Abisal: entrevista a Álvaro Cortina Urdampilleta en revista LEER

Borja Martínez entrevista en revista LEER a Álvaro Cortina Urdampilleta con motivo de la publicación de Abisal, libro de zonas y de figuras.

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ÁLVARO CORTINA: «LA ESENCIA DEL ARTE ES VOLVER A TI MISMO CAMBIADO»

‘Abisal’ (Jekyll & Jill) aparece, voluminoso e imponente, bajo la apariencia de un personalísimo tratado de estética, pero esconde una propuesta literaria única e insólita en el panorama actual. Conversamos con su autor, Álvaro Cortina Urdampilleta, sobre este clásico instantáneo.

Veni­mos a decir que Abi­sal, de Álvaro Cor­tina Urdam­pi­lleta, es el libro más impor­tante de 2021. Y lo hace­mos con la inten­ción de que esto sig­ni­fi­que algo. Este exu­be­rante tra­tado de la ima­gi­na­ción, ori­gi­nal y des­me­su­rado, ambi­cioso y modesto a la vez, es un libro único que apa­bu­lla delei­tando. Un alarde de obser­va­ción e intros­pec­ción, de refle­xión e inven­tiva lite­ra­ria. Enri­que Vila-Matas lo des­tila con opor­tuno asom­bro en la faja pro­mo­cio­nal que Cor­tina (Bil­bao, 1983) ha con­se­guido arran­carle: «Pero, ¿qué has hecho Álvaro Cor­tina? ¿Quién te empujó a bus­car un tipo de fic­ción que intenta hacer algo que no se ha inten­tado nunca antes?».

Vila-Matas dice fic­ción, por­que este libro que pre­tende fijar un sis­tema esté­tico per­so­nal de vali­dez uni­ver­sal es ante todo lite­ra­rio. Sobre todo cuando su autor, escri­tor y doc­tor en Filo­so­fía, se erige en pro­ta­go­nista y emprende sus paseos gótico-románticos por la ciu­dad para sacarle punta a todo lo que se encuen­tra y lo que recuerda, hasta com­ple­tar las tese­las de este sis­tema per­so­nal, este «todo­mo­saico» com­puesto de zonas, figu­ras y dis­pa­ra­tes apor­ta­dos por los libros, las pelí­cu­las y el arte. Y todo ello escrito con esa inte­li­gen­cia sutil y extraña y el ori­gi­na­lí­simo talento que ya demos­tró en Des­hielo y ascen­sión. Y en algu­nas pie­zas de LEER que son frag­men­tos embrio­na­rios de Abi­sal, como su artículo sobre Moby Dick y la omi­nosa des­crip­ción de lo blanco de su capí­tulo 42.

Cor­tina lo des­pliega ahora en gran vuelo, en pro­di­gioso des­censo a los abis­mos de uno mismo y de la cul­tura que es este libro que nace clá­sico por­que es único. Por­que a la altura de este 2021 que ter­mina y en el que, ace­cha­dos por los demo­nios de la diso­lu­ción, la prisa y el tedio a los que el autor de Abi­sal comabisal­bate escri­biendo, ape­nas nos da la cabeza para leer dos líneas segui­das, nadie de su gene­ra­ción es capaz de escri­bir un libro así, denso en apa­rien­cia pero ligero como una nube majes­tuosa. Álvaro ha hecho por noso­tros el esfuerzo mayúsculo de con­cen­trarse y envien­trarse dan­tes­ca­mente, en la ciu­dad y en la esté­tica, para alum­brar esta obra deli­ciosa a la que aga­rrarse para salir volando de la caverna digital.

Con­ver­sa­mos sobre Abi­sal y salió una entre­vista larga como el libro al que pre­tende honrar.

¿Qué es ‘Abi­sal’?
Es en cierto sen­tido la des­crip­ción de una coti­dia­ni­dad mar­cada por la cul­tura. Es inten­tar ver y expli­car que la cul­tura impregna todo lo que vemos. Es un intento de com­pren­sión orgá­nica de cómo la cul­tura nos afecta en el día a día y nos lleva a enra­re­cer las cosas, a ver­las con dis­tan­cia. Para cap­tar la extra­ñeza y para cap­tar la fami­lia­ri­dad nos vale­mos de la cul­tura. Y lo que mues­tra Abi­sal es pre­ci­sa­mente cómo todos nos fabri­ca­mos un sis­tema de imá­ge­nes que yo llamo mito­ló­gico. En el fondo, Abi­sal es una espe­cie de tra­tado sobre la mito­lo­gía sub­je­tiva. Es decir, el poso que dejan en noso­tros los libros, las pelí­cu­las, los cua­dros. Las for­mas de la belleza. O de la feal­dad. O de lo terri­ble. Todos noso­tros nos fabri­ca­mos una espe­cie de casa de imá­ge­nes. No acce­de­mos nunca a la reali­dad en seco, sino a tra­vés de ellas. Nece­si­ta­mos imá­ge­nes para vivir. Diría que Abi­sal habla de la nece­si­dad de crear­nos un mundo artificial.

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