Gran Fin de Monoperro en la revista Détour



gran-fin.detourÓscar Brox reseña Gran Fin de monoperro en la revista Détour.

A bote pronto, las primeras páginas de Gran fin invitan a compartir la misma sensación que tuvo su editora al recibir el manuscrito: el estilo chocante de sus dibujos parece obra de un niño o de un demente; de una imaginación desbocada que se ha parapetado tras un estuche de rotuladores de colores o de alguien lo suficientemente calculador como para ilustrar, con palabras e ideas, eso que cada vez olvidamos con más frecuencia. Pensar por uno mismo. En efecto, el trabajo de Monoperro consiste en socavar el plano de certezas y conocimientos que acumulamos con el tiempo; los nombres, los lugares, las definiciones… cualquier detalle adquirido que, al estirar del hilo de la memoria, nos retrotrae a una experiencia ajena. A una especie de contagio, un mensaje encadenado que pasa de cabeza en cabeza sin proceso de digestión. Que no parece aportar nada especial, pese a que nos gusta concluir que se trata de conocimiento, y precisamente por ello de algo importante en nuestra progresiva madurez.
En cierto modo, Gran fin no deja de aportar una lectura más irónica que onírica, más perspicaz que metafísica. Ahora que vivimos en una sociedad que hinca la rodilla ante la fuerza del big data, todo parece dirigirnos hacia la acumulación y la igualación; sabemos muchas cosas porque hallamos en la persona de al lado una figura que valida nuestros conocimientos. Nada más. Bueno, sí, queda ese pequeño detalle de calibrar qué hacer con las llamadas intuiciones, con las corazonadas inexplicables que sacuden los cimientos de nuestro, ejem, conocimiento. En definitiva, con todo aquello que no es potestad de la fachada pública que erigimos al pertenecer a una determinada sociedad. Todo aquello que, por tanto, vive cooptado, subordinado o mediado por algo más. En lo que no podemos adscribir nuestra identidad porque no es nuestro; no se encuentra en lo más profundo, en lo más íntimo, sino que pasa de un cuerpo a otro, de un rostro anónimo al siguiente, con la misma sensibilidad que un dispositivo de bluetooth …seguir leyendo