«Deshielo y Ascensión» en Frontera D


«Está el Deshielo y el blanco masivo de Hommstadt, el folio literal sobre el (y por el) que se narra la peripecia del cazador Isaac Erikson-Vargas, cuyo nombre en sí (como todos los de la novela) ya es una declaración de principios; está el argumento: un cazador millonario que viaja junto a otro (Groz Lowsla) a una partida en tierras remotas organizada por la YTTPA para cobrarse renos, armadillos gigantes, cripobobos, y rabalcenos y rubalosnegros y pulpos terrestres (los nombres, siempre los nombres); y están las junturas de todo esto y de lo siguiente, como la articulación del metro sobre la que uno parece flotar, permitiéndole pasar de un vagón a otro, y donde se tiene la sensación de que acecha cualquier peligro, incluido el de accidente mayor por descarrilamiento. El autor se lanza al vacío desde la colina 456- T sin estrellarse, sin ni siquiera posarse; y es más: inicia una ascensión sin límites, mucho más allá de las cuatro voces que enmarcan este engendro fantástico, y clásico, impulsado (incluso rebotado) por esa argamasa inagotable indicadora de futuras y grandes conquistas.»

Reseña de la novela Deshielo y Ascensión, de Álvaro Cortina Urdampilleta (Jekyll & Jill, 2013), por Mario de las Heras, en la revista digital Frontera D.

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«Deshielo y Ascensión» en Frontera D


«Está el Deshielo y el blanco masivo de Hommstadt, el folio literal sobre el (y por el) que se narra la peripecia del cazador Isaac Erikson-Vargas, cuyo nombre en sí (como todos los de la novela) ya es una declaración de principios; está el argumento: un cazador millonario que viaja junto a otro (Groz Lowsla) a una partida en tierras remotas organizada por la YTTPA para cobrarse renos, armadillos gigantes, cripobobos, y rabalcenos y rubalosnegros y pulpos terrestres (los nombres, siempre los nombres); y están las junturas de todo esto y de lo siguiente, como la articulación del metro sobre la que uno parece flotar, permitiéndole pasar de un vagón a otro, y donde se tiene la sensación de que acecha cualquier peligro, incluido el de accidente mayor por descarrilamiento. El autor se lanza al vacío desde la colina 456- T sin estrellarse, sin ni siquiera posarse; y es más: inicia una ascensión sin límites, mucho más allá de las cuatro voces que enmarcan este engendro fantástico, y clásico, impulsado (incluso rebotado) por esa argamasa inagotable indicadora de futuras y grandes conquistas.»

Reseña de la novela Deshielo y Ascensión, de Álvaro Cortina Urdampilleta (Jekyll & Jill, 2013), por Mario de las Heras, en la revista digital Frontera D.

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