Isabel del Río reseña Saturno de Eduardo Halfon



SaturnoIsabel del Río reseña Saturno de Eduardo Halfon en su blog La odisea del cuentista:

¿Qué decir de Saturno? Quizá que ha sabido hurgar ahí donde duele, en el preciso lugar donde la herida no está del todo cerrada, donde todavía supura tristeza y resentimiento hacia una infancia no vivida, bajo la sombra y el yugo de aquél que debería amar, pero no lo hace.

En la mitología, Saturno es el dios que devoraba a sus hijos por temor a ser superado y suplantado. En el pensamiento colectivo es el reflejo del padre dictatorial y violento, pero también el del ausente, quien transforma su mano ejecutora en silencio.

‹‹Buscando sus palabras, padre, necesitándolas, lo desdoblaba con ansia. Y como una hoja seca hamaqueándose en la brisa, lento, el cheque caía hacia el suelo.››

La metamorfosis en forma de suicidio. Ese sería el tema central de esta novelita de apenas setenta páginas. Un relato en el que Eduardo Halfon se sirve de la vida torturada, y la trágica y voluntaria muerte de distintos personajes históricos, voces que atormentan al narrador de la historia, quien, al tiempo que se abre al lector, se hunde en la locura.

Lo que en un principio puede parecer la mente desquiciada de un personaje sumido en la depresión tras la muerte de su padre, se traduce en una ruptura y un cambio brusco en la realidad. La muerte como motor de cambio.

No puedo alargarme hablando del contenido sin destripar el libro, así que hablaré de la forma. El estilo de Halfon es cuidado y poético, y la metáfora y los símbolos, así como los arquetipos, son parte del lenguaje que conforman sus párrafos.

Pasado y presente se dan cita en una narrativa ágil y profunda, una amalgama de emociones y pensamientos dolorosos que, inevitablemente, mutan a su protagonista en algo que intuimos, pero no llegamos a ver.

‹‹Nada más. Sólo un nombre, firmado con prisa. Una palabra. Sólo una palabra. El padre es un nombre. Quizá por eso escribo, o mejor dicho, quizás por eso necesito escribir.››

Recomendada a aquellos que no teman a las voces ni a la muerte del “Yo” presente; para quienes gusten de la historia y la narrativa bien construida; para valientes con ganas de algo distinto.

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