco), además esta editorial utiliza impresión que le confiere una calidad excepcional. Al final leemos los detalles técnicos y comprobamos que aparecen sellados y numerados, uno a uno, los 1.000 ejemplares de esta primera edición. Un tesoro bibliográfico.
Un estilo de contar que va más allá de unir o seleccionar palabras para expresar ideas, un gusto especial por la combinación de conceptos para crear hermosas frases llenas de contenidos. Para ejemplo un botón, como cuando el protagonista declara que “yo venía de experiencias que reducían mi tolerancia a los contrastes”.
La lectura provoca una sensación de extrañeza e incertidumbre, de no estar seguro de lo que estás leyendo (el lector también en la cuerda floja), pero al final alcanzas la recompensa que siempre se obtiene ante un buen libro.