Eric Gras reseña la novela La coronación de las plantas, de Diego S. Lombardi, ilustrado por Claudio Romo, en Quaderns, el suplemento cultural de El Periódico del Mediterráneo (Domingo, 15-10-2017)
Cosmología botánica que nos conduce a la sinrazón
En la industria del libro son muchos los detalles que hacen de gancho para el público lector. Desde la cuidada edición y maquetación al tipo de papel y de tipografía, todo suma. Si la obra cuenta con ilustraciones resulta mucho más atractiva visualmente, claro. Si el título de la obra es impactante o sugerente, las trompetas celestiales del éxito ya pueden sonar y sonar. Y si su contenido es tan bueno como su continente, bienvenidos sean los ángeles de la gloria.
La coronación de las plantas (Jekyll & Jill), de Diego S. Lombardi —no confundir con ‘La humildad coronada de las plantas’ de Calderón de la Barca—, es un libro fascinante a nivel estético gracias a la portada que firma Claudio Romo, una ilustración que dice mucho sobre el contenido mismo del libro que el lector tiene en sus manos, un libro que, ya lo avanzo, es extraño, muy extraño, y tremendamente imaginativo, muy imaginativo.
De forma un tanto simple, diríamos que este es un libro protagonizado por un chico que conoce a una chica, que se enamora de ella y la convence para ir en busca de un botánico alemán con pasado nazi. Hasta aquí, todo correcto, ¿no? Es una historia que podría narrarse a modo de aventuras o tratarla como si fuera un thriller, pero Lombardi no es de esos escritores que se conforman, Lombardi es un autor que hace valer su ingenio y fantasía para plagar esta historia de personajes variopintos, algunos de ellos grotescos, escenarios un tanto tétricos y actitudes que no sabemos muy bien cómo interpretar.
Diríase que la novela plantea una especie de rompecabezas que el protagonista, ese joven trompetista de jazz y aficionado al mundo floral, debe ir recomponiendo, ordenando, para desvelar el misterio de ese excéntrico científico nazi que emigró al sur del continente americano para emprender una nueva vida, una vida dedicada a lo herbáreo. Cuál es nuestra sorpresa al comprobar cómo el mismo relato parece ocultar cada vez más cosas en vez de revelarlas, todo parece cada vez más confuso, misterioso, estrafalario. Esto es así, en parte, por la presentación intercalada, a modo de fichas, de una serie de plantas como la mandrágora, la cicuta, la belladona, la hiedra, la datura… Estas fichas provocan la perplejidad y acrecentan el desasosiego del lector, pues en ellas se describen propiedades extravagentes y hasta cierto punto tenebrosas, además de una especie de extrañísimos conjuros que completan esa narración que parece impregnada de ciertas sustancias estupefacientes.
Con todo, Lombardi logra recrear un ambiente cercano a ese terror cósmico de otros autores ilustres, desorientando a sus personajes y a nosotros mismos hasta el punto de confundir realidad y ficción. En esta novela de nada sirve la razón, y mejor así, mejor dejarse llevar por esa atmósfera de lo raro, abandonando por completo todo lo que nos define como humanos.
LA CORONACIÓN DE LAS PLANTAS
de Diego S. Lombardi.
Ilustración: Claudio Romo
Editorial: Jekyll & Jill
Zaragoza, 2017 | Páginas 184