Mansa chatarra

Se recogen en Mansa chatarra una serie de textos dispersos a lo largo de la obra poética y narrativa de Francisco Ferrer Lerín, así como una veintena de inéditos, cuyo denominador común estriba en la procedencia onírica de su material literario. A la hora de realizar la selección, se ha entendido el espacio onírico como aquél que recoge fundamentalmente las nociones de sueño y ensoñación, según la conocida terminología de Gastón Bachelard; o, si se prefiere, los sueños de día y los sueños de noche, tal como los denominó Borges. No se escribe el sueño, sino la memoria de los sueños, decía también Borges, al tiempo que se preguntaba si la memoria no es asimismo un sueño. Pero, en última instancia, el elemento decisivo sigue siendo la escritura como forma singular de mediación y último eslabón de esa cadena inestable de sueños que se ocupa de cristalizarlos. En los sueños lerinianos, abundan las pesadillas o al menos las situaciones hoscas, inquietantes. Lo monstruoso, el crimen, lo grotesco, las confusiones, transformaciones y desdoblamientos de los personajes, la conciencia  del sueño durante el sueño… (Del prólogo de José L. Falcó para esta edición).

PREMIO EXTRAORDINARIO CÁLAMO 2014

Código: 9788494256516 Categorías: , , Etiqueta:

Descripción

Ilustración de la cubierta: collage de Sobelman Corta y Pega.

En el interior de cada ejemplar, la separata El animal yegua y seis fotografías pegadas a mano.

Se recogen en Mansa chatarra una serie de textos dispersos a lo largo de la obra poética y narrativa de Francisco Ferrer Lerín, así como una veintena de inéditos, cuyo denominador común estriba en la procedencia onírica de su material literario. A la hora de realizar la selección, se ha entendido el espacio onírico como aquél que recoge fundamentalmente las nociones de sueño y ensoñación, según la conocida terminología de Gastón Bachelard; o, si se prefiere, los sueños de día y los sueños de noche, tal como los denominó Borges. No se escribe el sueño, sino la memoria de los sueños, decía también Borges, al tiempo que se preguntaba si la memoria no es asimismo un sueño. Pero, en última instancia, el elemento decisivo sigue siendo la escritura como forma singular de mediación y último eslabón de esa cadena inestable de sueños que se ocupa de cristalizarlos. En los sueños lerinianos, abundan las pesadillas o al menos las situaciones hoscas, inquietantes. Lo monstruoso, el crimen, lo grotesco, las confusiones, transformaciones y desdoblamientos de los personajes, la conciencia  del sueño durante el sueño… (Del prólogo de José L. Falcó para esta edición).

PREMIO EXTRAORDINARIO CÁLAMO 2014

 

Información adicional

Dimensiones 13.3 × 19.8 cm
ISBN

AUTOR

PÁGINAS

Primera Edición

2014