Hombre en azul, de Óscar Curieses, en la librería del Museo Nacional del Prado, Madrid.
Vídeo emitido en el espacio de La Casa Encendida de la 2 de TVE.
Óscar Curieses y Jessica Aliaga Lavrijsen hablan sobre Hombre en azul en el encuentro con autor que tuvo lugar en 17 de septiembre de 2014 en La Casa Encendida (Madrid).
Hombre en azul es el diario personal del pintor Francis Bacon escrito por Óscar Curieses. Se trata de una ficción que sintetiza la trayectoria y el pensamiento de este artista fundamental del siglo XX, desde el punto de vista de un escritor contemporáneo. Curieses se pone en la piel de Bacon para construir su autorretrato del mismo modo en que el pintor ejecutaba los suyos.
«(…) el resultado es tan sorprendente que en ocasiones da la impresión de que Curieses no sólo hubiese comprendido realmente la raíz de las intenciones de Bacon (Se avanza hacia lo esencial y lo esencial es siempre híbrido pues lo contiene todo) sino que incluso emula con cierto éxito su temperamento, ese carácter que los biógrafos o exégetas del pintor británico (pienso por ejemplo en la película El amor es el demonio de John Maybury o en las entrevistas de David Sylvester) muestran con una mezcla de elegancia (sutilmente amanerada) y tensión creativa, como un volcán con una cumbre plácida y nevada pero al mismo tiempo en inminente erupción.»
Miguel Ángel Gara reseña Hombre en el azul, de Óscar Curieses, en la revista Literaturas.com.
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«Curieses se mueve entre la poesía y la prosa, entre el aforismo y el ensayo –al estilo de una edición crítica, con notas a pie de página–, entre la ficción y la autobiografía; siempre en la frontera, nunca en el lugar común, de un campo creativo fecundo y mágico donde puede mezclar el matiz de un color con la rotundidad de ciertas palabras, la carnalidad del movimiento con la fijación de lo pensado. De esta manera, Hombre en azul, en su hibridación de estilos, géneros e, incluso, materias, se nos presenta como la exploración que el autor realiza para conseguir la transustanciación de su obra en vida –-a imagen y semejanza de lo que el propio Bacon quería hacer con sus pinturas–; ampliando su yo gracias a la posibilidad de transformarse, de travestirse, de ampliar su identidad, o de ser poseído por otro. Así, el nombre del autor del libro únicamente aparece en la portada, desaparece en su interior, o más que desaparecer se representa bajo la máscara de diferentes conciencias creativas: la del pintor maduro que recuerda, sueña, reflexiona y escribe, la del editor de los textos, la del entendido en Arte que escribe un prólogo, y la del traductor al castellano. Podríamos decir que Curieses interpreta todos esos papeles en esta obra, jugando no a confundir, sino a sorprender al lector e interesar desde la complejidad.»
Agustín Calvo Galán reseña el libro Hombre en azul, de Óscar Curieses, en la Revista de Literatura Quimera (julio-agosto, 2014).
«En la confusión de las letras, el creador es creado, el pintor pintado, en la inseparable unión entre palabra e imagen, como rezó Horacio en su ut pictura poesis, donde los vocablos van construyendo imágenes a cada instante, igual que hace Curieses a grandes pinceladas verbales. Sus palabras van creando en el lector imágenes de gran fuerza visual, lo van sumergiendo en el universo de Bacon, en sus miedos y en sus certezas, en la duda y la seguridad de un yo complejo per se.
Las palabras de Curieses son cañonazos, armas cargadas de futuro y de pasado, llamaradas que gritan y azuzan al lector a que indague incluso en lo más profundo de su yo, un yo que se tambalea, un yo que pasa a ser otro.»
Nerea Oreja reseña Hombre en azul de Óscar Curieses, en Vísperas, revista contemporánea de reseñas literarias.
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